El Gobierno busca reactivar un acuerdo entre YPF y Gazprom

El canciller de Rusia, Serguei Lavrov, llegará el 10 de este mes a Buenos Aires con una agenda muy abultada, en la que se hablará de eventuales acuerdos energéticos, se buscará el relanzamiento de las relaciones comerciales y estará en el aire el espinoso tema de la guerra de Siria. La posibilidad de un acuerdo entre la gigante estatal rusa Gazprom y la petrolera argentina YPF es lo que por estas horas se intenta priorizar en los borradores de la agenda que están preparando la embajada de Rusia en Buenos Aires y la Cancillería.

Lavrov sólo estará en la Argentina por un día, ya que luego viajará a Brasil. Pero en ese breve tiempo la Casa Rosada se entusiasma con sacarle el mayor provecho a esta visita que muchos funcionarios de la Cancillería calificaron como “de alto impacto”.

“Es posible acordar de todo”, comentó a LA NACION un destacado diplomático del Palacio San Martín. Desde Moscú confirmaron la visita y le añadieron misterio: “Hay muchas cosas por hablar”, dijeron fuentes diplomáticas rusas.

El hermetismo es entendible: el año pasado, YPF anunció que estaba en marcha un acuerdo con Gazprom para el desarrollo de gas convencional y no convencional, y el potencial suministro de gas natural licuado (GNL). Esto se conoció luego de una reunión que hubo en Moscú entre el CEO y presidente de la petrolera argentina, Miguel Galuccio, y su par por la gasífera rusa, Alexey Miller. La visita de Galuccio a Rusia estuvo en línea con la búsqueda de nuevos socios e inversores para aumentar la producción local. Pero tras ese anuncio se desactivó por completo la operatoria.

Ahora, en la Casa Rosada aseguran que este viaje del canciller Lavrov buscaría reanudar las conversaciones entre YPF y Gazprom. No está claro aún si el ministro ruso llegará con una comitiva de empresarios, pero hay evidentes intenciones de ambos lados de incluir en la agenda el tema YPF.

POCO OPORTUNO

El momento en que llega Lavrov quizá no sea el más oportuno, según evaluaron algunos funcionarios de Cancillería, ya que se da en medio una escalada en la dura pelea entre YPF y Repsol, donde se reflota el debate por una estatización no pagada por la Argentina a la empresa española.

“Sabemos de la visita del canciller y hay expectativas”, expresó a LA NACION una fuente de la petrolera argentina.

La empresa Gazprom está controlada por el Estado ruso y es una de las gasíferas integradas más grandes del mundo, ya que tiene el 18 por ciento de las reservas de gas natural del planeta. También es el único productor y exportador de GNL en Rusia.

En el viaje de Galuccio a Moscú también hubo conversaciones con la otra gigante petrolera rusa, Luxoil. Pero al parecer esos acuerdos no prosperaron y, de hecho, en la visita del canciller el 10 de este mes no se mencionó el nombre de esa empresa como parte de las conversaciones con YPF.

Lavrov es un canciller de línea directa con el primer ministro Dmitri Medvedev. Por ello, en el Gobierno esperan que lo que este funcionario acuerde en Buenos Aires se materialice de inmediato en Moscú. En la agenda también hay otros temas comerciales por tratar. Por ejemplo, el de la venta de carnes argentinas a los rusos, que en los últimos tiempos sufrieron importantes reducciones por la diferencia cambiaria del dólar y las retenciones a las exportaciones que impone el Gobierno.

Rusia fue uno de los principales mercados para las carnes vacunas argentinas. Desde Buenos Aires se llegaron a exportar cerca de 200.000 toneladas a fines de la década pasada, casi un 25 por ciento del total. Pero ese liderazgo se desmoronó y el último año las exportaciones llegaron a 46.415 toneladas (127.614.397 pesos), según datos del Instituto de la Promoción de Carne Vacuna Argentina (Ipcva).

Tanto en la Cancillería como en la diplomacia rusa quieren abordar este tema y lograr una solución para relanzar las relaciones comerciales.

Un tema espinoso que seguramente tratará la agenda de Lavrov es el de Siria. El canciller ruso llegará poco después de que el gobierno de Medvedev anunció que venderá sofisticados misiles antiaéreos al régimen de Bashar al-Assad. Este hecho generó una fuerte reacción de la Comunidad Europea y de Estados Unidos. La Argentina aún no hizo un pronunciamiento público sobre esto y nadie descarta que la presencia del canciller Lavrov en Buenos Aires obligue a Cristina Kirchner a dar una definición.

La Nación