Dique de Tasigasta, contra natura y anticonstitucional

La construcción del Dique de Tasigasta (Santiago del Estero, Argentina) en el territorio de comunidades indígenas del Pueblo Diaguita Cacano generará un grave e irreversible impacto ambiental.

Los ministros de Planificación e Inversión Pública de la Nación, Julio De Vido y, de Economía, Axel Kicillof, realizaron en Moscú y en China la misión orientada a la búsqueda de inversores para la concreción de 15 obras de infraestructura. Entre las mismas, el gobierno tiene pensado realizar la obra hídrica del dique de Tasigasta, solicitada por el gobierno de Santiago del Estero, presupuestada en 110 millones de pesos.
El lugar donde se planificó la construcción de este dique se halla ubicado en el territorio actual, ancestral y público de comunidades indígenas pertenecientes al Pueblo Diaguita Cacano, las cuales fueron relevadas por el programa de Relevamiento Territorial de Comunidades Indígenas (Re.Te.C.I.-INAI), por mandato de la ley nacional nº 26.160, en el marco de un Convenio entre Nación y Provincia. Curiosamente, el mismo día que se entregaban en un acto las carpetas técnicas del relevamiento, De Vido, en otro acto, anunciaba la inclusión del Dique de Tasigasta en el plan de inversiones, el cual se realizaría en el territorio de las mismas comunidades.
La ubicación de la obra de control y derivación del río en Tasigasta esta prevista a unos 8 km de Villa Atamisqui y, tiene como principales objetivos incorporar al sistema productivo la región de los bañados (1.900.000 has) y, proveer de agua para consumo humano, ganadero e industrial. La obra consiste en un cierre de 220 metros de longitud sobre el cauce del Dulce, con una altura sobre el nivel del lecho de 6 metros. Habrá una toma en cada margen: la de la izquierda derivará 3.000 metros cúbicos por segundo y alimentará al Acueducto del Sudeste que suministrará agua para ganado y uso industrial al sureste santiagueño y noreste santafesino, abarcando una región de aproximadamente 50.000 kilómetros cuadrados. El canal de la margen derecha, donde se encuentran casi la totalidad de las comunidades indígenas diaguitas cacanos, en el departamento Atamisqui, derivará solamente hasta 400 metros cúbicos por segundo y conducirá agua para las poblaciones que quedarán sin suministro como consecuencia de los cambios se producirán en el río.
En el año 2010, la Unión Solidaria de Comunidades (USC) del Pueblo Diaguita Cacano denunció públicamente que, de realizarse esta obra estaría el gobierno provincial, y ahora también el nacional, promoviendo acciones contrarias a la Constitución Nacional (arts. 31 y 41), a tratados internacionales refrendados por el país (Convenio 169 OIT, arts. 4, 6, 7 y 15) y, leyes nacionales (26.160 y sus prórrogas); en la medida en que las comunidades que se verán directamente afectadas nunca fueron consultadas ni adecuadamente informadas.
En el mes de noviembre del año 2011 se reunieron en la localidad de Sumampa representantes de los gobiernos de las provincias de Santiago del Estero (Antonio Gallego y Víctor Mariot) y de Córdoba (Augusto Díaz), con empresarios y productores de la región con el fin de informar los alcances del plan estratégico territorial elaborado a partir de la construcción del dique. En la citada reunión, Gallego había manifestado que “…la Pampa Húmeda argentina se ha desarrollado en gran manera en los últimos tiempos en la ganadería, al punto que no quedan lugar para explotar, sin embargo en Santiago nos sobra territorio…”.
Donde también se visibilizarán las consecuencias directas de esta obra es en la laguna de Mar Chiquita, ya que si el aporte actual del río Dulce produce un descenso acelerado de la laguna ésta podría convertirse en una gran salina, sin rastros de vida alguna.
Ha sido ampliamente demostrado que las presas causan cambios ambientales irreversibles en un área geográfica grande. Si bien existen efectos directos de la construcción de un dique, los mayores impactos provienen del envase del agua, la inundación de la tierra para formar el reservorio y la alteración del caudal del agua, más abajo. Estos efectos tienen impactos directos para los suelos, la vegetación, la fauna y las tierras silvestres, la pesca, el clima y, especialmente, para las poblaciones humanas.
Particularmente, las comunidades indígenas se verán afectadas en sus derechos territoriales, así como en sus vidas, cultura, creencias, instituciones y bienestar espiritual.
Ante esta situación, el Pueblo Diaguita Cacano exige el cumplimiento de la Constitución Nacional, de Tratados internacionales y leyes nacionales, por parte de los gobiernos nacional y provincial; se den a conocer los estudios de impacto ambiental, principalmente cómo afectará a las comunidades indígenas, a la región de los bañados y a la laguna Mar Chiquita y; se realice la consulta previa, libre e informada.
 

Atuchajpa Sujllayaj

Unión Solidaria de Comunidades

USC

Pueblo Diaguita Cacano