El gobernador propuso diferir el pago del IVA y del Impuesto a las Ganancias para generar un clima de inversión que contribuya a frenar la caída de la producción de petróleo y gas. El mandatario cuestionó en duros términos el embargo de los activos en la Argentina de Chevron. Sobre el nuevo pacto federal de hidrocarburos, advirtió que podría revertirse la titularidad de las áreas petroleras desatendidas.
Neuquén tiene por delante uno de los desafíos más importantes de su historia de cara a garantizar la sustentabilidad económica de la provincia. Desplazado hace algunos años atrás de la cima del ranking de mayores productores de crudodel país, el distrito gobernado por Jorge Sapag busca viabilizar la puesta en producción de los yacimientos no convencionales de Vaca Muerta, una de las formaciones rocosas de la cuenca Neuquina.
La tarea es titánica. Implica convocar inversiones por más de u$s 30.000 millones, según los cálculos generalizados que circulan en el sector. En ese sentido, Sapag propuso otorgar incentivos fiscales para fomentar la inversión petrolera. “Creo que tenemos que generar incentivos fiscales dentro del marco de una Ley de Promoción Industrial. Por ejemplo, se podría diferir el pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y del Impuesto a las Ganancias. También se podría establecer un régimen especial de reinversión y seguramente vamos a encontrar así un marco adecuado para incentivar la llegada de nuevos desembolsos”, indicó el gobernador en diálogo con Revista Petroquímica, Petróleo, Gas & Química.
¿Cuál es el peso de los hidrocarburos en la economía provincial?, preguntamos al funcionario.
La provincia de Neuquén necesita financiarse. La forestación y el turismo no le generan a la provincia grandes recursos. El 70% de los recursos y de la actividad económica de Neuquén depende del gas y el petróleo. Si fracasamos en esa área no vamos a poder sostener un sistema de salud, de seguridad o de educación. Por eso, firmamos un pacto federal de hidrocarburos para incentivar la extracción de hidrocarburos; es decir, para alentar las inversiones. Vamos a monitorear muy de cerca la producción de cada yacimiento para asegurarnos de que las inversiones se hagan.
¿Se debe trabajar en la diversificación de la economía?
La diversificación de la economía es un tema central. Creo que el eje de la cuestión es que ya está en la Constitución provincial, que establece que las regalías deben aplicarse para generar sobre el suelo las riquezas que sacamos del subsuelo. Lamentablemente, ahora las regalías son destinadas nada más que a administrar. No nos queda un resto para invertir. Por eso, hemos creado la empresa Gas y Petróleo de Neuquén, para generar más oferta de hidrocarburos a fin de aumentar la riqueza y poder invertirla en actividades productivas. Esto forma parte de los planes a mediano y largo plazo.
¿A qué apunta el nuevo pacto federal de hidrocarburos firmado con el Gobierno nacional?
Las operadoras pueden asociarse, tienen la libertad de hacerlo. Depende de los Estados, pero nuestra idea es facilitar las tareas de asociación, como en el caso de YPF con Chevron. Si Chevron está dispuesto a invertir u$s 1.500 millones en la cuenca Neuquina en los próximos 18 meses, bienvenido sea.
La idea es incentivar la producción, generar un marco que propicie mayores inversiones y mayor control, porque si las inversiones no se hacen, las empresas tienen que abrirles camino a otras que vengan a invertir. No hay negocio inmobiliario, no hay posibilidad de sentarse sobre las concesiones pensando en esperar un mejor momento. El momento de invertir es ahora.
No voy a entrar en amenazas de reversiones de áreas; me voy a limitar a lo que dice la Ley de Hidrocarburos. Debemos lograr máxima inversión, máxima producción de acuerdo con las leyes del arte y de la ciencia. El tema de las sanciones, cada uno las conoce. Por ejemplo, nosotros hemos revertido un área a Petrobras por falta de inversiones. Lo mismo hicimos con Tecpetrol. Hemos hablado, y si ellos hacen inversiones nosotros no tenemos problemas en devolverles las áreas, pero tienen que hacer inversiones urgente.
¿Qué medidas deberían implementarse para impulsar la producción?
Yo daría herramientas de incentivo, como por ejemplo generar incentivos en la materia aduanera para facilitar la importación de los equipos. Estoy todos los días luchando con los equipos nuevos perforadores que vienen a Neuquén por las trabas aduaneras que hay. Creo que hay que buscar que la Aduana sea muy ágil en Buenos Aires. Si no es ágil allí, que vengan los equipos a Neuquén y se haga el despacho a plaza aquí. La Aduana de Buenos Aires generó guerras en la historia del país. Yo no quiero pelearme como sucedió en la historia del federalismo argentino. Por otro lado, y esto es una opinión personal, creo que tenemos que generar incentivos fiscales, dentro del marco de una Ley de Promoción Industrial. Por ejemplo, se podría aplicar un diferimiento del Impuesto del Valor Agregado (IVA) y del Impuesto a las Ganancias para las petroleras que apuesten por la inversión. Creo que en la medida en que vengan e inviertan, ese impuesto que hoy no existe lo podemos diferir en el tiempo para cobrarlo. Si lo reinvierten también se podría establecer un régimen especial de reinversión y seguramente vamos a encontrar así un marco adecuado. A su vez, creo que tenemos ventajas al disponer de dos gasoductos y un oleoducto vacíos a Chile. Creo que podemos disponer de un excedente de petróleo en algún momento y, si las inversiones dan resultado, podríamos usar ese oleoducto rápidamente.
¿Cómo evalúa el escenario de los precios internos de los hidrocarburos en la Argentina?
En materia de precios, cuando yo asumí el petróleo estaba en u$s 42. Hoy está en u$s 77 o u$s 78. En cuatro años pasamos a casi tener valor internacional que está en u$s 90-92. En lo que hace a los costos, es un problema macroeconómico. Con respecto al tema del gas, cuando asumimos el promedio de la cuenca estaba en u$s 1,40. Hoy está en u$s 2,50 por millón de BTU; el Programa Gas Plus tiene premios y el Gobierno nacional estableció un precio de u$s 7,50 para la producción adicional del fluido. En Estados Unidos, cuando empezaron con la producción de shale y tight, el gas estaba en u$s 10, hoy está en u$s 4 y llegó a estar en u$s 2. Lo bueno sería aumentar la producción de gas para que exista mayor oferta y que baje el valor del LNG y el de Bolivia. El valor de la cuenca Neuquina es un valor bajo que tenemos que revertir rápidamente y que tiene que ser uno de los incentivos para la inversión y la producción. Hay que encontrar la ecuación para que estos u$s 7,50 por millón de BTU sean efectivos y prácticos, y que el dinero esté disponible. Que no sea un valor teórico como en algún momento puedo ser el Gas Plus porque uno lo producía y después no encontraba a quien vendérselo. Ahí está el secreto del éxito en materia de gas: encontrar el precio justo y adecuado. Tal vez no sean los u$s 12 de Bolivia, pero yo estoy convencido de que no son los u$s 2,50 del promedio de la cuenca Neuquina.
Hasta ahora, sólo YPF, PAE y Total han firmado los nuevos contratos de gas con el Gobierno. ¿Cree que se sumarán el resto de los productores?
Creo que se van a terminar acoplando, porque aceptar cortésmente u$s 7,50 no significa que estás cediendo algo. Recuperar la producción de gas tardará su tiempo. La nueva oferta demorará mucho en llegar y no es fácil obtenerla. No es un tema sencillo de resolver. En el caso del petróleo, se puede perforar y poner en marcha rápidamente. El gas es más lento. Sin embargo, creo que con mucha inversión se puede lograr.
¿Qué opinión le merece el embargo dispuesto por la Justicia argentina sobre los activos de Chevron?
No va a haber inversión si dejamos que los u$s 18.500 millones impuestos como penalidad a Texaco en Ecuador sean cobrados en la Argentina y a la provincia de Neuquén a través de un embargo a Chevron Argentina. Es una muy mala señal el embargo. Por eso, me enojé mucho con el juez que lo decretó y estamos trabajando como amigos del juzgado, tanto en la Cámara como en la Corte en la Procuración del Tesoro. ¿Quién va a venir a invertir con un embargo de u$s 18.500 millones? Hay que generar mecanismos idóneos para evitar ese embargo, como los fideicomisos, pero al mismo tiempo procurar que se haga justicia y que los ecuatorianos, si tienen algo que reclamar, se lo reclamen a Chevron International y no a Chevron Argentina, porque es una concesionaria de un recurso que es propiedad de los neuquinos. Que no se vengan a cobrar con la propiedad de los neuquinos deudas que se generaron en Ecuador por Texaco.
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