En el año 2012, el extraño nombre “Vaca Muerta” irrumpió en la agenda pública de Argentina como la salvación energética y económica de Argentina. Desde entonces, todos los gobiernos orientaron su política energética hacia este megaproyecto. El Atlas Ambiental de Vaca Muerta presenta una cartografía inédita que muestra la interacción entre extracción, ambiente y sociedad. Es una apuesta que pone en relación la explotación hidrocarburífera no convencional, sus articulaciones infraestructurales y la gestión territorial, con la sociedad y la naturaleza en las que se encuentra implicada, revelando los aspectos de la actividad extractiva que quedan ocultos por las narrativas oficiales.
Cada provincia tiene su catastro petrolero, que es un mapa de áreas de exploración y explotación en el que se lee el nombre de cada área y, en muchos casos, cuál es la empresa operadora. Esa cartografía presenta un formato centrado en la gestión territorial de la extracción al tiempo que priva a los mapas de otro tipo de variables, como la de los asentamientos urbanos y hasta la de los accidentes geográficos.
Por el contrario, prácticamente no hay cartografías que vinculen la interacción entre extracción, ambiente y sociedad. Esa es la búsqueda de esta propuesta que, en algún sentido, le da continuidad a una experiencia anterior que el Observatorio Petrolero Sur realizó en el año 2016 junto al colectivo activista Iconoclasistas, y que consistió en la confección de un mapa con el Megaproyecto Vaca Muerta.
Este trabajo busca impulsar el debate energético por medio de la utilización de cartografías que visibilicen aspectos tanto ocultos como velados de este tipo de explotación. Pretendemos acercarnos a distintas realidades silenciadas en los debates públicos, cuestionando las perspectivas de petroleras y gobiernos que se encuentran despojadas de las consecuencias socioambientales y edulcoradas como actos heroicos que promueven ideas de progreso económico, bienestar social y proyecciones de un futuro pleno de ilusiones que difícilmente ocurran.
El deseo que mueve esta nueva publicación es la de constituirse en un aporte para docentes y estudiantes que se apasionen por la construcción e imaginación de un mundo donde sean posibles otras relaciones entre las personas así como entre ellas y la naturaleza, sostenidas en la codependencia y en la necesidad de cuidado. Nos gusta pensar este Atlas como parte de la creación de esos “sueños para postergar el fin del mundo”, como dice el chamán brasilero y filósofo indígena Ailton Krenak.