Ayer, 25 de septiembre, el Comité de Defensa del Agua de Iquitos asistió a la Cumbre Regional por la defensa de la Amazonía en la ciudad de Iquitos, en la Amazonía peruana.
Las conferencias presentadas en la cumbre dejaron claro que, a menos de que se produzca un cambio de orientación radical, sobre todo por parte del Gobierno Regional, el río Nanay, una de las últimas cuencas vírgenes que quedan en la Amazonía peruana, estará abierta a la producción de petróleo.
Durante la cumbre, una petición internacional fue lanzada a través de la plataforma de internet AVAAZ con el fin recoger firmas y hacer presión sobre el actual Ministro peruano de Energía y Minas, Jorge Merino Tafur, para salvar el río Nanay de la devastación medioambiental.
La cuenca del río Nanay es un afluente del potente río Amazonas y provee el 90% del agua potable de Iquitos, una ciudad de medio millón de habitantes. También es un área de extraordinaria diversidad cultural y natural, que incluye tres áreas protegidas y, por lo menos hasta hoy, uno de los pocos afluentes del Amazonas en el Perú que no ha sido afectado por la explotación de petroleo.
Sin embargo, Gran Tierra Energy –una gigantezca petrolera candiense– adquirió recientemente el 100 por ciento de las acciones de dos concesiones petroleras cerca de la cabecera del río Nanay y tiene planeado seguir con la explotación de petróleo en este ecosistema prístino y vital.
Si no hacemos nada ahora para detener las actividades de Gran Tierra, el futuro se ve desolado. –Por favor, firmen esta petición.
Este es un intento urgente para impedir que se siga con el mismo modelo de desarrollo industrial que ha mortificado a la Amazonía durante más de 40 años, beneficiando sobre todo a los accionistas extrangeros, pero dejando un legado devastador de daños, con sistemas fluviales enteros que hoy son declarados en “estado de emergencia ambiental” debido a la presencia contaminante de metales pesados que proviene de las prácticas de explotación petrolera.
La Cumbre fue organizada por el Comité de Defensa del Agua de Iquitos, un frente unido formado por estudiantes, organizaciones de la sociedad civil, pueblos indígenas y ciudadanos interesados, que está en la vanguardia de la lucha por la protección del río Nanay ante la destrucción del medioambiente causada por las industrias extractivas.
Varios invitados prominentes vinieron a esta cumbre. La congresista Verónika Mendoza se pronunció una vez más a favor de la necesidad del reconocimiento de la pluralidad de las culturas que viven en el Perú, y habló de la urgente necesidad tanto de cambiar el rumbo político del país hacia vías realmente participativas de gobierno como de respetar la diversidad de visiones y vías alternativas de desarrollo.
La Alcaldesa de Lima, Susana Villarán, se dirigió a la audiencia y felicitó por el esfuerzo que representaba el evento: “Defender el agua es defender la calidad de la vida”, dijo, mientras que también resaltaba el hecho de que el río Nanay es crucial para la población de Iquitos.
De igual importancia fue la participación de una multitud de líderes indígenas de varias cuencas de la Amazonía Norte del Perú, así como un representante indígena de la región andina de Cañaris, que abogaba por los derechos al agua a nivel nacional.
Tanto Emerson Sandi Tapuy, presidente de la Organización Regional de los Pueblos Indígenas de Loreto (ORPIO) como Aurelio Chino Dahua, presidente de la Federación Indígena de los Quechua del Pastaza (FEDIQUEP), hablaron en detalle sobre el desastre medioambiental que 40 años de explotación petrolera han provocado en sus territorios ancestrales. Rindieron homenaje al esfuerzo del evento por reunir tal diversidad de participantes de la región, y manifestaron serias inquietudes respecto del desarrollo industrial en la Amazonía así como de la amenaza inminente que hoy en día sufre el río Nanay.
Luego José Manuyama, uno de los coordinadores del Comité del Agua, ocupó el escenario para felicitar a los representantes indígenas por su liderazgo en la lucha para demostrar que sus territorios están siendo efectivamente contaminados. Refiriéndose a las recientes declaraciones del Gobierno sobre la emergencia medioambiental en los ríos Pastaza y Corrientes, el Sr. Manuyuma solicitó que la población urbana pida disculpas por permitir lo que llamó un “lento genocidio” de los pueblos indígenas durante los últimos 40 años. Al final, afirmó el interminable compromiso del Comité del Agua por impedir que esta tragedia suceda también en el Nanay.
Por favor apoya al pueblo de Iquitos y dile NO al petróleo en la Amazonía.