Por Marcelo García.- El sector petrolero de las provincias patagónicas padeció la pérdida de 8.273 empleos, y la gran mayoría fueron despidos. Solamente en la Cuenca del Golfo San Jorge se perdieron 4.500 puestos de trabajo.
La crisis del empleo petrolero comenzó durante 2015, cuando el precio internacional del crudo se desplomó y las compañías del sector comenzaron a implementar planes de ajuste para reducir su capacidad operativa, bajando equipos perforadores, achicando los niveles de producción y despidiendo miles de obreros del sector.
El Ministerio de Trabajo de Nación dio a conocer en los últimos días los datos regionales del empleo que elabora el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y allí se puede detectar que el trabajo petrolero en la Patagonia sufrió un durísimo impactodesde 2015.
Entre el tercer trimestre de 2015 e igual período de2017 se produjo la pérdida de 8.273 puestos de trabajo petroleros en la provincias patagónicas, que centralizan la extracción de crudo y gas.
La oleada de despidos se completó con retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas, acumulándose 4.249 puestos de trabajo destruidos hasta 2016 y 4.024 hasta el tercer trimestre del año pasado.
La fuerte expulsión de trabajadores petroleros no tiene una relación directa con las alzas y bajas del precio internacional del crudo, ya que en 2015 el WTI cotizó a 48,7 dólares, mientras que en 2016 bajó a los 43,2 dólares por barril; pero en 2017 subió a 50,9 dólares y el aumento en el precio no evitó el avance de los despidos.
Tampoco variaron significativamente la pérdida de empleo petrolero en la Patagonia los cambios que se introdujeron en los convenios colectivos de trabajo de los obreros del sector, tanto en los convencionales de Chubut, como en los no convencionales de Santa Cruz. En cambio en Neuquén las nuevas condiciones laborales para Vaca Muerta comenzaron a generar una incipiente recuperación del empleo en el sector.
Durísimo golpe en la CGSJ
Más de la mitad de los despidos y empleos destruidos en la provincias patagónicas se produjo en la Cuenca del Golfo San Jorge. En dos años se perdieron 4.501 puestos de trabajo y el peor de los escenarios se concretó entre el tercer trimestre de 2016 y el mismo periodo del año pasado, cuando se produjeron 2.436 despidos entre Chubut y Santa Cruz; los 2.065 restantes se concretaron durante el primer año analizado.
En Chubut los despidos ascendieron en dos años a los 2.187, produciéndose en un escenario relativamente equilibrado a lo largo de todo el proceso, totalizándose 1.170 despidos en el primer año y 1.017 en el segundo. De 14.547 puestos de trabajo registrados en el tercer trimestre de 2015 se pasó a 12.270 en el tercer trimestre del año pasado.
En Santa Cruz los despidos ascendieron a 2.314 y lo peor se vivió el año pasado. Entre el primer trimestre de 2015 e igual período de 2016 la expulsión de obreros petroleros llegó a 895; en tanto que entre 2016 y el tercer trimestre de 2017 la cifra trepó a 1.419.
Sobre un total de 10.434 puestos de trabajo santacruceños en el tercer trimestre de 2015 se cayó a 8.120 en igual período del año pasado.
Tanto en Chubut como en Santa Cruz la destrucción de empleo aún no muestra señales de recuperación y en el tercer trimestre de 2017 se produjeron 692 despidos entre ambas provincias; en tanto que el promedio trimestral de los dos años en cuestión refleja 563 despidos cada 90 días.
Neuquén con indicios de repunte
En la Cuenca Neuquina el panorama de los despidos petroleros no es para nada mejor que en la CGSJ, ya que alcanzó un total de 3.471 empleos destruidos a lo largo de dos años.
La gran diferencia surge en que durante el tercer trimestre de2017 comenzó a producirse una leve recuperación de los puestos de trabajo y en que el 85% de los despidos se generaron exclusivamente en la provincia de Neuquén por encima de la de Río Negro.
El segundo trimestre del año pasado fue el punto más bajo del empleo petrolero neuquino con 17.591 trabajadores, pero en el trimestre siguiente se generó un incremento de 425 nuevos puestos de trabajo.
Específicamente la provincia de Neuquén tenía en el tercer trimestre de 2015 un total de 20.964 trabajadores petroleros y ese fue su punto histórico más elevado; pero un año después se habían perdido 1.693 empleos y para el año siguiente los despidos llegaron a 1.255.
Solamente en Neuquén se destruyeron 2.948 puestos de trabajo y el tercer trimestre del año pasado cerró con 18.016 obreros del sector.
En la pequeña porción de la Cuenca Neuquina que le corresponde a la provincia de Río Negro la pérdida de empleo petrolero fue de 523 puestos en el período de dos años, de los cuales 151 se produjeron en el primer año y 372 en el segundo.