Cuando el 2006 el Congreso aprobó la Ley 26.197, conocida en la industria como Ley Corta de Hidrocarburos, que transfirió a las provincias la titularidad y la autoridad de aplicación sobre los recursos petroleros, uno de los argumentos que expusieron sus impulsores fue que la normativa contribuiría a dinamizar la inversión hidrocarburífera. Se interpretó que al estar a cargo de las gobernaciones provinciales, las licitaciones fomentarían la aparición de empresarios regionales interesados en desarrollar áreas de petróleo y gas.
El proyecto quedó a mitad de camino. Efectivamente, la compulsa de nuevos bloques de exploración se tradujo en la aparición de actores desconocidos en el sector petrolero que ganaron muchos activos. El principal exponente de esa tendencia fue el grupo liderado por el ex ministro menemista José Luis Manzano y el empresario de medios Daniel Vilaque, a través de varias firmas (Clividen, Ketsal y Kilwer) se adjudicaron más de 40 áreas de exploración. A partir de aceitadas relaciones con las gobernaciones petroleras, los empresarios mendocinos lograron quedarse con un paquete importante de campos, que con el tiempo fue transferido bajo la órbita de Andes Energía, el holding que nuclea los negocios energéticos del grupo.
Sin embargo, su estrategia quedó trunca, porque si bien consiguieron el respaldo del Estado para entrar a los yacimientos, en la mayoría de los casos no encontrar los mecanismos financieros para desarrollarlos. El derrumbe del precio del crudo en 2008, primero, y la turbulencias regulatorios y la erosión de la economía argentina, después, atentaron contra ese objetivo. Aún así,Andes Energía logró cerrar algunas asociaciones redituables. El año pasado concretó la venta del porcentaje mayoritario a YPF de algunos bloques de exploración obtenidos en Mendoza, durante la gobernación de Julio Cobos.
En la actualidad, sus cañones están colocados fuera del país. El holding del grupo Vila-Manzano se presentó esta semana a la licitación pública realizada por Pemex, la petrolera estatal de México, para la realización detrabajos integrales de perforación y terminación de pozos en ese país.Es una jugada inédita, porque Andes Energía prácticamente no tiene experiencia en el segmento de servicios petroleros, y menos en la operación de equipos drilling y workover.
El Inversor Online tuvo acceso al acta de la Licitación Pública N° 18575088-542-13 de Pemex, cuya instancia de pre-calificación se realizó el 21 de octubre. La compulsa se estructuró a través de 10 paquetes de obras de servicios petroleros. Andes Energía presentó ofertas para adjudicarse cinco de ellos. Compite contra los principales jugadores de la industria, como Schlumberger, Baker Hughes, Halliburton y Weatherford, entre otras, por lo que sus posibilidades son reducidas.
El consorcio de Andes Energía es liderado por Gaia Ecológica S.A., una firma prácticamente desconocida en estas latitudes, y además está integrado por la rusa Integra Oil & Gas. Desde Andes no respondieron los llamados de este medio. La UTE debió presentar documentación que acredita capacidad para movilizar -para los cinco proyectos- un capital mínimo de trabajo de US$ 546 millones.
Los proyectos apuntados se encuentran en las localidades de Villahermosa y en Chicontepec, en la región norte de México. Allí, Pemex está buscando proveedores que se encarguen de la perforación y terminación de pozos shallow, tal como se conoce en la industria a las perforaciones de poca profundidad (hasta 2000 metros) con tuberías de 5 pulgadas, en yacimientos de poca productividad.
Los resultados de la licitación se conocerán a fin de año. De ganar, la UTE deberá operar entre 2 y 6 equipos de perforación (de 1500 HP de potencia), unidades de workover y sets de fractura.
Monto Máximo | Monto Mínimo | ||||||
VOLUMETRÍA | M.N | USD | M.N | USD | |||
Paquete 1 | Contrato 1 | 341 pozos | 6,753,673,080 | 1,239,700,000 | 2,711,384,280 | 497,700,000 | |
Paquete 2 | contrato 2 | 237 pozos | 4,694,393,880 | 861,700,000 | 1,872,418,680 | 343,700,000 | |
Paquete 3 | contrato 3 | 124 pozos | 2,467,321,560 | 452,900,000 | 983,877,840 | 180,600,000 | |
Paquete 4 | Contrato 4 | 93 pozos | 1,845,724,320 | 338,800,000 | 732,188,160 | 134,400,000 | |
Paquete 5 | Contrato 5 | 81 pozos | 1,605,475,080 | 294,700,000 | 648,291,600 | 119,000,000 | |
Paquete 6 | Contrato 6 | 1,066,383,359 | 682,033,067 | 426,553,343 | 272,813,227 | ||
Paquete 7 | Contrato 7 | 633,648,082 | 405,266,025 | 253,459,233 | 162,106,410 | ||
Paquete 8 | Contrato 8 | 417,280,445 | 266,882,504 | 166,912,178 | 106,753,002 | ||
Paquete 9 | Contrato 9 | 3,986,955,137 | 662,758,900 | 1,594,782,055 | 265,103,560 | ||
Paquete 10 | Contrato 10 | 1,881,977,978 | 393,868,380 | 752,791,191 | 157,547,352 |
Lo curioso es que en lugar de conseguir equipos de perforación para desarrollar sus campos en el país e incluso para operar para otras petroleras -la oferta local de unidades de drilling está saturada-, los empresarios cuyanos se hayan lanzado a esta aventura mexicana. En el sector no vislumbran resultados auspiciosos. “No tienen experiencia en el segmento de servicios petroleros. Y nunca manejaron equipos de perforación. Es improbable que logren vencer a compañías de primer nivel como Schlumberger o Halliburton”, analizó un empresario mexicano.
Los trabajos en los yacimientos se lanzarán el 8 de enero próximo y se extenderán por cuatro años, hasta el 31 de diciembre de 2017, según consta en el pliego licitatorio. Las cifras que están en juego son millonarias. El Paquete 1, por ejemplo, contempla la perforación de 341 pozos, con un presupuesto que oscila entre los US$ 497 millones y los US$ 1297 millones. El Contrato 2 prevé la coloración de 237 pozos que costarán entre 343 millones y 861 millones (dependerá de las ofertas). Mientras que por el Paquete 3 apunta a perforar 124 pozos, Pemex pagará entre US$ 180 millones a US$ 452 millones.