Brasil se lanza al fracking

Gustavo Chopitea (*)
Brasil no pierde el tiempo. Acaba de concluir, con relativo buen éxito, una importante licitación para la explotación de algunas áreas convencionales y otras no convencionales de gas natural. En tierra, en este caso.
Se adjudicaron 72 de los 240 diferentes bloques que fueron ofrecidos. Además, 49 de ellos quedaron en manos de Petrobras. Así se recaudaron unos 72 millones de dólares. Concurrieron a la convocatoria once empresas extranjeras que habían sido previamente calificadas. Pero tan sólo cuatro de ellas lograron ser adjudicadas. La francesa GDF Suez, la colombiana Petrominerales, la panameña Trayectoria Oil y Gas y la bermudeña Geopark.
Los pozos que fueron esta vez licitados están cerca –y algunos hasta sobre– el gran acuífero brasileño denominado Guaraní.
Brasil, cabe señalar, está trabajando en generar y sancionar una amplia normativa federal de protección ambiental para este tipo tan particular de actividad extractiva. Falta aún construir toda la infraestructura de transporte y distribución del gas natural que eventualmente se extraiga. No es poco.
Ésta ha sido la tercera ronda de licitaciones para la explotación de hidrocarburos convocada este año por Brasil, luego de años de paralización en este tipo de llamados a licitación en los que se convoca por igual tanto al capital doméstico como al externo. Hasta ahora, el interés se había centrado en el trabajo off shore, esto es en los yacimientos costa afuera. En el mar, a grandes profundidades. Pero ahora la mira del gobierno brasileño se ha ampliado claramente.
 
(*) Analista del Grupo Agenda Internacional
Río Negro