El «shale gas» o gas pizarra y su -hoy por hoy, única- técnica de extracción, el «fracking» (fractura hidráulica), han revolucionado el sector energético. EE.UU., país pionero en esta técnica, ha logrado reducir significativamente su factura energética, sin embargo, en Europa su posible entrada ha provocado controversia por sus posibles consecuencias medioambientales. «Hay países como Reino Unido y Polonia que quieren explotar esos recursos, pero en toda Europa hay una considerable preocupación por el impactoambiental de las nuevas tecnologías de extracción», ha declarado el director general de Energía de la Comisión Europea, Philip Lowe.
Las reservas europeas, que según los últimos informes de la CE hablan de unas reservas explotables de gas en torno a los 16 billones de metros cúbicos, no son para Lowe «espectaculares», que añade que «ahí estánNoruega y Rusia con su gas a precios muy competitivos». «Además, no habrá cantidades significativas de gas de esquisto en los gasoductos europeos antes del 2025», ha concluido Lowe.
Por otro lado, y en cuanto a las renovables en nuestro país, Lowe considera que España ha ejecutado un «exitoso» despliegue de renovables, especialmente la eólica, que ya cubre un 18% de la demanda de electricidad. Sin embargo, ha matizado que existen «problemas con el esquema financiero que lo soporta, pues impacta sobre las transferencias económicas y se da un déficit importante de tarifa que debe ser subsanado», ha explicado.
El titular de Energía de la Comisión ha reconocido que el coste marginal de las renovables es bajo y que presiona sobre el esquema renovables/fuentes convencionales, aunque ha señalado que no espera cambios en la situación, porque el núcleo principal de la generación de energía se produce a partir de combustibles fósiles, cuyos precios tienden al alza porque Europa carece de recursos propios «significativos», ha dicho Lowe.