Crece importación de combustible: veinte barcos de gas y nafta y US$ 1.000 millones mensuales

El ritmo de importaciones de combustibles se aceleró. Y lo mismo, el gasto que insume

A un año de la reestatización de YPF y de la sanción de la ley de “soberanía hidrocarburífera”, la pérdida del autoabastecimiento energético que se produjo durante la administración kirchnerista ha quedado más expuesta que nunca con las importaciones de gas y combustibles líquidos que están programadas para los próximos meses.

En total, las importaciones de combustibles por vía marítima implicarán una salida de US$ 1.000 millones mensuales que el Gobierno deberá desembolsar por las compras de sus empresas y la demanda de divisas de las petroleras.
En mayo, junio y julio arribará un barco con combustible importado cada 36 horas a para poder cubrir el déficit de la producción local de hidrocarburos y atender la mayor demanda interna prevista para el período invernal.
Las entradas récords de 20 barcos de combustibles cada 30 días que están agendadas para esos meses responden a las compras de GNL (gas natural licuado) de ENARSA, los suministros de fuel oil contratados por la Cammesa (la administradora del mercado eléctrico que maneja el Gobierno) y las adquisiciones de naftas y gasoil que deben efectuar YPF y las restantes petroleras para completar el abastecimiento a sus estaciones de servicios.
La energética estatal ENARSA tiene previsto recibir entre mayo y julio un total de 10 buques metaneros por mes. Cuatro barcos irán a abastecer la planta regasificadora de Bahía Blanca. Y los seis restantes tienen como destino la otra regasificadora que está emplazada la zona portuaria de Escobar.
Por su parte la Cammesa–la administradora eléctrica que quedó bajo el control de La Cámpora–importará entre 3 y 4 barcos de fuel oil por mes que dejarán sus cargas en la la región metropolitana y Rosario.
En tanto, YPF–como consecuencia del incendio de la destilería de Ensenada que le recortó su producción–prevé traer otros cuatro barcos por mes con naftas y gasoil.
A eso se agregan entre tres y cuatro barcos más por mes que llegarán a Buenos, Aires, La Plata, Dock Sud y San Lorenzo contratados por el resto de las petroleras.
Justo en el momento en que el “relato oficial” levanta el slogan de la “década ganada” para referirse a los 10 años de gestión klichnerista, los datos de los suministros externos de combustibles dejan al descubierto una realidad diametralmente opuesta.
Los archivos de 2003 dan cuenta que sólo ingresaron a los puertos locales un total de 15 barcos con combustibles importados que costaron US$ 548 millones. En cambio, para este año se esperan entre 150 y 160 barcos que, junto con las facturas de las compras de gas a Bolivia, elevarán el monto total de las importaciones de combustibles a casi US$ 14.000 millones.
Lejos de reducirse, el abastecimiento energético externo promete seguir en ascenso ante los resultados negativos que registra la producción de hidrocarburos.
Según los datos de la Secretaría de Energía, la extracción total de petróleo cayó un 5,1% en el primer trimestre de 2013 con respecto a igual período de 2012. Por el lado del gas, la baja en la producción fue del 7,2%, proyectando un panorama más que preocupante para lo que queda de 2013, no sólo por la menor actividad local, sino por la mayor cantidad de divisas que se necesitarán para importar los combustibles faltantes.
Clarín