“Le pido, señor juez, que vea lo que se está viviendo en el barrio”

Este lunes en Tribunales Federales se llevó a cabo la histórica audiencia en la que lxs vecinxs de zona Sur ofrecieron sus testimonios sobre las enfermedades y riesgos que está generando la planta de etanol de Porta Hnos. en el barrio San Antonio. En dos semanas Vaca Narvaja tomaría una decisión. 

Por Cobertura colaborativa FUERA PORTA

Córdoba- La fecha fue el lunes 7 de agosto. Al marcar las diez y media de la mañana, el juez federal Miguel Hugo Vaca Narvaja dio inicio a una inédita audiencia de conciliación, abierta al público, por un caso de contaminación en Córdoba. Fue a partir de un amparo ambiental presentado por vecinxs de la zona sur de la ciudad de Córdoba contra el Ministerio de Energía y Minería de la Nación y la empresa Porta Hnos. como co-demanda, debido al funcionamiento de una planta de (bio)etanol sin las habilitaciones requeridas por las leyes vigentes.

Durante más de dos horas en la sala de Tribunales Federales se escucharon los testimonios de 15 vecinxs, todos ellxs amparistas, quienes relataron las consecuencias que están sufriendo en los últimos cinco años a raíz de la planta. Tanto la empresa Porta Hnos. como el Estado nacional no se presentaron a la audiencia. “Porta viene hace mucho tiempo evadiendo la Justicia y su ausencia en esta audiencia es una prueba más”, afirmó Carlos González Quintana, abogado de lxs amparistas.

Cabe destacar que en los días previos a la audiencia Porta Hnos. emprendió, sin éxito, tres recursos para impedir que la misma se concrete. Primero, cuestionando e impugnando que la audiencia sea de carácter público e informativo, y luego con una nueva recusación pidiendo que el Juez sea apartado de la causa, lo cual también fue rechazado por la Cámara Federal de Apelaciones.

Durante toda la jornada, afuera de Tribunales, hubo una concentración, un escenario con diversas intervenciones artísticas y una trasmisión radial que dio la palabra a organizaciones socio-ambientales que se acercaron a apoyar a lxs vecinxs, entre otras actividades.

El barrio, antes y después

Varixs de lxs vecinxs relataron en sus testimonios cómo cambió el barrio y su calidad de vida desde que la empresa comenzó a expandirse y producir etanol en la zona. “Era un ambiente más parecido al campo que a la ciudad, con aire puro”, recordó Gustavo Abbona, quien hoy vive a 200 metros de la fábrica. “Era un lugar bellísimo, tranquilo. Había árboles y pájaros. Ahí esperaba que mis hijos crecieran sanos”, expresó Silvia Cruz, otra de las vecinas, y agregó que a partir de 1995, que fue cuando se instaló Porta, comenzaron a crecer los silos.

Los mayores problemas comenzaron, según destacaron lxs vecinxs durante la audiencia, a partir del año 2012, cuando la fábrica empezó a producir etanol y poco a poco se fue expandiendo, pasando de ocupar de una a seis manzanas. Luis Molina, quien vive a 50 metros del sector de la fábrica donde se produce el químico a base de maíz transgénico, ratificó en sus declaraciones que la construcción de ese sector de la planta comenzó alrededor de noviembre de 2011. A su vez, señaló que la etapa de producción fue entre marzo y abril de 2012, justamente la época en que se produjo una explosión que varixs vecinxs rememoraron en sus testimonios.

“Con la producción de bioetanol de Porta vivimos una calidad de vida inferior, y con una sensación de inseguridad constante por el riesgo de explosión e incendio de la planta. Y nos enteramos de una enfermedad nueva todos los días”, expresó el vecino Santiago Palermo ante el juez. “Ha habido escapes de gas, incendios y la fábrica apaga las sirenas. Lo de Alta Córdoba es una muestra gratis de lo que puede ocurrir en nuestro barrio”, dijo por su parte María Celeste Novarese refiriéndose a la explosión de la química Raponi en 2014.

Enfermxs y encerradxs

En el transcurso de la audiencia, lxs vecinxs puntualizaron los síntomas y dolencias que padecen. “A medida que fui creciendo, los olores a vinagre y alcohol fueron aumentando. Después, empecé a sentir los síntomas. Por la noche, me resultaba difícil dormir, no podía dormir acostada”, señaló la joven estudiante Florencia Sánchez. “Finalmente, me operaron y me dijeron que tendría rinitis crónica. Los únicos responsables de esta rinitis son los vapores de Porta, que es el aire que respiro todos los días”.

Entre los testimonios, se mencionaron tres casos de púrpura en niñxs que viven cerca de la fábrica. “En Ituzaingó están expuestos a agrotóxicos, igual que nosotros. ¿Y saben cuál es la primera enfermedad del ranking? El púrpura”, relató Gabriela Aguilar.

También, lxs vecinxs relataron distintos problemas oculares. Entre ellos, la calcificación de residuos por debajo de sus párpados y la generación de quistes. Uno de los tratamientos médicos que tuvieron que padecer ante ello fue la utilización de dos pinzas para abrir el párpado y raspar los residuos.

Rosa Acuña vive desde hace 50 años en el barrio: “Jamás se habló de alguna malformación. Y ahora desde 2012, la situación es alarmante”. A lo largo del último año, se detectaron tres casos de bebes con malformaciones; Olivia, una de ellas, falleció. Tenía tres meses de edad.

“Siento que somos ratoncitos de laboratorio y que Porta experimenta con nosotros”, expresó María Rosa Vigñolo ante las distintas enfermedades que están aumentando entre lxs habitantes de San Antonio.

En cuanto a las respuestas que obtuvieron por parte de la empresa, Carmen Medina relató: “Porta me citó y me dijo que ellos no se iban a ir. Y que los vecinos iban a tener que aprender a convivir con la empresa”. En tanto, Cristian Sánchez expresó que al llevarles su preocupación por las enfermedades “José Porta, con una sonrisa, nos decía: ‘ustedes están sugestionados’”.

Muchos se refirieron también a la manera en que la fábrica y sus consecuencias han impactado en sus formas de vida. Algunxs de sus hijxs y nietxs, por ejemplo, han tenido que mudarse a otra zona de la ciudad. “El patio de mi casa está a 40 metros de los silos donde trabajan con el maíz, y el ruido que se escucha es como turbinas. Parece como si viviera al lado de un aeropuerto”, contó Carmen. “El olor que empezó a emanar hacen que hasta el día hoy vivamos encerrados. Ya no tomamos mate en el patio y mi familia me visita muy poco”, dijo Silvia.

Erradicación y abandono del Estado

El mensaje que repitieron lxs vecinxs durante la audiencia fue la exigencia de que la planta sea erradicada del barrio. “El médico me dijo que me vaya del barrio. Pero yo no me voy a ir. Total, ya estoy afectada. Y voy a luchar. No voy a bajar los brazos. No hay derecho que una empresa con poder político y económico venga a tirarme toda la mugre encima. Le pido señor juez que usted, con su poder, mande gente al barrio, investigue, vea lo que se está viviendo”, dijo Carmen Medina. “Yo no estoy en contra de la empresa y de los puestos de trabajo, pero tiene que estar en otro lado”, continuó. Silvia, por su parte, remarcó: “El barrio estaba antes que Porta. Yo no me quiero ir pero tengo miedo por mis hijos”.

Al concluir los testimonios, el abogado de lxs amparistas Carlos González Quintana destacó que lxs vecinxs son afectados ambientales y que el objeto central de este amparo es exigir el cese de la actividad de la empresa para evitar que continué el daño ambiental, y en función del Principio Precautorio garantizado por la Ley General de Ambiente. Además, expresó que la empresa lleva alrededor de cinco años funcionando sin licencia ambiental, ya que solo cuenta con un aviso de proyecto y no cumple con lo exigido por la normativa vigente.

A pesar de la realización de dos relevamientos sanitarios (2014 y 2016) que indican datos alarmantes sobre la cantidad de enfermedades en la zona, y de que distintas instituciones, incluyendo a dependencias de la Universidad Nacional de Córdoba, han manifestado su preocupación por la situación que se vive en San Antonio, el Estado en sus diferentes niveles aún no ha dado respuestas a lxs vecinxs, quienes en distintas ocasiones de la audiencia subrayaron que se sienten abandonados por el mismo.

En ese sentido, el miembro del Ministerio Público de Defensa José Belisle -quien representa a lxs menores de edad en la causa-, cuestionó la ausencia de la empresa y sus abogados pero destacó que lo verdaderamente preocupante era la ausencia del Ministerio de Energía y Minería de la Nación, que debía presentarse en esta instancia como parte de la causa: “Esta audiencia se postergó para que ellos pudieran estar (…). Justamente en los testimonios todos hablaron de la ausencia del Estado y hoy esto se grafica con su ausencia en esta audiencia”. A la vez, Belisle propuso a una audiencia específica para escuchar el testimonio de lxs niñxs, al considerar que sus derechos se estarían viendo vulnerados.

La fiscal federal Graciela López de Filoñuk, quien fue la última en tomar la palabra antes de finalizar, expresó que el proceso de la audiencia realizada cumplió con los requisitos legales previstos. A la vez, afirmó: “Lo esencial es realizar una pericia, en la que las partes también nombren peritos de control, para determinar si la empresa contamina o no. Si estas pericias determinan que contamina, sea con bioetanol o con otra producción, se debe cesar la actividad. Usted como juez tiene la obligación de hacer cesar los efectos porque contaminar es delinquir”.

A partir de todo lo escuchado en la audiencia, Vaca Narvaja decidiría en dos semanas cómo continuará el proceso.

El apoyo fuera de Tribunales

Mientras lxs vecinxs declaraban en la audiencia, afuera de Tribunales se realizaron intervenciones artísticas y musicales, serigrafía, una olla popular con alimentos orgánicos y una concentración en apoyo. Pasadas las 14:30 hs., distintos medios alternativos comunitarios y populares emprendieron una trasmisión especial de radio, en la que se compartió tanto la historización de la lucha de San Antonio como también distintas resistencias socioambientales de la zona sur y la provincia de Córdoba. En ese marco, tuvieron la palabra el Grupo Madres de barrio Ituzaingó Anexo, Malvinas Lucha por la Vida, Mujeres en Marcha y Vecinos Autoconvocados de Santa Ana. El escenario se cargó de emotividad cuando lxs Vecinxs Unidxs en Defensa de un Ambiente Seguro (V.U.D.A.S.) salieron de la audiencia y tomaron la palabra para agradecer y contar lo sucedido en la jornada.Estuvieron presentes grandes artistas como Cristian Teti Cavo, Nicolás de Angelli, Juanchi Domínguez, Paulina Los Pájaros y Sol Viye, y, entre los músicxs la Cruza, Los Siquris del Viento y Flor de Cumbia. Para finalizar, Perro Verde y Julieta Cabo, vecina de zona sur, entonaron la canción “Fuera Porta de mi barrio”, a coro con todxs lxs presentes.

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RedECO