El auge de la extracción de gas y del petróleo de esquisto, ‘fracking’, en EEUU está influyendo sobre la economía de Arabia Saudí y el príncipe del país asiático, Alwaleed bin Talal va a tomar medidas para contrarrestarlo.
En una carta abierta, publicada en Twitter y recogida por Reuters, enviada por el príncipe saudí a su ministro de Petróleo, Ali al-Naimi, y otros miembros del Ejecutivo, bin Talal ha asegurado que ya se está notando el descenso continuo en la demanda de crudo de la OPEP.
El príncipe saudita ha asegurado que la gran dependencia que tiene el petróleo en la economía del país es una realidad que “se ha convertido en una fuente de inquietud para muchos”. “El 92% de nuestro presupuesto depende del crudo, es necesario que diversifiquemos nuestras fuentes de ingresos”, afirmó bin Talal, según informa El Economista.
El ‘boom’ de esta nueva técnica de extracción de gas y petróleo y la revolución energética que trae consigo auparía a EEUU en cuatro años al primer puesto de productores de petróleo mundiales, superando a Arabia Saudí, según un estudio elaborado por Leonardo Maugeri y publicado por la Universidad de Harvard el mes pasado.
Además, este informe añadía que si el precio del barril de crudo se matiene por encima de los 75 dólares durante los próximos años, hasta 2017 la producción de fracking podría aumentar desde los 1,5 millones de barriles diarios hasta los 5 millones.
El ‘fracking’ consiste en la extracción de gas natural mediante la fracturación de la roca madre (pizarras y esquistos). Esta técnica lleva años realizándose en muchos lugares del mundo, especialmente EEU, donde se han constatado una serie de problemas asociados a este tipo de explotaciones. El riesgo sísmico, contaminación de las aguas superficiales y subterráneas y del aire, afecciones a la salud humana o alteraciones del paisaje y el terreno son algunas de las consecuencias que acarrea esta práctica.