Chubut: Torres entrega los no convencionales por 45 años y le baja las regalías a PAE

Por Marcelo García* .- En el marco de una nueva crisis petrolera como consecuencia de la baja de la producción de los yacimientos maduros, la salida de YPF en la provincia, el achicamiento de las regalías, la baja del precio del crudo por el impacto mundial de los aranceles de Donald Trump y la profundización de una oleada de despidos encubiertos con la modalidad de “retiros voluntarios”, el gobernador Ignacio Torres avanza con un nuevo proceso de entrega de los recursos naturales. En este caso se trata de hidrocarburos no convencionales cuyo descubrimiento anunció Pan American Energy (PAE).

Acuciado por varios flancos, el gobernador de Chubut busca impactar en la sociedad y los sectores perjudicados con un anuncio que crea ilusiones y expectativas de buenas noticias por venir. Mientras impulsa la explotación terciaria en los viejos yacimientos que tenía YPF (la petrolera con mayoría accionaria estatal), bajándole entre un 30% y un 50% las regalías a la nueva concesionaria PECOM; el mandatario provincial estampó su firma en dos decretos claves a favor de las operadoras.

Por un lado, reconvirtió la concesión de Cerro Dragón con PAE garantizándole la explotación por 45 años, hasta el 2070; y por el otro benefició a la petrolera de la familia Bulgheroni con una baja del 30% en las regalías hasta el final de la concesión y la eliminación del aporte especial del 3% que debían pagar desde las renegociaciones anteriores.

En la misma línea argumental de los anteriores procesos de entrega de los recursos naturales de la provincia, Torres da un paso más a fondo con extensión de la concesión y le garantiza a PAE un significativo achicamiento de los tributos que debe pagar; pero además la petrolera de los Bulgheroni se beneficiará con los incentivos fiscales establecidos por el RIGI que implementó el gobierno de Javier Milei.

Cerro Dragón lleva casi 70 años de explotación hidrocarburífera convencional en Chubut y ahora PAE apunta a reconvertirla en un área no convencional llamada Aurora Austral, una fuente de generación de shale gas extraído de la formación D-129 por intermedio de la inyección de grandes cantidades de agua, arenas y productos químicos que posibilitan fracturar la roca madre para hacerlo brotar a la superficie y exportarlo al mundo. 

Todas las indeseables consecuencias del fracking están por desatarse en el sur de Chubut. El abultado uso del agua, la basura de los pozos de fracturas, los sismos y los altísimos ritmos de explotación obrera que aumentan los riesgos en la seguridad laboral son algunos de los desafíos y peligros que la posible nueva Vaca Muerta instalará en territorio chubutense.

Anuncio a 407 km de distancia

En el principio de la semana el gobernador Torres, el vicegobernador Menna y el CEO de PAE, Bulgheroni, anunciaron el descubrimiento de shale gas en territorio chubutense. El evento no dejó de ser curiosamente extraño, se realizó en Trelew, a 407 kilómetros de distancia entre Cerro Dragón y el Museo Feruglio, solamente explicable con el objetivo de darle un lugar al jefe comunal trelewense Gerardo Merino que pertenece al mismo partido de Torres (Despierta Chubut, una alianza entre el PRO y la UCR).

“Es un hito histórico que abre la puerta a una nueva etapa en la provincia. Tenemos una cuenca con pozos maduros que exigen una mayor productividad y eficiencia para su desarrollo. La verificación de PAE sobre la existencia de shale gas abre una nueva oportunidad productiva para todos los chubutenses y se suma a otras fuentes de energía que vamos a desarrollar”, manifestó Torres.

En tanto, Bulgheroni expresó que “Le vamos a dar una nueva vida a este yacimiento (Cerro Dragón), que ya tiene 70 años y que es nuestra casa, es el lugar donde crecimos y donde vamos a dedicarle por mucho tiempo nuestra inversión, trabajo y esfuerzo”.

Los antecedentes de la formación D-129

Desde el 2022 se vienen potenciando las posibilidades de explotar los recursos no convencionales en Chubut con la idea de desplegar el fracking para desarrollar lo que se denomina la formación no convencional D-129. La primera en avanzar en esa dirección fue YPF y luego se sumó Tecpetrol, la petrolera del Grupo Techint. En la formación D-129 -cuyo nombre proviene de un pozo perforado por la compañía Diadema en 1954 en cercanías de Comodoro Rivadavia, a una profundidad de entre 2.300 y 3.000 metros- se detectó por primera vez en la roca madre, aunque nunca se volvió a intentar su explotación.

Con el boom de Vaca Muerta y el fracking en Estados Unidos, las petroleras volvieron a poner en estos últimos años sobre la mesa la posibilidad de dar rienda suelta a las fracturas en la D-129, que abarcaría casi la totalidad del territorio que involucra a la CGSJ e incluye al norte de Santa Cruz y la porción off shore de la cuenca.

C:\Users\User\Pictures\6804deef25918.jpg

YPF dio el primer paso en 2013 con el pozo Exp-914 ubicado en el yacimiento El Trébol, con una profundidad de 3.591 metros y que atraviesa 363 metros de la formación D-129.

Ese intento de la petrolera con mayoría accionaria estatal quedó frenado por un amparo judicial presentado por el fallecido dirigente social Marcelino Pintihueque, quien denunció la afectación de los acuíferos y la ausencia de consulta a las comunidades originarias. El referente de la comunidad mapuche había interpuesto un amparo por dos perforaciones efectuadas por YPF en Chubut y había conseguido un freno judicial en 2013 al avance de la extracción de crudo a través de la fractura hidráulica en El Trébol y en el 2014 consiguió frenar el fracking en el yacimiento La Greta ubicado en Río Mayo.

Inversiones y plazo: cinco años de exploración y cinco para la producción

PAE presentó que las inversiones de la primera etapa alcanzarán los 230 millones de dólares en un plazo de cinco años para concretar en dicho período otros cuatro pozos exploratorios, junto al primero ya realizado en el yacimiento Río Chico en el área de Cerro Dragón, que permitirán dimensionar la capacidad real de producción existente en el reservorio de la roca madre.

El plan piloto de la operadora tiene como objetivo concretar los pozos experimentales de hasta 3.500 metros de profundidad en su eje vertical y de hasta 3.000 metros en su eje horizontal. El primero se realizó con una rama lateral de 1.500 metros de extensión y 25 etapas de fractura espaciadas cada 60 metros comprobando la viabilidad operativa y la existencia de shale gas.

C:\Users\User\Pictures\03 fracking.jpg

Esta etapa comprenderá un plazo de cinco años, hasta el 2030 y luego se iniciará, en función de los resultados que arrojen los primeros cinco pozos, por otro lustro más hasta el 2035 la etapa de explotación de los recursos no convencionales encontrados.

La petrolera de los Bulgheroni tiene a su favor el desarrollo ya existente en Vaca Muerta en la Cuenca Neuquina y su propia experiencia como operadora en el yacimiento que hizo punta con los no convencionales extraídos a través de la técnica de la fractura hidráulica, conocida como fracking. 

Los plazos que PAE prevé para sus inversiones y desarrollos a priori parecen no coincidir en lo inmediato con las urgencias por las que transita Chubut en materia de baja de producción petrolera, achicamiento de ingresos por regalías y retroceso de los empleos en el sector hidrocarburífero.

Exportaciones por Punta Colorada, lo de Comodoro Rivadavia es un espejismo

PAE ya tiene un plan exportador en mente para concretarlo sobre la base del shale gas que aspira a producir en grandes dimensiones desde Cerro Dragón, aunque obviamente también se sumará la salida al mundo del gas no convencional de Vaca Muerta que avanza en desarrollar junto a YPF desde la rionegrina localidad de Punta Colorada. En esa perspectiva ahora encaja a la perfección el anuncio realizado por la compañía en septiembre del 2024 cuando firmó con Golar LNG un acuerdo por 20 años para la instalación en Argentina del buque de licuefacción “Hilli Episeyo”.

Este proyecto encaja con los anuncios efectuados, y a la novedad la introdujo el gobernador Torres quien aseveró que “Depende de muchas variables, pero si nosotros tenemos ese potencial gasífero lo lógico es que se licúe el gas en nuestra provincia, eso es una etapa de valor agregado al recurso que no tengo dudas de que se va a dar en una segunda etapa de explotación porque es más barato sacar el recurso por el puerto de Comodoro Rivadavia que llevarlo a Río Negro”.

Por ahora PAE no hizo ningún anticipo que coincida con las afirmaciones del gobernador y que modifique sus informaciones iniciales sobre la planta de licuefacción a localizar en Punta Colorada; por el contrario, la petrolera de los Bulgheroni confirmó la sumatoria de un segundo barco licuefactor en las costas rionegrinas y evalúa con YPF el tendido del primer gasoducto exportador desde Vaca Muerta. Derrumbando cualquier promesa de Torres sobre Comodoro, la petrolera de los Bulgheroni publicó un comunicado oficial donde señaló que “PAE y Golar LNG trabajaron en conjunto para analizar técnicamente la mejor ubicación del buque teniendo en cuenta las condiciones marítimas, logísticas y los costos de desarrollo de infraestructura. Como resultado del análisis técnico, el Golfo San Matías en la provincia de Río Negro fue reconocido como la mejor locación disponible para el buque ‘Hilli Episeyo’”.

C:\Users\User\Pictures\104.jpg

Cerrando cualquier posibilidad en el futuro, agregó que “la ubicación se definió en función a las propias características de operación del buque, los estudios de batimetría (medición de las profundidades marinas para determinar la topografía del fondo del mar) y las condiciones oceanográficas (mareas, olas, vientos y corrientes) del sitio. Es importante destacar que las condiciones del Golfo San Matías son similares a las que existen en las cercanías de Kribi, Camerún, donde el ‘Hilli Episeyo’ ya produjo más de 8 millones de toneladas de GNL y cargó más de 120 buques metaneros. La disponibilidad operativa en el Golfo San Matías es muy elevada y fue determinante para la elección del sitio: su profundidad de fondeo de aproximadamente 35 metros permite una operación segura y sin restricciones de calado. Los estudios de oleaje y de vientos también fueron considerados para la elección”.

En el marco de anuncios sin mucho sustento, seguramente podría haber alguna incidencia política para intentar abrir un rumbo diferente con la mira puesta hacia el puerto comodorense, aunque por ahora está descartada. 

YPF fracasó con su planta de GNL y se asoció a PAE para exportar

La YPF libertaria conducida por Horacio Marín había definido a Punta Colorada -tras un debate extenso con el gobernador bonaerense Axel Kicillof por la localización en Bahía Blanca- como el enclave donde se construiría una planta de licuefacción asociada a la compañía malaya Petronas.

Esta se bajó del proyecto para invertir 30.000 millones de dólares y Marín buscó de manera desesperada nuevos socios para una inversión multimillonaria que parecía cada vez más imposible. Luego de aseverar que Shell y otras compañías respaldarían su planta en tierra para exportar GNL, a finales de abril se supo que el sueño de Marín se hundió. “En vez de ser una planta en tierra, son varias plantas offshore (costa afuera)”, dijo el CEO de YPF. Tuvo que desandar su anhelo exportador desde tierras rionegrinas y terminó sumándose al plan de PAE, por lo cual ingresó al capital accionario de la compañía Southern Energy que ya tenían conformada PAE y Golar GNL. Allí ahora son socios PAE con el 30% de las acciones, YPF con el 25%, Pampa Energía con el 20%, Harbour Energy con el 15% y Golar LNG con el 10%.

PAE había movido rápidamente sus fichas para armar su rompecabezas exportador con una inversión inicial de 300 millones de dólares, prevista de 2.900 millones de dólares por 10 años y cerca de 7.000 millones por un lapso de 20 años. En julio del año pasado hizo el primer anuncio del barco exportador “Hilli Episeyo”, que llegará a fines del 2027; mientras que a finales de abril pasado reveló el proyecto de sumar el segundo barco denominado “MKII” que aún se encuentra en construcción en China y se estima que recién estaría llegando al país a finales del 2028. El portal Econojournal reveló que Golar informó que los dos acuerdos por el arrendamiento de los buques licuefactores significarán para la compañía unos 13.700 millones de dólares de ganancias durante 20 años, antes de ajustes al contrato de flete y antes del aumento de las tarifas vinculadas a las materias primas. Así, se estima que por cada U$S 1/MMBTU por encima de los U$S 8/MMBTU, el aumento total para Golar será de aproximadamente U$S 100 millones cuando ambos FLNG estén en operación.

En ese marco, el Gobierno nacional de Javier Milei otorgó a toda velocidad a Southern Energy el certificado de Autorización de Libre Exportación de Gas Natural Licuado por un plazo de 30 años, más allá de las necesidades de abastecimiento que existan en el país que aún sigue teniendo que importar para cubrir la demanda invernal. Es la primera vez que la Secretaría de Energía de Nación autoriza exportaciones hidrocarburíferas “ininterrumpibles”. En paralelo incluyó dentro de los beneficios que posibilita el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) los proyectos de los dos barcos y sumó el de construcción de un gasoducto que una Vaca Muerta con Punta Colorada.

Sobre el nuevo gasoducto Marín, señaló que “Al tener ya dos barcos licuefactores confirmados, nos obliga a tener que construir un gasoducto dedicado, similar al (ex) Néstor Kirchner, porque son 27 millones de metros cúbicos por día de gas lo que va a necesitarse”; aunque por el momento no está claro si lo financiará el Estado o los privados.

El Diario Río Negro reveló que este será el primero de los gasoductos directos que deberán construirse para los proyectos de GNL y se extenderá hasta la zona de Fuerte Argentino, 40 km al sur de Las Grutas; aunque se contemplan otras dos fases del plan Argentina LGN con Shell y con Eni, que también requerirán de sus propios mega gasoductos que tendrán por destino el área de Punta Colorada, unos 80 km al sur de Fuerte Argentino.

C:\Users\User\Desktop\En Escritura\gasocutos gnl.jpg

El movimiento de PAE tiene una arista más que impulsa su rol preponderante en el mercado del GNL y las exportaciones de gas en el futuro. En paralelo a sus avances con los barcos licuefactores la compañía de la familia Bulgheroni anunció a mediados de abril el posible potencial no convencional de Cerro Dragón en Chubut.

Tanto es así que junto al anuncio del segundo barco licuefactor a instalar en el Golfo San Matías se dio a conocer que se construirá una derivación del gasoducto General San Martín para poder transportar el gas que se produce en Chubut o en la Cuenca Austral hacia el destino exportador que se busca desarrollar desde Punta Colorada.

Entre la planta compresora de Transportadora Gas del Sur denominada Bajo del Gualicho por donde pasa el gasoducto, cercano a la Estancia la Primavera, y Punta Colorada existen aproximadamente 100 kilómetros de nuevo recorrido. Ese es el tramo de derivación de gasoducto que estaría haciendo falta construir para que el gas de Cerro Dragón y la Cuenca Austral pueda exportarse.

Un aspecto completamente desatendido por los funcionarios provinciales es el controversial estudio de impacto ambiental y los riesgos del proyecto de GNL en el Golfo San Matías. El avance generó fuertes críticas de los sectores ambientalistas y algunas otras voces como el caso del obispo de Rawson, Roberto “Chobi” Álvarez; un cura de pura raza bergogliana. 

Con una carta pública dirigida al gobernador de Chubut, Ignacio Torres y al Procurador General, Jorge Miquelarena, entre otros funcionarios provinciales, el obispo se preguntó en agosto del año pasado: “¿Están ustedes seguros que no incidirá en el asentamiento del Pingüino de Magallanes que es tan vulnerable a los derramamientos de petróleo? ¿Y en la repoblación de la ballena Franca Austral, antes diezmada por la caza y que ha elegido el golfo para reproducirse? ¿Qué sucederá con las principales actividades económicas de las comunidades locales, como son las pesquerías artesanales, el turismo orientado a la pesca deportiva, el buceo y el avistaje de fauna marina, si el tráfico de barcos cambia los hábitos de las especies o los derrames se suceden?”.

Las exhortaciones clericales no tuvieron mucho eco en tierras rionegrinas ya que se avanzó con la aprobación del estudio de impacto ambiental y la secretaria de Ambiente y Cambio Climático (Judith Jiménez) sentenció en enero de este año que “esta audiencia pública fue un ejercicio democrático que permitirá tomar decisiones informadas y garantizar la protección del ambiente. El rol del Estado en este proceso es clave para garantizar un desarrollo sostenible”.

Seguridad jurídica, incentivos fiscales y RIGI

Como sucede habitualmente en el sector petrolero nacional y local, especialmente desde la privatización de YPF, cada vez que una operadora inicia un proyecto de estas características o busca que sostengan/incrementen las inversiones para la producción, los Estados provinciales le garantizan la seguridad jurídica con extensos plazos en el tiempo de concesión, aportan incentivos fiscales bajando impuestos y hacen lo imposible por mantener la paz social con los sindicatos involucrados.

En esa dirección dio rápidos pasos el gobernador Torres tras el anuncio junto a PAE y con el Decreto 340/25 del pasado 10 de abril le garantizó a la operadora la reconversión de la concesión de Cerro Dragón a una de hidrocarburos no convencionales.

Esta nueva concesión se extenderá por 35 años a contar desde este 2025 y podrá extenderse por otros 10 años más para completar 45 años y hacerla finalizar en el año 2070. Una vez concluido dicho plazo los yacimientos en cuestión volverán a manos del Estado provincial a través de Petrominera Chubut, activándose automáticamente las condiciones con las que se renegoció en el 2007 y por 40 años la concesión que Mario Das Neves acordó con PAE. Para ese momento posiblemente los recursos convencionales y no convencionales se encuentren en claro proceso de agotamiento.

Para complementar la reconversión de la concesión Torres envió a la Legislatura provincial el proyecto de Ley 44/2025 con el cual aspiraba a que se lo autorice a reducir las regalías petroleras de la explotación no convencional al 9%, bajándolas en un 30% respecto del 12% que rige hasta la actualidad, y manteniendo para la producción convencional el 12% de regalías y el canon adicional del 3% que se estableció en la Ley VII N°42. Pero además elimina para el no convencional el pago del 3% de aportes especiales que se había establecido anteriormente como un canon extraordinario que las petroleras debían pagar al Estado provincial y que se coparticipaba con los Municipios, especialmente los relacionados a la actividad petrolera.

En el mismo Boletín Oficial del 15 de abril pasado el Ejecutivo publicó el Decreto 325/25 con el que redujo del 12% al 6% -una reducción del 50%- las regalías a pagar por PECOM por la producción convencional incremental que logre en el yacimiento Escalante – El Trébol y hasta el año 2035; para de ahí en adelante pasar a abonar el 9% de regalías y sosteniendo un descuento del 30%. Mientras que por la producción básica que obtenga PECOM solamente abonará el 9% de regalías, con una reducción del 30% por los próximos diez años y cumplido dicho plazo abonará el 12% de regalías.

Asimismo, el Poder Ejecutivo estableció que PAE debía abonar en abril –siete días después de dictado el decreto y coincidente con un vencimiento (el 26 de abril) de 33 millones de la deuda generada por el BOCADE renegociado en el 2021- un total de 20 millones de dólares en concepto de Bono de Reconversión y lo mismo sucederá en abril del 2026 con una suma de idéntico monto.

A partir del 2027, PAE se compromete a desembolsar 47,5 millones de dólares que se abonará en tres cuotas: 15,8 millones de dólares en abril del 2027; 15,8 millones en abril de 2028 y otros 15,9 millones en abril de 2029. En un lapso de cinco años la operadora desembolsará una suma total de 87,5 millones de dólares por la reconversión. 

La Legislatura chubutense aprobó una semana después la renegociación para transformar a Cerro Dragón en una concesión no convencional y la baja de regalías que había establecido Torres en sus decretos.

Vale recordar que la renegociación por 40 años concretada por Das Neves en el 2007 se hizo con un pago e PAE por 120 millones de dólares, mientras que la actual de Torres fue por 45 años y 87,5 millones de dólares. Cada vez la entrega se hace por más cantidad de años y por menos fondos para la provincia.

Las inversiones de PAE para el no convencional en Chubut encajaría a la perfección el RIGI (Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones), con un límite mínimo de 200 millones de dólares, que puso en marcha la gestión nacional de Javier Milei y que busca potenciar la extracción hidrocarburífera y la minería en el país.

Uso del agua, sismos y basura petrolera

Uno de los principales problemas que abre la explotación no convencional de hidrocarburos en Chubut es la relacionada a las grandes cantidades de agua que utiliza este tipo de explotaciones petroleras, muchos en una región como la de la Cuenca del Río Senguer que se encuentra colapsada y con interrupciones casi permanentes del suministro de agua potable para las poblaciones del sur chubutense y el norte santacruceño.

Ver el artículo: “La crisis del Senguer”, o un modelo que lo está secando

La fractura hidráulica demanda de la inyección de grandes cantidades de agua mezclada con arenas y una multiplicidad de productos químicos que posibiliten romper la roca madre para que de allí surja el shale gas y el shale oil que se obtiene de los pozos horizontales en los que se concretan decenas de fracturas.

Vaca Muerta es un claro ejemplo que sirve a manera de anticipación de los puede suceder en Chubut, particularmente en Comodoro Rivadavia y Sarmiento, con el uso de enormes cantidades de agua para el fracking.

Ver el Informe: Atlas Ambiental de Vaca Muerta: Cartografías de lo oculto

Según el Observatorio Petrolero Sur “El promedio de consumo de agua de los pozos horizontales de Vaca Muerta ronda los 60 millones de litros. Los pozos de mayor longitud superan los 140 millones de litros. Según la información de la Secretaría de Energía de Nación, el consumo de agua dulce por el fracking en Vaca Muerta durante el período 2012 a 2021, fue de 45.461.707.000 litros. Para dimensionar esa cantidad pensemos en la manzana donde se ubica nuestra casa, de 100 metros de largo por 100 metros de ancho, conteniendo una columna de agua de 4,5 kilómetros de altura, es decir, 700 metros más alta que el volcán Lanín”.

Al mismo tiempo que entra en conflicto el abastecimiento de agua en una región agotada por la falta de suministro para el consumo humano, se le suman los riesgos de contaminación de los acuíferos y las napas subterráneas que se encuentran por encima del nivel donde se concretan las fracturas.

Ver el Informe: 20 mitos y realidades del fracking

Pero en paralelo se suman los múltiples desechos contaminantes que genera el fracking en una actividad extractiva que en la medida que se intensifica demanda más agua y genera más residuos tóxicos.

A ese esquema sobre el comienza adentrarse Chubut se agrega el alto nivel de sismicidad que se ha detectado en Vaca Muerta y sobre el que los expertos aducen que se relaciona directamente con la explotación de los no convencionales a través de las fracturas hidráulicas que se generan en las entrañas de la tierra.

En coincidencia con la llegada de la extracción de los hidrocarburos no convencionales en 2015 y la intensificación de su explotación en 2018 se registró un creciente número de eventos sísmicos en Vaca Muerta y las zonas que integran la formación no convencional, entre las localidades de Cutral-Có y Añelo. Según el Observatorio de Sismicidad Inducida (OSI) entre 2019 y diciembre de 2023 hubo 457 sismos.

Ver el Informe: Sismos en Vaca Muerta

Empleo, superexplotación y riesgo laboral

Todo este esquema inversor cierra con la tan mentada reducción de los costos de producción, a partir del achicamiento de personal y la paz social que las compañías le reclaman y acuerdan con los gremios del sector. Así como se achicó en casi 3.000 puestos de trabajo el empleo en el norte de Santa Cruz, en Chubut también comenzó un proceso de contracción del empleo por intermedio de despidos y retiros voluntarios. A los 290 despidos que dejó Halliburton con su salida intempestiva de la Chubut, se le sumaron otros 50 telegramas recientes de Weatherford; pero existen insistentes versiones que los retiros voluntarios en la porción chubutense de la Cuenca del Golfo San Jorge podrían ascender hasta los 2.000 trabajadores.

En ese marco seguramente se avanzará prontamente en la imposición de las mismas modificaciones al Convenio Colectivo de Trabajo que ya existen en Vaca Muerta desde que el fallecido Guillermo Pereyra firmó, en 2017 y durante el gobierno de Mauricio Macri, con las operadoras para flexibilizar al máximo posible las condiciones laborales que posibiliten bajar los costos de producción y maximizar las ganancias empresarias.

En la Cuenca del Golfo San Jorge existen paralelismos con esas condiciones laborales a partir de sendas adendas que se rubricaron en Chubut y el norte de Santa Cruz, pero podrían ser readecuadas para la puesta en marcha de los pozos no convencionales.

Esa flexibilización en Vaca Muerta, con extensas y riesgosas jornadas laborales inmersas en la multiplicidad de tareas para optimizar los tiempos de actividad, fue la que puso en superficie las muertes obreras en los yacimientos activados por el fracking y dispararon las alarmas que aún no han podido ser despejadas, casi sin la intervención de Estados provinciales que se mantienen inertes, ante el avance de la cantidad de accidentes y fallecimientos en la Cuenca Neuquina.

La otra pata de estos esquemas es la paz social. Las empresas necesitan que los sindicatos consiguen contener a los trabajadores para que no haya desbordes que desemboquen en huelgas, protestas y tomas de yacimientos como se produjeron a lo largo de casi una década entre los años 2006 y 2015. Si las protestas desbordan las conducciones gremiales, empresas y el Estado Nacional junto a las provincias han montado el Comando de Seguridad Productiva -a cargo de la ministra Patricia Bullrich y con el envío de 130 gendarmes- para reprimir y desalojar los focos de conflictividad que se desarrollen en Vaca Muerta e indudablemente ese mecanismo se replicará en Cerro Dragón; tal como sucedió en el 2012 con el enorme despliegue de tropas federales para desalojar la toma de los obreros de la UOCRA que ingresaban a los yacimientos agrupados en los “Dragones”.

Por ahora el proceso de motosierra y ajuste en la cantidad de puestos de trabajo viene transcurriendo sin sobresaltos, los obreros se aferran al 120% de indemnización que les ofrecen los retiros voluntarios -disfrazando miles de despidos- y se ilusionan con las promesas que si repunta la actividad podrán retornar a trabajar en el petróleo. Inclusive en la propia Vaca Muerta, que se encuentra en plena actividad y batiendo récords, se frena la generación de puestos de trabajo en el sector petrolero.

En la medida que se vayan profundizando los despidos encubiertos se extenderá la crisis económica hacia otros sectores de la sociedad en Chubut y el conjunto de la Cuenca a partir de la menor circulación monetaria y la contracción del consumo; lo que traduce efectos negativos sobre el resto de las actividades económicas y laborales.

Nueva entrega histórica del patrimonio provincial

La falta de intervención y planificación del Estado chubutense ha posibilitado que caigan los ritmos productivos a lo largo de los últimos años y las inversiones se han trasladado hacia Vaca Muerta por el impulso de los multimillonarios subsidios estatales que favorecen las ganancias de las petroleras. El libre mercado se llevó puesto el presente y el futuro hidrocarburífero de Chubut, además de potenciar el histórico pasivo ambiental del que ninguna petrolera se hace cargo.

A pesar de la renegociación anticipada como las del 2007 con PAE en tiempos de Mario Das Neves y muchos otros acuerdos beneficiosos para las operadoras -que debían garantizar los niveles de inversión, producción y empleo- Chubut nuevamente se encuentra inmersa en una crisis petrolera que impacta sobre los ingresos provinciales, el empleo y la economía regional; todo en un proceso que durante los últimos tres años y medio estuvo enmarcado con altos precios del crudo por encima de los 70 dólares por barril y que recién comenzaron a bajar en abril.

La YPF libertaria conducida por Marín abandonó los yacimientos maduros de todo el país y se focalizó en los no convencionales de la Cuenca Neuquina, mientras se salía de la Cuenca del Golfo San Jorge aprovechó para abrir el proceso de trabajo sucio para bajar los costos de producción reduciendo en varios miles la cantidad de personal en el sector. Se fue sin pagar un solo peso por el pasivo ambiental de cien años de explotación petrolera en Chubut.

Ahora Torres busca presentar los no convencionales como una alternativa a la crisis a través del fracking; pero no habilita ningún tipo de debate social u alternativa productiva que posibilite repensar la explotación hidrocarburífera sin lanzarse de cabeza, y como única opción, en las profundidades del shale gas.

Las contradicciones sobre el esquema futuro energético en la provincia son flagrantes. Mientras por un lado el actual gobernador y el conjunto de la clase política dirigente se plantea avanzar en una transición energética sobre la base de las oportunidades que ofrecen el hidrógeno verde y las energías renovables, antes de dar pasos concretos en ese sentido se hunde en las profundidades de la roca madre para desarrollar la más de las contaminantes actividades extractivistas en el mundo del petróleo.

Si bien el shale gas podría ser una oportunidad a mediano plazo para la actividad petrolera de la provincia, porque se podrían incrementar los puestos de trabajo y la generación de regalías petroleras en el caso que aumente considerablemente la extracción no convencional, no menos real resulta que se encienden muchas controversias en el terreno ambiental y del abastecimiento del agua.

En un tránsito de acciones y decisiones precipitadas, pero con el claro objetivo de beneficiar al sector privado en detrimento de los ingresos y las potestades que tiene el Estado provincial como propietario de los recursos naturales existentes en su territorio, Torres vuelve a concretar la entrega del patrimonio chubutense a cambio de unos pocos espejitos de colores y muchas ilusiones que nadie puede asegurar que se vayan a cumplir en algún momento.

Torres dio un paso más en esa dirección, hipotecando el posible futuro de los chubutenses con los hidrocarburos no convencionales; poniendo en riesgo los aspectos ambientales y de abastecimiento de agua potable en el sur provincial. 

* Periodista especializado en petróleo y economía