La consideración es por iniciativa de uno de los accionistas principales de la petrolera española, Pemex. El Consejo directivo se reunirá el miércoles.
El Consejo Directivo de Repsol, consideraría este próximo miércoles 26, a iniciativa de uno de los accionistas principales, Pemex, una nueva propuesta del gobierno argentino para solucionar el conflicto planteado por la expropiación del 51% de las acciones de la petrolera española en YPF. Repsol reclama 10.500 millones de dólares de indemnización.
Esta segunda iniciativa, le fue comunicada a finales de mayo por el presidente de YPF, Miguel Galuccio, al titular de Pemex, Emilio Lozoya en una reunión que tuvo lugar en Buenos Aires.
El presidente de Pemex viajó a Madrid hace dos semanas y comunicó al presidente de Repsol, Antonio Brufau, el plan argentino tal como se la transmitió su homologo de YPF, Miguel Galuccio.
El nuevo planteo argentino repite en parte el anterior. Repsol cobraría 1.500 millones de dólares en bonos que deberían ser reinvertidos hasta completar una participación minoritaria (43%) para una explotación en Vaca Muerta, el inmenso yacimiento de petróleo y gas “shale”.
Una condición fundamental es que Repsol debería retirar las querellas judiciales contra Argentina en varios países y ante el el CIADI, el tribunal internacional de contenciosos del Banco Mundial.
Estas demandas han trabado iniciativas de inversión en Vaca Muerta por lo que a más de un año y dos meses de la expropiación todavía no llegó un dólar a la Argentina.
En esta segunda propuesta argentina se repiten los términos pero con un aumento al 47% de la participación minoritaria. Pemex dispondría de un 2% en la nueva empresa con Repsol e YPF (51%)
El plan argentino está siendo estudiado por Brufau y un grupo de especialistas de alto nivel de Repsol entre quienes se encontraría Tomás García Blanco, ex director de exploración de YPF en Argentina. El español está considerado como el descubridor del inmenso yacimiento de Vaca Muerta de gas y petróleo “shale”.
Una de las críticas de los especialistas de Repsol a la primera propuesta argentina es que los activos estimados por YPF estaban sobrevalorados.
Algo similar ocurre con el segundo plan. La nueva empresa entre Repsol, YPF y Pemex obtendría los derechos de explotación de una superficie del yacimiento de Vaca Muerta que significa el el 6% del negocio total. Las concesiones corresponden a los campos de Bajada de Añelo, Bandurria, La Amarga Chica y Aguada del Chañar.
El conjunto se estima en 3.500 millones de dólares, por lo que Vaca Muerta alcanza una valoración total de 160.000 millones de dólares. O sea que a Repsol le corresponderían unos de 80.000 millones, que se corresponden con el 51% de las acciones expropiadas.
La valoración de los campos en más de 40.000 dólares por acre representa diez veces más que los estándares utilizados en el mercado internacional.
Varias fuentes consultados por “Clarín” estuvieron de acuerdo en que, con toda probabilidad el presidente de Repsol, Antonio Brufau, rechazará esta segunda iniciativa argentina. Siendo la más poderosa voz en el Consejo Directivo influiría para propiciar una decisión negativa de la entidad.
El planteo inicial argentino fue rechazado tajantemente por el Consejo Directivo de Repsol en su reunión del 3 de marzo pasado. Se reiteraba la “mejor disposición para facilitar una resolución acordada, de indemnización siempre dentro la exigencia legítima de que ello cubra la completa recuperación del valor de lo expropiado”.
“La expropiación sin pago se transforma en confiscación”, declaró el presidente de Repsol Antonio Brufau ante la Asamblea General de Accionistas celebrada recientemente en Madrid. “No nos interesa la recuperación bienes (aludiendo a YPF) sino el pago del precio justo por nuestras acciones expropiadas”, añadió. Esta posición fue respaldada por la casi totalidad de los votos de los accionistas.
Tanto Pemex como otros importantes accionistas principales de Repsol como La Caixa y Sacyr, votaron a favor de la resolución del Consejo de Dirección, donde están representados, y en la asamblea de accionistas en cuyo transcurso no se expresaron voces disidentes.
Por su parte, Pemex ya ha comunicado a las autoridades de Repsol y a la Comisión del Mercado de Valores (Bolsa) su intención de vender su participación accionaria del 9,56% del total por 2.015 millones de euros.
Petróleos Mexicanos (Pemex) iniciará después una negociación con YPF para participar con una gran inversión en la explotación de Vaca Muerta.
Es en este contexto de acontecimientos que se produjo la reunión de Buenos Aires de fines de mayo pasado entre los presidentes de YPF, Miguel Galuccio, y de Pemex, Emilio Losoya.
Repsol acaba de denunciar ante un juzgado de Nueva York a la empresa norteamericana Chevron “por haber pactado con Argentina la expropiación de YPF”. Los españoles no quieren revocar la expropiación porque “para eso ya se han adoptado medidas en otros tribunales”. Pero desean defenderse de los actos de interferencia de Chevron y así evitar que “desarrolle los activos energéticos que considera de su propiedad”, que incluyen los yacimientos de petróleo y gas “shale” de Vaca Muerta.
En caso de que Pemex acuerde su asociación con YPF para explotar Vaca Muerta, a Repsol se le plantearía iniciarle demandas internacionales ante los tribunales de justicia y el CIADI del Banco Mundial.