¿Cómo enfrentamos el cambio climático? Con sólo pensarlo nos vienen imágenes de grandes nubes, corrientes marinas, inundaciones, huracanes y sequías frente a los cuales lo que podamos hacer parece nulo. Frente a ellos no hay cartelitos con frases piolas, ni marchas que sirvan. El poder responsable de esta crisis también se ha encargado de eso: de ponernos la cancha lejos…
En Madrid empieza la 25° Conferencia de las Partes o COP25 que es el órgano supremo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC). En ella, los gobiernos debaten y se plantean medidas para mitigar los efectos de la crisis climática derivados de la acción humana… y hasta ahora han fracasado rotundamente.
Mientras las emisiones de gases de efecto invernadero no han parado de crecer, las lógicas que sustentan los modelos de “desarrollo económico” responsables de esta crisis gozan de buena salud. Aún más, las “soluciones” que se plantean “por arriba” parten de las mismas lógicas que nos llevan al abismo. Si “cada crisis es una oportunidad” el capital ha sabido aprovechar cada una, y en este caso no es distinto: geoingeniería, bonos de carbono, etc. Los nuevos negocios del capital con la crisis climática que generó.
Pero por abajo los pueblos no sólo somos los que sufrimos con más crudeza los efectos del cambio climático, sino que hemos ido instalando el debate sobre sus verdaderas causas y construimos alternativas que abren horizontes nuevos para todos y todas.
Aprovechando el inicio de la COP25 conversamos con compañeros y compañeras sobre distintos aspectos de un problema complejo, pero con causas y soluciones mucho más cerca de lo que parece.
#COP25 | Conversamos con Enrique Viale de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas
Mientras las evidencias del cambio climático son cada vez más contundentes y se reconocen niveles de emisiones que lejos de disminuir aumentan…
Huerquen: En pocos días arranca COP25 y la Contracumbre de los pueblos. Brevemente contanos ¿qué es COP25 y qué escenario se plantea?
Enrique Viale: Está por arrancar la COP25 que como se sabe, originariamente era en Chile, en el sur global, y por el estallido social en ese país fue trasladada a Madrid. Esto es muy preocupante y enmarca un poco también la tendencia de que el norte global termina monopolizando todos estos debates. Había mucha expectativa de que se iba a realizar en el sur, con una gran participación de organizaciones sociales y de la sociedad civil; incluso con la llegada de Greta Thumberg que generaba mucha expectativa. Así que por ese lado hay una decepción muy grande pero a la vez muchos y muchas hemos decidido mantener las actividades que se iban a realizar paralelamente a la cumbre del cambio climático. Es decir que vamos a estar en Santiago y, en los mismos días en que se iba a realizar la cumbre, vamos a hacer la cumbre de los pueblos como una convención paralela de la sociedad civil.
Hqn: ¿Por qué hay una contra cumbre de los pueblos? Y ¿qué se espera que suceda allí?
EV: En la contra cumbre vamos a desarrollar los temas que la mayoría de las veces no se tratan en la cumbre oficial. Era interesante que sea en el mismo espacio físico o ciudad y al mismo tiempo. Sin embargo vamos a continuar con eso, que es claramente debatir los modelos de desarrollo. No sólo debatir cómo bajar emisiones, como se plantea en las cumbres oficiales muchas veces con discursos vacíos, sino discutir realmente qué es lo que pasa en los territorios. Por eso era tan importante que se haga en el cono sur donde el extractivismo está generando grandes vulneraciones de derechos de la naturaleza y obviamente también derechos humanos con centenares de muertes anuales de líderes y lideresas protectoras de la naturaleza y sociales. Todos esos debates se van a mantener. Nosotros vamos a participar de varios de ellos y esperemos que pueda ser una caja de resonancia sobre todo esto.
Hqn: En Argentina se acaba de aprobar la llamada “Ley de Cambio Climático”. Contanos en qué consiste la norma y cómo fue la génesis de su redacción y aprobación.
EV: La Ley de Cambio Climático es una ley de presupuestos mínimos para la adaptación y mitigación del cambio climático, es un marco normativo básico en el contexto de las leyes de presupuestos mínimos que no es para nada menor, porque su existencia es a partir de la reforma de la constitución y hay pocas leyes de presupuestos mínimos. Es un marco básico para enfrentar a confrontar y enfrentar tanto las consecuencias como las causas del cambio climático en la Argentina. Como en toda ley de presupuestos mínimos no sólo obliga al Estado Nacional sino también a las provincias. Esto es muy importante porque hay muchas provincias que no tienen dentro de su políticas públicas ningún tipo de iniciativa relacionadas con este flagelo que es uno de los mayores desafíos de la humanidad. La ley es muy interesante en muchos aspectos, que quizá no han trascendido tanto; tiene el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas expresamente expuesto en el texto. Es decir que somos todos responsables del cambio climático
pero hay algunos que son más responsables de él. Y esto no sólo a nivel internacional, o sea norte y sur; los países del norte han contribuido de manera desproporcionada a generar las causas del cambio climático sino, también dentro del país: No es lo mismo una minera que consume la energía de una provincia entera como La Alumbrera que cualquier habitante de Catamarca donde está ubicada por ejemplo.
La ley tiene también otras cuestiones como el principio de prioridad de atender a los sectores más vulnerables con las políticas públicas de cambio climático. Sobre ellos se acentúan sus efectos; impactan con más fuerza lesionando derechos. Los sectores sociales más vulnerables de la sociedad sufren desproporcionadamente sus efectos.
Esta ley se trabajó muchos años. Fueron 5 años trabajando para lograr los consensos, con modificaciones etc, y por eso ha salido por unanimidad. En julio en el senado y ahora en diputados, sin votos en contra también. Es decir que ha tenido los consensos necesarios para que se convierta en una política de Estado y resulta fundamental también ante la posibilidad de que tengamos un futuro Bolsonaro o Trump, que son negacionistas del cambio climático, y en este caso hay una ley que obliga a tener políticas públicas sobre esto y no pueden ser desconocido por ningún funcionario.
Hqn: Alrededor de las leyes y su aplicación, y salvando distancias con antecedentes como bosques, glaciares, agricultura familiar o todo lo referente a los derechos de los pueblos originarios ¿estamos frente a una “declaración de buenas intenciones” o una herramienta concreta?
EV: Claramente yo soy de la teoría de que las leyes no son sólo “buenas intenciones”, y mucho menos la ley de glaciares o la de bosques, junto a esta ley de cambio climático. Siendo abogado siento que me da herramientas concretas para exigir políticas públicas o confrontar. Si bien en muchos casos no hemos logrado su plena aplicación, por ejemplo en glaciares o bosques (esta ley es nueva), pero no olvidemos que gracias a la Ley de Glaciares hay 44 proyectos mineros que no están avanzando. Esto es concreto y por eso tienen permanentemente una espada de Damocles sobre ella para modificarla y que puedan avanzar. Lo mismo la Ley de Bosques, si bien no logramos su plena aplicación sí ha otorgado herramientas concretas para enfrentar desmontes que antes estaban absolutamente legalizados, y más aún por las provincias no? Obviamente que las leyes no son la solución a todo, lo sabemos muy bien; en Argentina sobre todo en las luchas antiextractivistas hay una relación de ida y vuelta con la legislación. Por ejemplo provincias tienen prohibida la minería con sustancias tóxicas, y eso fue algo logrado a partir de movimientos ciudadanos. Es decir que esto se gana en las calles; en las calles confrontando, en las calles generando debates en la opinión pública no? Ese es el gran desafío del momento; las leyes no son la solución a todo pero sí son una herramienta para la lucha.
Hqn: En tu opinión ¿de qué depende que podamos revertir el rumbo de abismo que representa el aumento de la temperatura global?
EV: Cualquier discusión sobre el cambio climático, sus causas y consecuencias, sin abordar los modelos de maldesarrollo imperantes serán sólo habladurías. Nosotros creemos que es fundamental discutir a nivel nacional, regional y mundial los modelos de producción que existen y se imponen. La división internacional del trabajo, con América Latina como exportadora de naturaleza como si fuese un destino. Qué pasa con las economías regionales; qué pasa con el agronegocio que en nuestro caso ocupa 23 millones de hectáreas sólo de soja transgénica; el modelo de fracking en la Patagonia con Vaca Muerta; el modelo de megaminería en la cordillera. Si no discutimos eso serán sólo parches superficiales y me parece que por ahí pasan las discusiones del momento. La discusión sobre el cambio climático tiene que ir por ese lado.
Buenos Aires, noviembre de 2019