Después de YPF, también Esso, Shell y Oil subieron el precio de las naftas y el gasoil

Tras el alza de la petrolera estatal, sus competidoras ajustaron hasta 10%; ocurrió a menos de 48 horas de la fijación de topes máximos a los combustibles.

Sólo dos días después de que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, dispusiera la fijación de precios máximos para los combustibles en todo el país con la supuesta intención de contener aumentos en los surtidores, las petroleras aplicaron incrementos en las naftas y el gasoil que afectan nada menos que a un 86% de la demanda.
Ayer, Axion (ex Esso) y Shell -cada una tiene aproximadamente un 14,5% del mercado de naftas y gasoil, de acuerdo con los números de febrero- dispusieron un ajuste en sus precios de venta que ronda el 10 por ciento. Fue en respuesta a un incremento similar que había aplicado el día anterior YPF que, con un 57% del mercado, marca el rumbo en los surtidores.
La nueva configuración del mercado llevó a que el precio de la nafta premium en la Ciudad de Buenos Aires supere por primera vez la barrera psicológica de los 8 pesos. Shell, de hecho, remarcó sus pizarras en ese ítem hasta los $ 8,349.
La súper, en tanto, quedó en 7,049 pesos; el gasoil Euro, el más caro, en $ 7,869, y el de uso más extendido en 6,419 pesos, de acuerdo con fuentes del mercado.
Axion, en tanto, llevó los precios de su nafta más cara en la Capital Federal hasta los 7,979, un 9,5% por encima de su marca anterior, si bien el producto que más aumentó en términos porcentuales fue la súper, que se ubicó en 7,129, un 9,7% más que la marca del día anterior.
El Euro, en tanto, se ubicó en 7,779 el litro.
Oil, la petrolera de Cristóbal López, también incrementó sus precios en un 4 por ciento. Una fuente allegada a la empresa recordó que “hacía tres meses” que no remarcaban sus pizarras.
Hasta ayer, Petrobras era la única petrolera entre las grandes que no había modificado sus precios de venta. En el mercado descuentan que lo hará de manera inminente para no quedar relegada.
Los números corresponden a las modificaciones en las carteleras de las estaciones de servicio que pertenecen a las propias petroleras. La mayoría, sin embargo, está en manos de expendedores que visten sus marcas, pero compran el producto, por lo que pueden luego fijar el precio que les resulte más conveniente, más allá del valor de venta de la refinadora. En esos casos, es probable que los ajustes sean aun mayores.
Rosario Sica, presidente de Fecra, la federación que reúne a estaciones de servicio de Capital, Buenos Aires, Misiones, Santiago del Estero, Jujuy, Catamarca y Formosa, confirmó los incrementos.
En la provincia de Buenos Aires, como es habitual, los combustibles son más caros en comparación con la Capital.
En Haedo, por caso, la nafta premium de Esso llegó a $ 8,009; el euro a $ 7,829; la súper se estacionó en $ 7,229, y el gasoil llegó a $ 6,699 por litro.
Con el incremento de ayer, tanto Esso como Shell recuperaron la distancia que las separaban de YPF. La empresa nacionalizada acortó de manera efímera esa brecha con el ajuste de anteayer. En la Ciudad de Buenos Aires, llevó el precio de la premium a $ 7,679 el litro, con una suba de 9,87 por ciento.
El Euro quedó en $ 7,479 y la súper se ubicó en $ 6,929, por lo que volvió a estar en la parte inferior del cuadro de precios.
CARRERA DE AUMENTOS
A contramano de su objetivo declarado, la estampida de aumentos fue en parte provocada por la resolución 35 de Comercio Interior.
La norma estableció que el precio máximo para la venta de “hidrocarburos líquidos” (naftas y gasoil principalmente) durante los próximos seis meses será el mayor vigente a los valores del martes de acuerdo con los precios más altos en cada una de las seis regiones en que la norma subdividió el país.
En la práctica, eso les permitiría a las petroleras equipar sus pizarras en toda la región 6, que incluye a la Capital y la provincia de Buenos Aires. Eso incluye una enorme dispersión de precios, dado que en el interior bonaerense los valores son mucho más altos que en la zona metropolitana.
Las petroleras no sólo incrementan los precios para aumentar su facturación, sino también por una cuestión de equilibrio.
De acuerdo con su reflexión, si se acercan mucho a los valores de YPF recibirán parte de su demanda, que no están en condiciones de atender.
La Nacion