O cómo transformar un contaminador importante en una empresa ecológicamente sostenible y socialmente responsable.
Folleto de Pluspetrol
“Trabajando en armonía con el medio ambiente y la comunidad”, afirma en su propaganda Pluspetrol Norte, pero Alianza Arkana piensa y sabe que no es así, tal como lo detalla y demuestra nuestro colaborador Stefan Kistler:
“Trabajando en armonía con el medio ambiente y la comunidad”, dice la portada de un folleto que recogí este año en la Expo Amazónica en Iquitos. La foto de la portada muestra una escena de las mujeres indígenas en su comunidad de origen, con el telón de fondo de la selva siempre verde. En la parte superior izquierda el logotipo de Pluspetrol. A juzgar por la ilustración, y sin saber quién o qué es Pluspetrol – aunque el nombre revela sus intenciones – de primera impresión se podría pensar en una ONG ambientalista, una empresa de turismo ecológico o una organización de conservación.
Me froté los ojos… En este folleto, Pluspetrol Norte S.A., una compañía petrólera argentina, se anuncia como una de las pioneras de la explotación petrolera ambientálmente sostenible en la selva peruana (¿no es una contradicción en sí misma?), una empresa socialmente responsable, que brinda apoyo a proyectos de la comunidad, creando empleo a nivel local, proporcionando cuidado de la salud, y como un “vecino” a quien todos en las comunidades indígenas dan la bienvenida. Sin embargo, la realidad es muy diferente.
El lunes 25 de Noviembre de 2013, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) multó a la compañía petrolera Pluspetrol Norte con más de $ 7 millones, por daños ambientales irreparables y por “desaparecer” la laguna Shanshococha en el lote petrolero 1AB. Pocos días despues, (29 de noviembre), la tercera en una serie de emerencias ambientales en las cuencas afectadas por las operaciones de Pluspetrol Norte fue declarada para el río Tigre.
Durante los últimos años Pluspetrol ha estado en el ojo de la tormenta ya que las comunidades indígenas de 4 cuencas afectadas han estado movilizándose motivadas por 40 años de explotación petrolera y contaminación. Iniciado por federaciones indígenas, y apoyado por unas ONGs y recientemente algunas áreas del gobierno peruano; han monitoreado las actividades de Pluspetrol y han sacado a la luz detalles que no se sabían y que no están alineados con el discurso de Pluspetrol Norte.
Así como este año está llegando a su fin, es tiempo de hacer una observación detallada cercana a esta compañia y analizar algunos de los eventos recientes y hechos que rodean las actividades de PlusPetrol Norte.
Emergencias ambientales
Pluspetrol ha estado operando la concesión petrolera 1 AB (Lote que será re-subastado con el número 192 en breve), en la región norte de Loreto en la Amazonía peruana, desde el año 2000, cuando tomaron el relevo de Occidental Petroleum, que llegó a la región en 1971. Asimismo, Pluspetrol adquirió los derechos de explotación sobre el bloque petrolero vecino 8 de Petroperú en 1996.
La laguna Shanshococha en el lote 1AB en mayo del 2012 completamente llena de petróleo. Crédito de la foto: Alianza Arkana/FEDIQUEP.En el 2012, después de más de cuarenta años de actividad petrolera y muchos años de peticiones sin respuesta y protestas por parte de la población indígena local, el gobierno peruano puso en marcha una comisión multisectorial para investigar el estado del medio ambiente en las diferentes cuencas fluviales donde opera Pluspetrol. Los primeros resultados, del río Pastaza, llegaron en marzo. Estos fueron devastadores. Niveles de metales pesados e hidrocarburos que amenazan la vida se encuentran en el suelo y las fuentes de agua donde los locales del pueblo quechua cosechan los alimentos, adquieren pescado y llevan el agua para beber todos los días. El Pastaza entonces fue declarado en emergencia ambiental.
Los resultados de la segunda cuenca hidrográfica, Corrientes, fueron publicados en agosto. Ellos eran alarmantemente similares a los del Pastaza. Como era de esperar, unas semanas más tarde, el gobierno declaró igualmente una emergencia ambiental para el río Corrientes.
El 10 de octubre, los resultados de la cuenca del río Tigre fueron expuestos. Por ahora, la historia se ha convertido demasiado familiar. Las masas de agua y los suelos están muy contaminadas,39 de las 45 muestras de aguas superficiales que se tomaron prueban que hay contaminación por plomo. De las 59 muestras de suelos tomadas, 56 exceden los estándares nacionales de calidad ambiental para agua de Peru al menos en un parámetro, la mayoría exceden varios parámetros. Lo más grave de este caso es que de los 59 puntos donde se hizo el muestreo 57 nunca habían sido declarados por Pluspetrol Norte. El 29 de noviembre la cuenca alta del río Tigre fue declarada en emergencía ambiental.
En la actualidad, se están realizando investigaciones en la cuenca restante afectada por la actividad petrolera de Pluspetrol, la del río Marañón, el cual, río abajo, un poco más allá de las instalaciones de Pluspetrol, se convierte en el gran Amazonas. Nadie espera que los resultados de estas pruebas sean menos graves.
Pluspetrol, en general, niega cualquier responsabilidad por los daños ambientales en el Lote 1AB, pero culpa a su predecesor Occidental Petroleum. No hay duda de que “Oxy” – como se les llama comúnmente en las comunidades – dejó un lío increíble. Sin embargo, lo que Pluspetrol generalmente omite, es que incumplió con los instrumentos legales de gestión ambiental; creados justamente con el objetivo de realizar la adecuación ambiental de las instalaciones y actividades hidrocarburíferas. Y como tales, estos instrumentos exigen las medidas necesarias para la remediación de la áreas afectadas, a efecto de cumplir (no sobrepasar) con los niveles máximos permisibles de emisiones y vertimientos, así como con el manejo y disposición de residuos.
En el mejor de los casos, Pluspetrol no ha cumplido con estas obligaciones contractuales. Pero las comunidades locales, monitores ambientales indígenas y hechos indican una verdad más inquietante.
Más de 100 derrames de petróleo en los últimos 5 años
Un reciente derrame de petroleo en el lote 8x, dentro de la reserva natural más grande del peru, Pacaya Samiria. Crédito de la foto: Stefan Kistler / Alianza Arkana.Los pueblos indígenas de las cuatro cuencas afectadas han capacitado a monitores ambientales en los últimos años para controlar la actividad petrolera en sus territorios. PUINAMUDT (Pueblos Indígenas Amazónicos Unidos en Defensa de sus Territorios), la plataforma unitaria en la que las personas afectadas se han organizado, informa que estos monitores únicamente en el Lote 1AB han identificado más de 100 derrames de petróleo en los últimos 5 años. FECONACO, la federación de los pueblos indígenas en el río Corrientes, informó de 3 derrames de petróleo crudo, de enero a abril del 2013 sólamente. En agosto, un miembro del pueblo Urarinas, cuyas tierras están siendo atravesadas por las tuberías que conectan el Lote 8, se acercó a las organizaciones ambientales y de derechos humanos en Iquitos reportar dos grandes derrames de petróleo, una en mayo y otra en julio. Más recientemente, ACODECOSPAT, la federación que representa a 57 comunidades indígenas Kukama en el Marañón, organizó una conferencia de prensa y presentó evidencia visual reciente de un gran derrame de petróleo grande en el Lote 8X, ubicado dentro de la Reserva Nacional Pacaya Samiria.
Pero incluso si uno no cree los informes de los grupos indígenas, como hacen muchos en la política y los negocios peruanos, el organismo nacional encargado de vigilar las instalaciones petroleras – OSINERGMIN – informó de 25 derrames de petróleo ocurridos en el Lote 1AB entre 2010 y 2011. El conocido portal de Internet para asuntos indígenas, SERVINDI, cita un informe que indica que Pluspetrol ha registrado 78 derrames de petróleo entre 2006 y 2010 en el Lote 1AB y 8. Para ser claros, los números indicados arriba sólo incluyen los derrames registrados – los testimonios de la población indígena indican que son muchos más los derrames.
Ataque a tuberías oxidadas viejas
El estado de las tuberías por donde circulan miles de barriles de petróleo caliente cada dia. 16 kilómetros de tubería en mal estado cruzan la reserva nacional. Crédito de la foto: Stefan Kistler / Alianza Arkana.¿Cómo explica Pluspetrol estos derrames de petróleo? ¡Vandalismo! Pluspetrol culpa persistentemente a las poblaciones locales e indígenas por vandalismo con las tuberías y la creación de los derrames de petróleo en sus propios bosques, lagos y ríos. Sin negar categóricamente que el vandalismo no exista, esta explicación omite gran parte de la realidad.
Si uno hace el esfuerzo de viajar a estas zonas remotas y mira estas tuberías que mueven miles de barriles de petróleo crudo al día, uno puede notar rápidamente la mala situación en que se encuentran. Literalmente parece que vinieron de otro siglo. La gran mayoría de ellas nunca se han cambiado desde que comenzaron a operar hace más de 40 años. Están oxidadas y llenas de corrosión. En algunas partes, las fugas sólo se han parchado. Además, hay tubos que se encuentran directamente sobre la tierra, sin soportes adecuados para sostenerlas por encima del suelo, imposibilitando los accesos por trochas. Finálmente, en varios lugares, grandes secciones están sumergidas en pantanos sensitivos. Por lo tanto, estas tuberías están violando varias leyes y reglamentos nacionales al respecto.
Por otra parte, el petróleo crudo que se transporta a través de estas tuberías está sometido a altas presiones y temperaturas. Expertos están de acuerdo en que uno pondría su vida en peligro si tratara de sabotear un oleoducto al hacer un agujero en él.Las fotografías de las manchas de petróleo en los árboles cercanos, hasta tres o cuatro metros, ilustran este riesgo muy bien. Este aspecto casi nunca se menciona en defensa de las comunidades indígenas. Por el contrario, la empresa confunde contínuamente a la opinión pública calificando categóricamente como “villanos” a las comunidades locales.
Por ahora, la imagen que Pluspetrol Norte pinta de tener relaciones armoniosas con las comunidades y la administración ambiental ha comenzado a desvanecerse.
Producción de aguas residuales contaminadas directamente a los ríos
En las concesiones 1AB y 8, no fue hasta el año 2009, después de muchos años de prolongadas y firmes protestas por parte de los pueblos indígenas, fue que Pluspetrol finálmente empezó a reinyectar la totalidad de sus aguas de producción en el subsuelo. Pluspetrol presume de los mil quinientos millones de dólares que han invertido en la construcción de este sistema de re-inyección.Lo que no mencionan, sin embargo, es que hasta 2009 su práctica era depositar el agua de producción – con temperaturas de hasta 90 °C (194 °F), muy salada, y con altos contenidos de bario y otros metales pesados áltamente tóxicos – diréctamente en los ríos y arroyos.
Por cada barril de petróleo producido, se extraen cien barriles de aguas de producción. Por lo tanto, cada día Pluspetrol vertió aproximadamente 1,1 millones de barriles de agua de producción diréctamente en el Pastaza, Corrientes, Tigre y Marañón.
Aunque la construcción del sistema de re-inyección es por supuesto uno de los avances más positivos durante los últimos años, cabe añadir que el haber detenido la liberación del agua de producción en los cuerpos de agua circundantes, no significa que el daño de todos los años de años de contaminación anteriores se haya revertido.
Cuidado de la salud y empleo
Al pasar la página del folleto, me quedo mirando la imagen de los niños en una moderna escuela, y leo sobre la atención que Pluspetrol está proporcionando a través de su estación médica. Según la compañía, el centro médico en Andoas (en el río Pastaza ) – su centro médico en Andoas (en el río Pastaza) – su principal campamento y aeropuerto están al costado del pueblo de Andoas – proporcionó 24.000 consultas médicas en 2010. También, en casos de emergencia, transportó gratis a los pacientes de las comunidades en sus vuelos a Iquitos, la capital regional.
Los pobladores locales confirman la mayor parte de lo anterior y expresan agradecimiento. Sin embargo, es necesario ver esta cuestión desde otro ángulo. La exposición prolongada a los hidrocarburos y metales pesados, como el mercurio, bario, aluminio, cadmio, arsénico y hierro, todos los cuales se han encontrado en los suelos y fuentes de agua de la cuenca del Pastaza alrededor Andoas, así como en las Corrientes y la cuencas Tigre – han sido científicamente demostrados que dan lugar a enfermedades diversas y graves como el cáncer, el aumento de la presión arterial, debilidad muscular, daño al sistema nervioso, dolores de cabeza crónicos, insuficiencia renal, por mencionar sólo algunos. La gente en las aldeas afectadas se quejan del aumento de las enfermedades “desconocidas” que nunca han visto antes, así como dolores de cabeza crónicos y de estómago, entre otros.
Visto desde esta perspectiva, la mayor parte de los servicios de salud proporcionados por Pluspetrol se limita a ayudar a aliviar algo del daño grave para la salud que ellos mismos habrían causado. Es un poco como cortar la pierna de alguien y luego felicitar al agresor por la donación de un miembro artificial.
Pluspetrol Norte, orgulloso, nos informa sobre el empleo y las empresas comunales que están creando. Los trabajadores de estas empresas comunales son fácilmente identificables en Andoas: están cortando la hierba alrededor de la plaza principal y al lado de las carreteras. En otras palabras, son muy pocos los lugareños que logran obtener una posición más calificada para Pluspetrol. La mano de obra calificada proviene de diferentes partes del país y del extranjero. Lo que es más, los lugareños nos dicen que a menudo son contratados para hacer limpieza cuando se producen derrames de petróleo, sin contar con los equipos de protección adecuados.
La maquinaria de relaciones públicas de Pluspetrol
La laguna Sanshococha, octubre del 2012. Crédito de la foto: Stefan Kistler / Alianza Arkana.
La lista de los conflictos sociales y problemas ambientales que Pluspetrol ha creado en el Perú se extiende mucho más allá del alcance de este breve artículo. Pero todo lo anterior deja claro que la imagen armoniosa que tratan de transmitir al público no resiste más de un minuto con una cuidadosa investigación. Basta hablar con las comunidades locales, que han sufrido 13 años de vivir con Pluspetrol, y más de 40 años con las compañías petroleras en sus territorios, para saber que se pinta un retrato sorprendentemente diferente.
Este ejemplo de Pluspetrol expone una perversidad de nuestro tiempo, en la que el departamento de relaciones públicas más profesional puede venderle un burro por un caballo, hacer pasar un pase falso por uno original, o transformar una compañía petrolera imprudéntemente contaminante y que viola los derechos humanos, en una empresa sostenible con el medio ambiente y socialmente responsable.
Algunos podrían llamar a esto la gestión profesional de relaciones públicas. El líder indígena quechua del Pastaza, Aurelio Chino Dahua, que ha visto sus tierras forestales convertidas en una emergencia ambiental, es más directo en su mensaje: “están tratando de engañarnos .” Él es mucho más cercano a la verdad.
Alianza Arkana