El inversor estadounidense se convierte en el cuatro mayor accionista de la petrolera argentina. También refuerza posiciones Perry y Loeb, y la reduce Lazard
Por Sandro Pozzi
George Soros acaba de convertir la petrolera argentina YPF en la mayor compañía en la cartera de inversión de su poderoso fondo especulativo. La apuesta del financiero se realizó en plena batalla legal de Buenos Aires con los fondos buitres por la deuda. Pero Soros mira más a las perspectivas abiertas por el renacer energético del país gracias a la exploración de petróleo atrapado en la roca.
El multimillonario compró 8,47 millones de acciones de la petrolera en el segundo trimestre, con lo que dobla su participación en la compañía dos años después de ser expropiada a Repsol. Soros controla así el 3,5% del capital, por valor de 450 millones de dólares, lo que le convierte en el cuarto mayor accionista. El fondo de la familia gestiona activos por valor de 28.000 millones.
El inversor de origen húngaro mira así fuera de Estados Unidos para tomar posiciones en el boyante negocio de las perforaciones con la técnica de la fracturación hidráulica. El también octogenario Warren Buffett lleva años explotando ese filón y controla la infraestructura ferroviaria que da salida al petróleo y el gas natural que emerge de los nuevos yacimientos en el interior del país y Canadá.
YPF es en la actualidad el país con las mayores explotaciones en el negocio del esquisto bituminoso. La antigua filial de Repsol está multiplicando la inversión en los yacimientos de Vaca Muerte junto a Chevron, lo que puede convertir a Argentina en uno de los mayores productores de hidrocarburos no convencionales. También está haciendo descubrimientos en la provincia de Mendoza.
George Soros no es el único que quiere disfrutar de las mieles futuras de YPF. Tampoco se dejan espantar por los titulares sobre Argentina los influyentes gestores Richard Perry, de Perry Capital, y Dan Loeb, de Third Point. Estos dos últimos también incrementaron de manera significativa sus posiciones. Lazard, el segundo mayor accionista, redujo su participación al 4,38%.
La nueva compra de Soros se realizó semanas antes del impago de la deuda argentina, el pasado 30 de julio. En principio, esta nueva situación financiera no debería perjudicar a los intereses del inversor estadounidense, que tiene una perspectiva más a largo plazo. George Soros reforzó además posiciones durante el segundo trimestre en la aseguradora AIG, en Facebook y en Apple.
El País
George Soros acaba de convertir la petrolera argentina YPF en la mayor compañía en la cartera de inversión de su poderoso fondo especulativo. La apuesta del financiero se realizó en plena batalla legal de Buenos Aires con los fondos buitres por la deuda. Pero Soros mira más a las perspectivas abiertas por el renacer energético del país gracias a la exploración de petróleo atrapado en la roca.
El multimillonario compró 8,47 millones de acciones de la petrolera en el segundo trimestre, con lo que dobla su participación en la compañía dos años después de ser expropiada a Repsol. Soros controla así el 3,5% del capital, por valor de 450 millones de dólares, lo que le convierte en el cuarto mayor accionista. El fondo de la familia gestiona activos por valor de 28.000 millones.
El inversor de origen húngaro mira así fuera de Estados Unidos para tomar posiciones en el boyante negocio de las perforaciones con la técnica de la fracturación hidráulica. El también octogenario Warren Buffett lleva años explotando ese filón y controla la infraestructura ferroviaria que da salida al petróleo y el gas natural que emerge de los nuevos yacimientos en el interior del país y Canadá.
YPF es en la actualidad el país con las mayores explotaciones en el negocio del esquisto bituminoso. La antigua filial de Repsol está multiplicando la inversión en los yacimientos de Vaca Muerte junto a Chevron, lo que puede convertir a Argentina en uno de los mayores productores de hidrocarburos no convencionales. También está haciendo descubrimientos en la provincia de Mendoza.
George Soros no es el único que quiere disfrutar de las mieles futuras de YPF. Tampoco se dejan espantar por los titulares sobre Argentina los influyentes gestores Richard Perry, de Perry Capital, y Dan Loeb, de Third Point. Estos dos últimos también incrementaron de manera significativa sus posiciones. Lazard, el segundo mayor accionista, redujo su participación al 4,38%.
La nueva compra de Soros se realizó semanas antes del impago de la deuda argentina, el pasado 30 de julio. En principio, esta nueva situación financiera no debería perjudicar a los intereses del inversor estadounidense, que tiene una perspectiva más a largo plazo. George Soros reforzó además posiciones durante el segundo trimestre en la aseguradora AIG, en Facebook y en Apple.
El País