La extracción requiere grandes volúmenes de agua que se mezcla con arena y químicos y se inyecta en el subsuelo a alta presión para abrir grietas en la roca que facilitan la salida
Por ED CROOKS
La escasez de agua puso en jaque a la industria del gas y petróleo estadounidense como consecuencia de las grandes cantidades necesarias para el fracturamiento hidráulico, advirtió un grupo de importantes inversores.
Casi el 40% de todos los pozos perforados desde 2011 se encuentran en áreas con extrema falta de agua, según Ceres, una red de inversores que trabajan en temas ambientales y sociales. La organización recalcó que el estado de Texas, el corazón del boom petrolero norteamericano, y varias compañías como Chesapeake Energy, EOG Resources, ExxonMobil y Anadarko Petroleum son los mayores usuarios de agua.
El fracturamiento o fracking, es esencial para la extracción de gas y petróleo shale que impulsó el auge en Estados Unidos durante la última década, y requiere grandes volúmenes de agua: generalmente no menos de 2 millones de galones por pozo. El agua se mezcla con arena y químicos y se inyecta en el subsuelo a alta presión para abrir grietas en la roca y que el petróleo y gas fluyan más libremente.
La escasez de agua puede crear tensiones con las comunidades locales y obliga a las empresas a tomar costosas soluciones como usar camiones para transportar agua hasta los pozos.
Monkia Freyman de Ceres comentó que el agua es un riesgo que a menudo se ignora. A la gente no le preocupa hasta que lo sufre. Si uno es inversor de una compañía ubicada en un área con falta de agua, habría que preguntar cómo se están manejando sus riesgos al respecto, explicó.
Accionistas, incluyendo fondos de pensiones de empleados de la Ciudad de Nueva York, comentaron esta semana que pedirán en las asambleas anuales de Exxon, Chevron, EOG y Pioneer Natural Resources, entre otras, que les brinden información más detallada sobre su impacto ambiental, incluyendo el uso de agua.
Ceres identificó a Anadarko, Encana, Pioneer y Apache como las empresas con mayor exposición al riesgo de agua, lo que significa que requieren el mayor volumen en áreas secas. En esas zonas, el 80% o más del agua disponible se destina a otros usuarios incluyendo viviendas, granjas y empresas.
El fracturamiento representa una porción relativamente pequeña de la demanda de agua en Estados Unidos: menos de 1% en Texas, según un estudio de la Universidad de Texas, comparado con el 56% que se lleva el riego. Sin embargo, en algunas áreas con fuerte actividad petrolera, como Eagle Ford del sur de Texas, el porcentaje puede ser mucho más significativo.
El potencial problema en Texas se agrava por la prolongada sequía que ha castigado al estado y por el crecimiento que tuvo su población gracias a su solidez económica.
Jean-Philippe Nicot de la Universidad de Texas comentó que los granjeros del estado están usando menos agua para riego y cambiando a cultivos que se adapten mejor al clima más seco.
Los centros urbanos necesitan más y más agua, y el fracturamiento forma parte del panorama, agregó.
Wood Mackenzie, la consultora, afirmó en un informe el año pasado que la industria necesitaría abordar el problema para desarrollar la producción de shale en todo el mundo, ya que muchas de las reservas más prometedoras ubicadas en China, Africa y Medio Oriente son zonas con importante escasez de agua.
Jim Matheson de Oasys Water, una compañía que desarrolló una nueva técnica de purificado de agua, predijo un inexorable y lento movimiento hacia el reciclado. Estamos en las primeras etapas de la evolución, pero en el futuro vamos a tener que determinar cómo limpiar y reutilizar la misma agua, comentó.
Fuente: El Cronista