Puertos petroleros en Bahía Blanca y el Golfo San Matías: ¿Cómo esperar algo diferente?

Mientras Río Negro avanza a la fuerza las condiciones para construir un enorme puerto petrolero en el Golfo San Matías, en el transcurso de dos meses el Estuario de Bahía Blanca sufrió tres derrames de hidrocarburos asociados a las actividades industriales de Puerto Rosales que está ampliando su capacidad de transporte.

-Por Carolina Blumenkranc.-

El 27 de diciembre de 2023, Natalio Huerta salió a pescar a las 4.30 de la mañana como  cada día desde hace 25 años. Se dirigió a la zona de pescadilla, la especie que más abundaba en el Estuario de Bahía Blanca. Por aquellas señales que sólo interpretan rápidamente los pescadores artesanales (corrientes, vientos, mareas), decidió cambiar de rumbo hacia los camarones y langostinos. La luz del día  le permitió darse cuenta de que venía navegando sobre una enorme mancha de petróleo. “Ya habíamos hecho 10 kilómetros y la mancha seguía”,  cuenta. 

A partir de la denuncia de Natalio ante Prefectura Naval y la viralización de un video que grabó y difundió por sus redes sociales, la empresa de logística de almacenamiento en tanques y responsable del derrame, Oiltanking Ebytem S.A., activó el Plan de Contingencia. Para entonces, habrían transcurrido entre 22 y 24 horas desde el incidente y alrededor de 750 mil litros de crudo se desparramaban en uno de los humedales más importantes de la costa bonaerense. 

Siempre hablan de la tecnología, de los controles, prometen que la próxima vez serán mejores. Usan esa narrativa como estandarte de los proyectos que quieren implementar en nuestros territoriospuntualiza Fabricio Di Giácomo que, desde Las Grutas, provincia de Río Negro, mira los sucesos de Bahía Blanca como espejo del futuro perverso que planifican en sus costas. 

Foto: Julio Benítez. La ría en Puerto Cuatreros-
Foto: Carolina Blumenkranc. Las Grutas, Golfo San Matías, 2023.

Fabricio forma parte de la Multisectorial en Defensa del Golfo San Matías, una de las organizaciones socioambientales de Río Negro que, junto con las de Chubut y las Comunidades de la Costa Atlántica, vienen sosteniendo la defensa de los territorios afectados por el proyecto Vaca Muerta Sur. Se trata de la construcción de un oleoducto que atravesará 600 km desde la cuenca neuquina hasta Punta Colorada, en el Golfo San Matías, con un enorme puerto petrolero. Desde ese punto saldrá el crudo mediante dos monoboyas que se instalarán mar adentro, a 6 kilómetros de la costa. Para ello, el Gobierno de Río Negro impulsó la modificación de la Ley 3308 que supo proteger el Golfo de este tipo de actividades. La modificaron en un recinto cerrado y de forma exprés, entre agosto y septiembre de 2022, generando un marco legal a demanda de  YPF. 

Bahía Blanca tiene décadas de laburo continuo, paquetes tecnológicos, empresas internacionales y, sin embargo, en menos de dos meses hubo tres derrames–  retruca  Fabricio a los legisladores que, aún frente a las noticias que llegan desde Puerto Rosales,   sostienen la idea de que el avance tecnológico permite evitar los incidentes. . 

En la franja costera de Bahía Blanca coexisten distintos conflictos ambientales: las ciudades vuelcan sus efluentes cloacales e industriales sin tratamiento, la actividad portuaria y petroquímica generan contaminación hídrica, atmosférica y sonora; y, desde fines de los 70, la industria hidrocarburífera acentúa y profundiza este combo que los vecinos llaman “desastre”. El avance tecnológico evitó ni remedió  la degradación del medio. 

En la década del ´90 inició el proceso de desregulación, ampliación y privatización del puerto, dejando a la comunidad sin acceso al mar. La lógica del capital ligada al extractivismo supuso el despojo de los bienes comunes y dio paso a situaciones de vulnerabilidad social y de violencia institucional y empresarial. 

“Contra estas grandes corporaciones no podés remar, hay muchos intereses creados” explica Natalio Huerta que conoce de cerca las batallas dadas por los pescadores artesanales, tanto en el ámbito de la opinión pública como en el judicial. En junio de 2023, Lucas Beier, representante legal querellante por la Asociación de Pescadores Artesanales de la Ría de Bahía Blanca, hizo pública la imputación y el pedido de indagatoria que recibieron tres de los trabajadores por manifestarse frente a la empresa Dow. 

En un comunicado de prensa, los pescadores expusieron: “si denunciás a los poderosos te prenden fuego el auto, te tiran brea en tu casa, te amenazan con armas y te arman una causa penal. Pero a los responsables de dañar ambientalmente el estuario (…) se los aplaude, se los enaltece, y el fiscal termina firmando acuerdos a espalda de los denunciantes a fin de que la causa penal por contaminación se extinga”.

El argumento del derrame como accidente aislado

La empresa Oiltanking se instaló en Bahía Blanca en diciembre de 1996 en el marco de un concurso para la construcción de la terminal EBYTEM en Puerto Rosales. Junto a la empresa ganadora del mismo crearon Oiltanking Argentina S.A y actualmente posee el 70% de las acciones, mientras que el otro 30% es de YPF. En su página web, Oiltanking Ebytem S.A se jacta de que YPF, además de ser copropietaria, es su principal cliente ya que “no hay terminales alternativas disponibles para abastecer a su refinería”

La petrolera de bandera busca construir, entonces, un puerto exportador de crudo más grande en el Golfo San Matías para aumentar dos veces y media la capacidad de evacuación de la producción de crudo de Vaca Muerta. Este proyecto fue muy bien recibido por el Gobierno de Río Negro y señalado como el hito que hará que la provincia deje de ir a contramano en la carrera hidrocarburífera.

Los procedimientos raudos, inconstitucionales y antidemocráticos que llevó a cabo el gobierno de Río Negro están intrínsecamente ligados a lo que Pablo Iuliano, ex CEO de YPF, describió como un “hermoso problema” en el coloquio IDEA 2023. Explicó que los cuellos de botella exigen respuestas de velocidad, volumen e inversión: El proyecto Vaca Muerta Sur es competitivo, permite utilizar barcos que cargan el doble y bajan los costos de logística y transporte 

En este vertiginoso contexto:¿Los derrames son accidentes o son parte del mismo sistema?”, se pregunta el biólogo, filósofo e investigador Guillermo Folguera en un conversatorio en vivo que reunió activistas socioambientales de zonas ya afectadas de la provincia de Buenos Aires -como Bahía Blanca y Magdalena- y la provincia de Río Negro el pasado miércoles 21 de febrero. Montserrat “Tata” Gayone, de la Coordinadora Socioambiental de Bahía Blanca responde: Hace muchísimos años que vivimos en el desastre de tener un polo petroquímico y un puerto en crecimiento. No son accidentes, actúan así sistemáticamente. Por algo la ciudadanía no tiene acceso al puerto y son los pescadores los únicos que descubren y denuncian los derrames”. 

Imagen: Observatorio de Sismicidad Inducida. Derrame de crudo, diciembre de 2023, Bahía Blanca.
Simulacro de derrame en el Golfo San Matías.

Por su parte, el pescador Natalio Huerta lo ratifica en una entrevista con este medio: Siempre hubo derrames, tuvimos uno muy grande en el año 91, hicieron un desastre. El petróleo que juntaron fue enterrado en las costas en más de 1000 tambores que se fueron pudriendo y la pesca fue decayendo, decayendo” 

Por eso, no resultó una sorpresa que el 17 de enero de 2024 volviera a ocurrir un derrame en Bahía Blanca. La empresa comunicó que el siniestro se dio por una falla durante la operación del buque tanque San Matías. Esta vez en la otra monoboya, Punta Cigûeña. También informó que el Sistema Nacional de Preparación y Lucha contra la Contaminación por Hidrocarburos y otras Sustancias Nocivas y Sustancias Potencialmente Peligrosas (PLANACON) fue activado por la Prefectura Naval de forma inmediata. 

Mediante un comunicado de prensa,  el Ministerio de Ambiente de la provincia Buenos Aires anunció que suspendía preventivamente las actividades  de Oiltanking y solicitó a la Secretaría de Energía de Nación -organismo habilitante de la actividad de la empresa- que supervise de manera urgente la operatoria de la empresa para corroborar si estaba en condiciones de continuar. 

El sábado 20 de enero,  3 días después del segundo derrame, se levantó dicha suspensión en virtud de una comunicación que remitió la empresa al Ministerio de Ambiente de la Provincia informando que las averías ya estaban reparadas. 

Lo que aún no se pudo conocer es el estado de la investigación: el abogado de los pescadores, el Dr. Lucas Beier informa que no se registran novedades. La Unidad Fiscal para la Investigación de Delitos contra el Medio Ambiente (UFIMA), a través de su Secretaria de Fiscalía de Primera Instancia, María Celina Bo, informó que la causa se encuentra en estadíos preliminares y que por el momento la investigación corresponde a la Justicia Federal de Bahía Blanca. La UFIMA amplió la denuncia aportando antecedentes y fallos para afianzar la investigación sobre las responsabilidades. 

El argumento de la convivencia

El 14 de febrero, la Estación de Rescate de Fauna Marina Guillermo “Indio” Fidalgo informó  un nuevo derrame: el tercero en menos de dos meses. Una vez más, los pescadores encontraron sustancias oleosas mientras navegaban cerca del canal principal. Según algunos portales informativos, se trataba de una mezcla de fuel oil y aceite. La empresa Oiltanking advirtió que no fue la responsable de este “incidente” pero  se ponía a disposición para incluirlo entre las tareas de mitigación de los derrames previos.

Según informó la empresa, esas  tareas de remediación, contención y mitigación iniciaron el sábado 30 de diciembre, a días del enorme derrame. Natalio Huerta hace referencia al método de limpieza en el que  aún trabajan contratistas especializados: Todos los días están limpiando la costa, la gente va con bordeadoras a cortar el pasto de los humedales, ahí arriba de la isla. El objetivo es reducir la cantidad de hidrocarburo presente.

Además de la contaminación y el movimiento que generan las tareas de limpieza, hace 6 meses la empresa inició la construcción de un muelle de 2000 metros  frente a la monoboya de Punta Cigüeña. “Antes amarraban un barco en la monoboya, ahora van a amarrar dos barcos en ese muelle para descargar petróleo”- explica Natalio. 

Se trata del proyecto de ampliación de Puerto Rosales que Oiltanking puso en marcha para no quedar atrás de Oldelval e YPF en la carrera extractivista. Apunta a reemplazar las monoboyas existentes por un muelle de estructuras fijas para  buques de mayor porte, lo que permitirá  aumentar la capacidad  de la terminal. 

“Dicen que hicieron un estudio de impacto ambiental y es mentira” cuenta Natalio. “Nunca nos llamaron, nunca nos consultaron a los pescadores artesanales de Puerto Rosales, o del Puerto Ingeniero White a ver si nos perjudicaban”

Los ruidos, golpes y perforaciones alejan a los peces. Durante el verano,  los pescadores artesanales podían regresar con 100 o 200 cajones de pescado. Sin embargo,este 21 de febrero volvieron con 2 kg de langostinos y 1 kg de camarones. “No salvamos ni para el sándwich. Ni para comprar un kilo de yerba para el mate.” lamenta Natalio. 

Imagen: Horacio Fernández. Puerto de Ingeniero White
Imagen: Carolina Blumenkranc.
Encuentro Plurinacional por un Mar Libre de Petroleras, Las Grutas.




El argumento del desarrollo sustentable

En su último informe de biodiversidad (2023), YPF reconoce que el 90% de las zonas donde opera son áreas sensibles y/o protegidas. Es decir, trabajan en ecorregiones cuyos ecosistemas albergan una enorme cantidad de especies, muchas incluso en peligro de extinción. En función de esto, la empresa propone, entre otros puntos: integrar la biodiversidad en la toma de decisiones; priorizar la implementación de programas de restauración; decidir si operar y cómo hacerlo si se trata de un área protegida o sensible, teniendo en cuenta el tipo de área, así como el tipo de actividad a realizar. 

Este informe pretende nutrir de argumentos del “desarrollo sustentable” documentos e instancias vinculadas a proyectos extractivos como, por ejemplo, la Audiencia Pública que realizó en agosto de 2023 la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático, por entonces todavía a cargo de Dina Migani, en la localidad de Sierra Grande.  

Con el objetivo de cumplir con la instancia normativa para avanzar con el Proyecto Vaca Muerta Sur, la audiencia debía tratar el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) que presentó YPF.  Allí se hizo hincapié en el concepto de desarrollo sustentable, tanto desde el punto de vista económico como ambiental. Sin embargo, la audiencia fue un verdadero bochorno. La Secretaría de Ambiente, convocante y responsable, no garantizó ni la participación ni la integridad de quienes concurrieron.  Grupos organizados atacaron física y verbalmente a los integrantes de organizaciones del pueblo mapuche-tehuelche, de las asambleas socioambientales y de espacios científicos, educativos y culturales que esperaban ejercer el derecho de exponer sus argumentos, de recuperar experiencias, antecedentes concretos y cercanos de proyectos que se impulsaron e instalaron como actividades incluídas los marcos del desarrollo sustentable mientras los resultados manifiestan otra realidad.  

Tal es el caso de Bahía Blanca, que aún por estas horas no puede cuantificar el impacto de esta tríada de derrames sobre su estuario. El biólogo e investigador Pablo Petracci señala que se afectaron dos canales muy valiosos, el canal Embudo y el canal Laborde, dentro de la Reserva Natural Provincial de Usos Múltiples, Bahía Blanca, Bahía Falsa y Bahía Verde. Es una zona  muy utilizada por delfines franciscanos, delfines nariz de botella del Atlántico Sudoccidental, dos especies de las más amenazadas del país”, explica. 

Imagen: Juan Corral. Puerto Ingeniero White, Bahía Blanca.
Imagen: Carolina Blumenkranc.
Encuentro Plurinacional por un Mar Libre de Petroleras, Las Grutas.

Petracci también menciona como afectadas a las aves playeras migratorias y a las especies de la pesca artesanal local. Pero también hay una parte invisible que es difícil de evaluar en el corto plazo: el crudo que se diluye en el agua de mar, en el sustrato y que queda durante décadas en las redes tróficas, generando distintos tipos de afectaciones, efectos cancerígenos y mutagénicos. Lo que se diluye en el mar no es susceptible de remediación.

Entonces, la ambigüedad del “desarrollo sustentable” se utiliza para favorecer proyectos que se impulsan a medida de la voracidad del extractivismo. Se torna escurridizo cuando se evidencian  desastres ambientales como en Bahía Blanca, donde todavía no se puede conocer el impacto real de los últimos derrames en la biodiversidad del humedal, en la continuidad de la pesca artesanal, ni en la calidad de vida de toda la comunidad costera. 

Desde Río Negro, Fabricio Di Giácomo, siempre llevando el mensaje de defensa del Golfo San Matías, es muy asertivo –Hace años venimos diciendo que no se puede esperar cosas distintas del mismo sistema: el extractivismo avanza, contamina, destruye y mata”.