La oferta del mayor productor de crudo del país cayó un 15% desde 2011
Tras la violenta toma de Los Dragones, que provocó una sensible caída de la producción de Cerro Dragón, aún no recuperada, y la falta de un precio adecuado para la exportación de crudo, la gobernación de Martín Buzzi quiere renegociar las concesiones que vencen en 2016 para relanzar la inversión en los yacimientos. La prórroga de Tecpetrol, YPF y la reapertura del contrato de PAE, en carpeta.
Desde hace varios años, Chubut está consolidado como el mayor productor de crudo de la Argentina. En una industria caracterizada por no poder contener el descenso de la oferta y de sus reservas probadas de hidrocarburos, la provincia patagónica funcionó como una especie de dique de contención que no pudo frenar la caída a nivel nacional, pero que al menos evitó que la sangría fuese todavía mayor.
Aun así, el distrito ubicado en el corazón de la cuenca del Golfo San Jorge sufrió en los últimos dos años los embates exógenos a la estricta explotación de los yacimientos, que afectaron la onda expansiva de la producción de Chubut. La violenta toma de Cerro Dragón, el mayor yacimiento petrolífero del país, por parte de Los Dragones –una fracción disidente de la Uocra–, en junio del año pasado, incidió como ninguno entre los aspectos que provocaron una baja en la actividad de los campos. Tampoco incidieron positivamente las demoras del Gobierno nacional para establecer un esquema adecuado de retenciones a la exportación de crudo. Las idas y vueltas en la materia que se registraron desde principios de 2012 afectaron de especial manera a Chubut, el principal exportador de petróleo del país.
Las estadísticas dejan en evidencia esa situación. En abril de 2013, la provincia produjo, en promedio, 23.540 metros cúbicos diarios (m³/día) de crudo, un 12,27% menos que cuatro años atrás. La baja es casi idéntica a la registrada en el yacimiento Cerro Dragón, que en abril de 2009 aportó 13.934 m³/día de petróleo y en el mismo mes de 2013, 12.069 m³/día, es decir, un 13,38% menos, según datos del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG).
El yacimiento es operado por Pan American Energy (PAE), la segunda petrolera del país y la primera de capital íntegramente privado. Desde la empresa argumentan que recuperar la “puesta a punto” del yacimiento tras la destrucción de buena parte de la infraestructura del campo durante la toma de Los Dragones llevará tiempo. Se trata de un área muy extensa, de más de 3.470 km² (equivalente a 17 veces el tamaño de la Capital Federal), cubierta con más de 2.200 pozos productivos. Resetear de la manera más eficiente esa enorme red de pozos, oleoductos, gasoductos y facilities no es sencillo, advierten desde allegados a PAE, cuyo paquete accionario se reparten la británica BP (60%) y Bridas Holding (40%), controlado en partes iguales por los hermanos Bulgheroni y la china Cnooc.
Geología lenticular
Los reservorios de la cuenca del Golfo San Jorge, donde se destaca Cerro Dragón, son del tipo lenticular, con cerca de 20 delgadas capas de arenas productoras de gas, petróleo y agua. Cada una está distribuida aleatoriamente entre los 1.000 y los 2.500 metros de profundidad.
El crecimiento de la producción y venta de gas de PAE desde principios del siglo XXI se sustentó en una nueva política de explotación y una adaptación de los diseños de producción. En líneas generales, a lo que se apuntó fue a producir el yacimiento multicapa de gas y de petróleo de manera simultánea. Con esa visión, de la mano de inversiones crecientes y de la aplicación de tecnologías innovadoras para la industria petrolera local, PAE duplicó su producción de hidrocarburos desde 2000. Además, aceleró su ritmo de reposición de reservas, que fue todavía más significativo: creció 2,4 veces.
Por eso la preocupación de la industria a raíz del amesetamiento de su producción. El campo está ubicado a 70 kilómetros de Comodoro Rivadavia, la mayor ciudad petrolera de la Argentina. Con 180.00 habitantes y 100.000 autos último modelo, recorrer la ciudad a cualquier hora es como circular por la avenida Córdoba a las 6 de la tarde en plena Capital Federal.
La vida comodorense se articula, desde que en 1907 se encontraron los primeros vestigios de crudo, en torno al oro negro. La Ruta 26 de Chubut bien podría ser denominada la Ruta 3 del petróleo, ésa conocida mundialmente por recorrer el territorio de Estados Unidos de este a oeste. La 26 atraviesa todos los grandes yacimientos del Golfo San Jorge, empezando por El Tordillo (de Tecpetrol) hasta Cerro Dragón (de PAE), pasando por los activos de Sipetrol, YPF y Sinopec, entre otros.
Para abajo
La producción de crudo de Tecpetrol, la petrolera de Techint, fue la que registró la retracción más pronunciada en lo que va de la década. La oferta de El Tordillo, que supo ser el segundo yacimiento de la provincia, cayó de 3.650 m³/día en abril de 2009 a 2.550 m³/día en el mismo mes de este año, un 20,21% por debajo.
La compañía tiene en carpeta la implementación de proyectos de recuperación terciaria (inyección de geles en plays maduros), pero hoy en día su atención está puesta en la renegociación de las concesiones que vencen en 2016. Desde la gobernación de Martín Buzzi señalaron que la prórroga por 10 años de las áreas petroleras está casi acordada, muy avanzada. Sin embargo, allegados a Tecpetrol rebatieron esa idea y advirtieron que aún restan definir varios puntos de las tratativas. “Será difícil cerrar la prórroga antes de fin de año”, confió a este medio un encumbrado directivo de la petrolera.
Renegociaciones varias
La extensión de los contratos de Tecpetrol es estratégica para Buzzi, que quiere usarla como trampolín para encarar la renegociación con el resto de las operadoras y, en especial, apunta a que siente las bases de la reapertura de las negociaciones por las prórrogas firmadas con PAE. Cerca del gobernador explican que, si bien la extensión por 30 años de las concesiones de las petroleras controladas por los Bulgheroni –firmada en 2007– tiene fuerza de Ley, es necesario reabrir el acuerdo según lo estipulado por la nueva Ley de Hidrocarburos provincial aprobada en diciembre del año pasado.
El rebamping de ese contrato será, casi con seguridad, la gran apuesta de Buzzi para la segunda mitad de 2013. Colaboradores del mandatario ya empezaron a preparar el terreno desde lo mediático. Así, el ministro de Hidrocarburos, Ezequiel Cufré, cuestionó a PAE por “despegarse gradualmente de los compromisos regionales asumidos en 2007”.
Frente a ese escenario, en la industria sostienen que es improbable que el nivel de actividad en los yacimientos se expanda en el segundo semestre. Máxime cuando aún resta renegociar la prórroga de las concesiones con YPF –el segundo productor de la provincia–, Sipetrol –la filial de la estatal chilena Enap– y Sinopec.
YPF ya manifestó su voluntad de avanzar en esa dirección, aunque en la gobernación aclararon que la convocatoria aún no está en agenda. Sí, en cambio, destacaron la performance de YPF –aporta un 16% de la oferta de crudo de Chubut– en el poco más de un año que lleva bajo control estatal. “La empresa logró frenar la declinación de su producción en la provincia e incrementarla un 7%”, indicó Cufré.
Los números de Manantiales Behr, el mayor campo de la compañía que preside Miguel Galuccio, van en sintonía. En abril de este año (las últimas estadísticas disponibles), YPF extrajo del yacimiento 2.805 m³/día de petróleo, un 4% más que en el mismo mes de 2009.
Distinta es la situación de Sipetrol y, sobre todo, de Sinopec. Los funcionarios de Chubut critican la falta de inversión de la petrolera china, por lo que no se descarta que la gobernación tome una decisión drástica e incluso aspire a la reversión del bloque.