La estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) ha identificado 200 oportunidades exploratorias para la eventual explotación de shale gas en los que se estiman recursos prospectivos de 150 a 459 billones de pies cúbicos, los cuales provienen de las zonas de Eagle Ford en Texas, Estados Unidos.
Estos volúmenes representan de 2,5 a 7 veces las reservas posibles de gas convencional en México.
Pemex inició los trabajos exploratorios de shale gas a inicios del 2010 y a mediados del 2011 la Energy Information Administration (EIA) publicó una evaluación a nivel mundial, estimando un recurso técnicamente recuperable para las cuencas de México, de 681 mil millones de pies cúbicos de gas.
El documento, ubica a México en el cuarto lugar de reservas de este hidrocarburo no convencional, mientras que arriba están China con mil 275 billones de pies cúbicos, Estados Unidos con 862 billones y Argentina con 774 billones.
Sin embargo, la principal dificultad que tiene la empresa mexicana para el desarrollo de estas reservas no convencionales es la falta de recursos y las restricciones legales a la inversión privada. En este tema legisladores, funcionarios y expertos del sector energético coincidieron en afirmar que Pemex necesita una reforma que le permita operar como una empresa productiva.
Según el diputado federal Ricardo Anaya Cortés, México no aprovecha los beneficios que pueden brindar las reservas de gas no convencional debido a las restricciones legales a la inversión privada.
Además indicó que Pemex no cuenta con la infraestructura ni los recursos necesarios para la debida explotación del gas natural, por lo que es urgente una reforma energética que permita la inversión privada en ese sector, sin que la empresa estatal pierda el liderazgo.
“La reserva de gas natural que posee México es una fuente de crecimiento económico y generación de empleos, para lo cual es urgente una reforma energética”, remarcó.
También recordó los datos presentados por la Secretaría de Energía de México en los que se menciona que abrir el sector energético a la inversión privada, sin privatizar Pemex, podría generar recursos por $us 13.000 millones y un crecimiento de hasta un punto del Producto Interno Bruto (PIB).
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