La UAP (Unión de Asambleas Patagónicas) repudia la persecución que iniciaron, el pasado jueves 8 de marzo, las fuerzas policiales en la ciudad de Bariloche. Sin orden de allanamiento, ni identificación, la Policía de Rio Negro desplegó operativos violentos en varias casas, donde entraron pateando puertas, amenazaron a las personas, revolvieron los muebles y se fueron preguntando: “¿Vos que tenés que ver con los mapuches?, Cuidado con quién te juntas, sabemos que estás rompiendo las bolas con los mapuches.”
Si bien se radicó una denuncia en la Unidad Fiscal Nº3 de Bariloche, desde la UAP queremos hacer visible y denunciar públicamente esta metodología de apriete e intimidación que se repitió en todos los hogares allanados.
Esta violencia policial también la sufrieron las personas detenidas tras la represión del 5 de marzo, el día que se conoció la decisión del juez Gustavo Villanueva de extraditar al lonko Facundo Jones Huala. Tras la cacería y la detención de 16 personas, entre ellas la de un menor de 14 años que también recibió diferentes abusos por parte de la policía, varias de las personas detenidas fueron golpeadas, insultadas y llevadas al baño encapuchadas.
Todas estas acciones de represión, persecución política e intimidación no son hechos aislados de violencia policial. El gobierno nacional, desde el ministerio de seguridad encabezado por Patricia Bullrich y en complicidad con Autoridades Provinciales de Seguridad y medios hegemónicos intentan hacer del pueblo mapuche un “enemigo interno”. Esa es la razón que justifica todas estas acciones que permitieron la muerte de Santiago Maldonado tras una represión ilegal de gendarmería, la muerte de Rafael Nahuel con un tiro por la espalda en una represión de Prefectura y la persecusión política del Lonko Facundo Jones Huala para su extradición a Chile, en un juicio viciado de incongruencias.
Esta secuencia de acontecimientos son la clara muestra de una decisión del gobierno nacional y los gobiernos provinciales de privilegiar a empresarios y terratenientes para lograr el control sobre los territorios.
Es notable la velocidad con la que actúan los órganos judiciales, aplicando leyes para desalojar y reprimir en contraposición a la lentitud con la que se resuelven los casos donde están incluidos los abusos de las fuerzas represivas estatales.
No nos llama la atención que un gobierno, que solo de palabra dice favorecer el dialogo, genere en los hechos tantos atropellos desde las fuerzas represivas sin mediar una palabra. Tal es así que el informe 2017 de la coordinadora contra la represión policial e institucional (CORREPI) explicita que en dos años de este gobierno se incrementó la violencia estatal de manera alarmante: hay un muerto cada 23 horas a manos del estado, dando como resultado el mayor pico represivo desde 1983, situación ante la cual el gobierno afirma que los uniformados tienen el beneficio de la duda.
Desde la UAP repudiamos el amedrentamiento que sufrieron las vecinas y vecinos de Bariloche solidarias con el pueblo mapuche.
Repudiamos la represión y cacería que se dio el lunes 5 de marzo tras el dictamen contra el Lonko Facundo Jones Huala.
Denunciamos la militarización de los territorios patagónicos y el constante hostigamiento hacia las comunidades originarias y militantes que apoyan sus causas.
Apoyamos la autodeterminación del pueblo mapuche, reconocida en la Constitución Nacional Argentina.
Elegimos la construcción popular de otro modelo de desarrollo distinto al de las multinacionales y sus gobiernos Títeres
Libertad al Lonko weichafe Facundo Jones Huala.
Libertad a todxs lxs detenidxs por luchar.
Justicia por Santiago Maldonado y Rafael Nahuel.
NI SANGRE NI VENENO EN LA PATAGONIA
UAP – Unión de Asambleas Patagónicas.
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