Por Matías Barbería | Para El Inversor Online
Los inversores le han dado una recepción por demás tibia al acuerdo entre la Argentina y Repsol para cerrar el episodio de la expropiación del 51% del capital social de YPF, en el año 2012. La acción de la petrolera de bandera apenas si ha mostrado movimientos en Wall Street y en la Bolsa porteña y, los pocos que ha mostrado, han sido descendentes. Pero si bien la suerte de los papeles de la empresa sugeriría cierta apatía de los mercados, el rendimiento de los papeles de deuda de la firma comandada por Miguel Galuccio son los que mejor han mostrado con sus subas la mejoría en la confianza que genera la predisposición de la firma a pagar sus compromisos.
La acción de YPF en la Bolsa porteña acumula una caída de 4,78% tras una semana de haberse conocido que el consejo de administración de Repsol y el Gobierno argentino acordaron la emisión de entre u$s 5.000 millones y u$s 6.000 millones en bonos soberanos para resarcir a la firma española, que podrá vender esos títulos hasta obtener desde u$s 4.670 millones y hasta u$s 5.000 millones líquidos a cambio de ellos.
El mercado bursátil de Buenos Aires apenas si operó desde el anuncio, esta semana tuvo dos días sin negociaciones debido a los feriados de carnaval, pero en el parqué neoyorquino, donde la empresa también cotiza, la suerte no fue muy diferente. La american depositary receipt (ADR) de YPF en Wall Street, alternó cuatro ruedas de bajas con sólo dos ruedas levemente alcistas desde que el 25 de febrero pasado las partes comunicaron el entendimiento.
Como resultado del acuerdo –que todavía debe ser aprobado por la asamblea de accionistas de Repsol y por las dos cámaras del Congreso argentino-, YPF queda libre de acciones legales por parte de la petrolera con sede en Madrid y, por lo tanto, tiene el camino allanado para salir a buscar los socios que necesita para explotar el promisorio yacimiento neuquino Vaca Muerta.
Con todo, las caídas de los papeles de YPF –tanto los porteños como los neoyorquinos- son leves y muestran, más que nada, que la noticia no resultó sorpresiva para los inversores. Las subas y bajas de la acción en Wall Street, incluso, no estuvieron divorciadas para nada de la suerte del resto del mercado. El índice S&P 500 se mantiene casi sin cambios luego de caer y recuperar terreno al calor del conflicto en la península ucraniana de Crimea. La ADR de YPF acumula una suba de 10% en el último mes, aunque tanto ese activo como la acción de YPF en la plaza porteña pierden fuerte desde sus máximos de diciembre pasado, por las turbulencias cambiarias que afectaron a la Argentina desde entonces.
El departamento latinoamericano de research de Raymond James resumió al acuerdo como “positivo”, aclaró sin embargo que no se trata de un “cambio de juego” y mantuvo su pronóstico de “outperform” (recomendación de compra, en la jerga) para la acción de la compañía.
Las evaluaciones positivas llegaron también de la mano de las calificadoras de riesgo. Moody’s fue la primera en mover, con un análisis en el que considera al entendimiento positivo para las dos partes y –en el caso de la petrolera de bandera- hace hincapié en el hecho de que deja la vía libre para sellar nuevas alianzas.
Pero, con todo, la reacción del mercado sigue pareciendo modesta si no se mira el mercado de renta fija, en el que cotizan los títulos de deuda emitidos por YPF.
En febrero, los bonos de YPF con vencimiento en 2018 fueron los que mejores variaciones de precio mostraron en un ranking de compañías energéticas de mercados energéticos. Los papeles, unos u$s 500 millones de deuda emitidos por la petrolera, subieron 8,8% en el segundo mes del año y se ubicaron así primeros en una lista de 201 emisiones de deuda corporativa de empresas similares de todo el mundo emergente que analiza el banco de inversión Credit Suisse.
Los inversores le han dado una recepción por demás tibia al acuerdo entre la Argentina y Repsol para cerrar el episodio de la expropiación del 51% del capital social de YPF, en el año 2012. La acción de la petrolera de bandera apenas si ha mostrado movimientos en Wall Street y en la Bolsa porteña y, los pocos que ha mostrado, han sido descendentes. Pero si bien la suerte de los papeles de la empresa sugeriría cierta apatía de los mercados, el rendimiento de los papeles de deuda de la firma comandada por Miguel Galuccio son los que mejor han mostrado con sus subas la mejoría en la confianza que genera la predisposición de la firma a pagar sus compromisos.
La acción de YPF en la Bolsa porteña acumula una caída de 4,78% tras una semana de haberse conocido que el consejo de administración de Repsol y el Gobierno argentino acordaron la emisión de entre u$s 5.000 millones y u$s 6.000 millones en bonos soberanos para resarcir a la firma española, que podrá vender esos títulos hasta obtener desde u$s 4.670 millones y hasta u$s 5.000 millones líquidos a cambio de ellos.
El mercado bursátil de Buenos Aires apenas si operó desde el anuncio, esta semana tuvo dos días sin negociaciones debido a los feriados de carnaval, pero en el parqué neoyorquino, donde la empresa también cotiza, la suerte no fue muy diferente. La american depositary receipt (ADR) de YPF en Wall Street, alternó cuatro ruedas de bajas con sólo dos ruedas levemente alcistas desde que el 25 de febrero pasado las partes comunicaron el entendimiento.
Como resultado del acuerdo –que todavía debe ser aprobado por la asamblea de accionistas de Repsol y por las dos cámaras del Congreso argentino-, YPF queda libre de acciones legales por parte de la petrolera con sede en Madrid y, por lo tanto, tiene el camino allanado para salir a buscar los socios que necesita para explotar el promisorio yacimiento neuquino Vaca Muerta.
Con todo, las caídas de los papeles de YPF –tanto los porteños como los neoyorquinos- son leves y muestran, más que nada, que la noticia no resultó sorpresiva para los inversores. Las subas y bajas de la acción en Wall Street, incluso, no estuvieron divorciadas para nada de la suerte del resto del mercado. El índice S&P 500 se mantiene casi sin cambios luego de caer y recuperar terreno al calor del conflicto en la península ucraniana de Crimea. La ADR de YPF acumula una suba de 10% en el último mes, aunque tanto ese activo como la acción de YPF en la plaza porteña pierden fuerte desde sus máximos de diciembre pasado, por las turbulencias cambiarias que afectaron a la Argentina desde entonces.
El departamento latinoamericano de research de Raymond James resumió al acuerdo como “positivo”, aclaró sin embargo que no se trata de un “cambio de juego” y mantuvo su pronóstico de “outperform” (recomendación de compra, en la jerga) para la acción de la compañía.
Las evaluaciones positivas llegaron también de la mano de las calificadoras de riesgo. Moody’s fue la primera en mover, con un análisis en el que considera al entendimiento positivo para las dos partes y –en el caso de la petrolera de bandera- hace hincapié en el hecho de que deja la vía libre para sellar nuevas alianzas.
Pero, con todo, la reacción del mercado sigue pareciendo modesta si no se mira el mercado de renta fija, en el que cotizan los títulos de deuda emitidos por YPF.
En febrero, los bonos de YPF con vencimiento en 2018 fueron los que mejores variaciones de precio mostraron en un ranking de compañías energéticas de mercados energéticos. Los papeles, unos u$s 500 millones de deuda emitidos por la petrolera, subieron 8,8% en el segundo mes del año y se ubicaron así primeros en una lista de 201 emisiones de deuda corporativa de empresas similares de todo el mundo emergente que analiza el banco de inversión Credit Suisse.