Las petroleras del sindicato

El Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Chubut es el único del sector en Argentina que incorporó a su estructura de organización la Secretaría de la Mujer. Su titular, Sirley García, habló con el OPSur de esta experiencia pionera. La charla tuvo sus derivaciones dado que resulta imposible pasar por alto la dura situación que enfrentan las trabajadoras y trabajadores del sector en esa provincia, acosados por la desocupación y la flexibilización laboral. También en ese ida y vuelta de palabras se filtró alguna pregunta sobre el vínculo entre la cuestión ambiental y las condiciones de trabajo.

Foto: El Patagónico.

Por Hernán Scandizzo

La técnica química Sirley García ingresó a la actividad sindical como delegada del laboratorio Epsilon, de Comodoro Rivadavia, y en el período 2012-2016 integró la Comisión Directiva del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Chubut como vocal suplente. “En esa gestión se trabajó mucho para crear un espacio para que las mismas mujeres tuvieran conciencia de que podían reclamar y de que tenían un sindicato que también tenía que mirarlas y atenderlas”, cuenta. De las 12 mil personas afiliadas al sindicato, unas 400 son mujeres que trabajan en distintas áreas de los yacimientos, que hasta entonces permanecían invisibilizadas. “Eso lo entendió la Comisión Directiva, algunos, no todos, pero sobre todo el secretario general Jorge Avila, y en 2013 se incluyó dentro del estatuto y de la estructura gremial la Secretaría de la Mujer”, relata. Desde entonces ella está al frente de la Secretaría, la única que existe en el universo de los sindicatos de esta actividad en Argentina.

“La Secretaría realiza, sobre todo, trabajo gremial”, puntualiza García, y el dato no es menor. “Obviamente tenemos trabajo social, de concientización en violencia y en acoso laboral”, destaca. “Hicimos muchísimas jornadas a raíz de muchos casos que nos llegaban de compañeras que sufrían este tipo de situaciones trabajando en los yacimientos.” También los derechos de la maternidad y los derechos laborales ocupan un lugar destacado en la agenda, “porque se desconocen totalmente los derechos que están en la Ley de Trabajo”.

Hace una pausa y encara al micrófono. “Siempre mirando los recibos de sueldo, porque por ahí, al desconocer sus derechos, las mujeres no reclamaban y había muchos conceptos que le correspondían” y no cobraban. “Tenemos un convenio que tiene muchos conceptos, por ejemplo, de disponibilidad, de guardias pasivas, y siempre para la mujer era como que estaba en discusión si le correspondía. Hacía el mismo diagrama, nada más que en limpieza. ¿Le corresponde la disponibilidad? Entonces había que demostrar que le correspondía, que la disponibilidad no era por la tarea sino por la disponibilidad justamente”.

Corta la enumeración de tareas emprendidas desde la Secretaría y reitera que la principal fue lograr que sus compañeras “puedan ir a la institución y decir: ‘esto también es mío’, porque no iban al sindicato, no había presencia de mujeres en todo el edificio, no existía. “Obviamente que en lo discursivo está la inclusión de la mujer y la igualdad, pero después, en los hechos, no lo ves. Tuvimos contacto con mujeres de [Sindicato de] Camioneros, que también es un gremio muy fuerte acá y a nivel nacional, tenían la Secretaría de la Mujer para tareas netamente sociales o eventos sociales, no las dejaban participar en la parte gremial, ni en la reforma de un convenio ni aportar absolutamente nada. En [el Sindicato de Petroleros] Jerárquicos pasa exactamente lo mismo, hay muchísimas jerárquicas, sin embargo la Secretaría de la Mujer no existe, y las que están como delegadas se ocupan solamente de eventos sociales y nada más.”

Ante ese panorama, ¿qué condiciones se dieron en el Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Chubut para que se pueda desarrollar este proceso?, es una pregunta obligada. “La verdad lo pienso mucho, porque fuimos dos las que empujamos esto, pero creo que teníamos una convicción tremenda de que tenía que existir. Se dio también en la sociedad, en ese momento, como una concientización de que la mujer tiene que estar, y era mal visto que si una mujer pedía, no lo dieran. Eso lo vio el secretario general [Jorge Avila], que estaba en una interna [con Mario Mansilla] y quería ganar.”

Acto de inauguración de la Secretaría de la Mujer. Foto: El Comodorense.

La existencia de la Secretaría y sus líneas de intervención marcan un hito en un gremio integrado mayoritariamente por hombres, que proyecta la impronta del macho petrolero. García recuerda el revuelo que generó al interior de la cúpula del sindicato la adhesión al proyecto impulsado por la entonces senadora nacional Nanci Parrilli (FpV), que proponía el cupo femenino para la actividad. “Al final el proyecto no prosperó, si bien tuvo media sanción de Senadores, cuando fue a Diputados cambió el gobierno y quedó ahí. Alguien tendría que agarrar nuevamente la posta, pero con la situación petrolera de hoy, y con la ideología del gobierno nacional, olvidate”, sentencia.

Flexibilizados/as

“El panorama viene complicado porque hoy [las empresas] tienen el respaldo de un gobierno nacional que las envalentona para despedir, extorsionar”, dispara. “En Chubut se criticó durísimo la adenada que firmó primero [el sindicato en] Neuquén, el secretario general [Jorge Ávila] le prometió a los trabajadores que él jamás sería Pereyra (1), que antes se iba [del Sindicato]… A los tres meses puso el gancho”, subraya.

Eso fue una gran discusión dentro de la Comisión Directiva. Casi la mitad de la Comisión Directiva no estaba de acuerdo, y el secretario general tomó una iniciativa solo, viajó a Buenos Aires y firmó. Hubo muchos sectores que se levantaron. Hubo una asamblea que duró seis horas, que fue durísima con la conducción del gremio. Yo no estuve de acuerdo con la adenda, lo expresé en la Comisión Directiva y lo volví a expresar en la asamblea. De hecho, desde que empezó esta situación hemos tenido cuatro mil despidos, cuatro mil personas menos en la actividad. Y firmamos la adenda y sin embargo Pan American anuncia que va a bajar cinco equipos más. Y firmamos la adenda y Tecpetrol se quiere ir. Y firmamos la adenda y… no les es suficiente, no va a ser suficiente hasta que dejen el número de gente que quieren dejar.

-La fusión de Axion y PAE, el surgimiento de la “principal petrolera privada integrada”, ¿en Chubut no se traduce en inversiones y estabilidad laboral?

No, creo que al contrario, va a ser el poder económico y va a presionar, porque tienen hoy todas las reglas hechas para ellos. A nosotros no nos representa mano de obra, no nos representa absolutamente nada. Creo que es una de las peores épocas en las que se encuentra el trabajador, las estructuras gremiales las han ido desarmando, dividiendo, y también generando en la sociedad un concepto totalmente negativo de lo que es un sindicato, de lo que significa, de lo que representa. Muchas veces la misma sociedad se ha volcado en contra, y el sindicato es la última defensa, porque después de eso no tenés nada. Si vos tenés que ir a negociar con el patrón, estás en desventaja.

Foto: Minuto 1

Ambiente y condiciones de trabajo

El 4 de octubre Sirley García intervino en la mesa redonda Desarrollo sostenible y recursos naturales en la Patagonia: retos y desafíos, realizada en el marco del Taller Internacional organizado por la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco y la Universität Kassel. Allí señaló que no está internalizado en los trabajadores el derecho a gozar de un ambiente sano y que es una asignatura pendiente en los gremios del sector. Grabador de por medio, el tema vuelve. ¿Desarrollar esa perspectiva al interior del sindicato, es posible? “Lo veo en un tiempo muy lejano, porque hay que cambiar, primero, la cabeza de la dirigencia. Si el secretario general, si la máxima autoridad de un sindicato no tiene un concepto del medioambiente, del cuidado, de la seguridad, es muy difícil que para abajo se dé. Pienso que esta generación más joven, que por ahí tiene más acceso a las redes sociales y puede tener información de un montón de cosas, pueda ser la que cambien esa visión. El trabajador que hace diez, quince, veinte años o que está a punto de jubilarse, es muy difícil que adquiera una visión de cuidado del medioambiente o del cuidado de su propia salud.”

-¿En el sindicato se establece la relación entre lo ambiental y las condiciones de trabajo?

Se discute, de hecho nuestra estructura gremial tiene la Secretaría de Seguridad y Medioambiente que se encarga de eso, pero hay poca concientización en el trabajador. Tenemos muchísimos casos de personas muy jóvenes con hernias de disco, con problemas en las rodillas, con problemas en la cintura; en los laboratorios tuvimos casos de intoxicación por absorsión de la piel de altos niveles de solventes, que excedía varias veces lo que permite la ley. Pero cuesta muchísimo, la empresa lo primero que te ofrece es plata, no quiere invertir en seguridad, no quiere invertir en remediación, no quiere invertir en capacitación. Y la gente, lamentablemente, no entiende que el dinero no le va a subsanar ni una hernia de disco o cualquier tipo de enfermedad o situación de discapacidad que te genere el trabajo, que es de por vida. Ves los expedientes en la Subsecretaría de Trabajo y la mayoría de los reclamos por seguridad son resueltos con más dinero, con alguna compensación.

Está más presente en las mujeres, sobre todo creo que por una cuestión de que en su mayoría son madres y empiezan a tener esa visión: “Si yo me enfermo, qué le pasa a mi hijo”. En el hombre no existe directamente; “si corro riesgos por este trabajo, quiero más plata.” Se han propuesto algunas alternativas pero no prosperan porque el trabajador no está concientizado de eso, piensa en hacer dinero en poco tiempo y disfrutarlo. Hay un nivel muy alto de consumismo. Las familias en Comodoro, en un momento, tuvieron un alto nivel económico, entonces después hay que sostener ese nivel económico; y eso ha provocado una rueda que no para.

Con diagramas generalmente de 12 horas, ¿cuándo te capacitas? Cuando volves a tu casa te puedo asegurar que te quedan muy pocas ganas de capacitarte. Es una actividad muy dura, de hecho hoy pasa con todos los jóvenes que se han quedado sin trabajo en el petróleo, que tal vez trabajaron ocho, nueve años. No tienen otra cosa, no saben hacer otra cosa. Tampoco el trabajo, ni la jornada, ni los diagramas les ha permitido a ellos ver otras cosas. “Me quedo sin trabajo” es “me quedo sin trabajo y estoy esperando a ver si repunta la actividad para entrar al mismo trabajo”.

-¿Y campañas desde el sindicato?

Han habido jornadas pero no las suficientes. Desde la misma estructura no han habido recursos suficientes destinados a esas cosas, se hacen capacitaciones pero siempre a nivel de los dirigentes, no del trabajador. Porque no se pueden hacer determinadas reuniones, porque hay que cumplir el diagrama de trabajo, porque la producción. ¿Sacar un trabajador un día de un yacimiento? Dentro de los derechos laborales está el derecho a capacitarte, pero la empresa te dice: “No, me tenés que dejar una guardia. Acá no se puede ir todo el mundo…”. Siempre se prioriza la producción.

Pero además es muy difícil, es un gremio muy grande, donde había mucha gente y muchas operadoras. Muy sectorizado también todo, no estamos todos juntos. Por ahí una operadora es más accesible a algo, la otra no. También desde el Estado hay una gran responsabilidad de no cuidar ni a sus trabajadores y mucho menos el medioambiente, no está en agenda, no existe.

Nota:

1 Se refiere a Guillermo Pereyra, secretario general del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, La Pampa y Neuquén, que fue el primero en firmar la adenda que flexibiliza las condiciones de trabajo.