Surtidores, en el 6 por ciento

ACUERDO CON LAS PETROLERAS PARA UNIFICAR EL AUMENTO DE LOS COMBUSTIBLES
El ministro de Economía anunció el “acuerdo voluntario” alcanzado con cinco petroleras para establecer el porcentaje de incidencia de la devaluación en los precios en surtidor. Shell retrotrae la suba extra.

El ministro de Economía, Axel Kicillof, anunció ayer que las petroleras podrán aumentar hasta 6 por ciento el precio del combustible en el mercado interno durante febrero. Las empresas que aceptaron este acuerdo voluntario fueron Shell, Oil, YPF, Axion y Petrobras. Los aumentos entraban en vigencia a partir de la medianoche. Compañías que habían incrementado los precios en porcentajes superiores retrotraerán sus valores para cumplir con el acuerdo. La principal justificación de esta alza en el precio de la nafta fue que el sector maneja una estructura de costos con un alto nivel de insumos importados. Esto implica que la devaluación de los últimos días impacta más que en otros negocios, con lo cual el aumento devuelve rentabilidad a las firmas.
El equipo económico mantuvo reuniones con todos los actores de la cadena de combustibles. Desde empresas dedicadas a la producción hasta firmas que realizan la distribución, acordaron voluntariamente un incremento de seis por ciento en el precio final de la nafta durante febrero. A partir de marzo se retomarían las charlas para una actualización de estos valores. Kicillof, además de anunciar este acuerdo, dijo que se instrumentó una mesa de trabajo con el sector. La idea es evaluar cómo evolucionan las variables relevantes de la actividad: la venta de combustible, el ritmo de demanda, la dinámica de los precios locales y de los internacionales. Por caso, el ministro recordó que las petroleras anotaron una fuerte expansión de negocios durante 2013. En cantidades, el consumo local de nafta avanzó 9 por ciento el año pasado respecto de 2012, al tiempo que el alza asciende a 142 por ciento entre 2003 y 2013.
Pese a que no trascendió el cálculo para determinarlo, el incremento de precios de hasta seis por ciento de febrero es un número que las petroleras consideraron razonable para hacer frente a la devaluación de enero, la cual ascendió a 23 por ciento. El ministro apuntó que la rama de los combustibles requiere un alto volumen de importaciones para poner en funcionamiento los establecimientos productivos. Esto implica que la corrección cambiaria genera una presión de costos en el sector y en el precio de venta final. Durante los últimos años, la caída de la producción interna de combustible forzó un aumento de las importaciones de naftas y, más recientemente, petróleo crudo, con el objetivo de cubrir la demanda creciente del mercado local. La ampliación del parque automotor, la recomposición de la actividad fabril y el consumo de energía en los hogares fueron elementos que potenciaron las necesidades de combustible de la economía.
Empresas que se apresuraron a subir los precios de la nafta, debido al deslizamiento cambiario de enero, acordaron retrotraer los valores para cumplir con el acuerdo del Gobierno. El caso concreto fue el de la petrolera Shell, la cual había anunciado a comienzo de esta semana una suba de la nafta del 12 por ciento. Como resultado, la nafta súper en Capital Federal pasó de 9,78 a 10,95 pesos. Luego del acuerdo, la empresa aceptó reducir ese precio para ubicarlo en torno de 10,37 (equivalente al 6 por ciento de suba en febrero).
Esta revisión del precio no resulta menor, si se tiene en cuenta que Shell fue el grupo económico que quedó más expuesto en los últimos días por maniobras de especulación cambiaria. Hace dos semanas, la compañía intentó incrementar la cotización del dólar oficial por encima de 8,40 pesos, a partir de operaciones poco claras en el mercado de cambios. El objetivo de la firma fue inducir una escalada del tipo de cambio para justificar incrementos bruscos de los precios de la nafta en el mercado interno. El ministro de Economía hizo la denuncia de la operatoria y dejó en el centro de la polémica a las autoridades de la petrolera.
Ayer, luego de este episodio, Kicillof mantuvo una reunión con Juan José Aranguren, el presidente de Shell. El encuentro fue al mediodía en un espacio neutral (no se usaron las oficinas del Palacio de Hacienda ni las de Shell). El clima de la conversación fue tenso, pero finalmente el empresario terminó por aceptar el acuerdo de precios que a esa altura ya había tenido el visto bueno del resto del sector.
La petrolera YPF empezará hoy a incrementar el precio de venta minorista de los combustibles. En Capital Federal, las estaciones surtidoras marcaban hasta ayer la nafta súper en 8,91 pesos, al tiempo que la premium se ubicaba en 9,99 pesos
Informe: Federico Kucher.
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