A pesar del tremendo daño causado, BP considera que el desastre no debe suponer el final de las exploraciones de petróleo en aguas profundas.
En declaraciones a la BBC, Hayward declaró que el vertido “no debería” resultar en una prohibición de estas exploraciones, “lo mismo que el Apollo 13 no detuvo el programa especial, ni los accidentes de avión graves han evitado que la gente vuele”.
El consejero delegado de British Petroleum, Tony Hayward, manifestó hoy que el desastre causado por el vertido de crudo en el golfo de México no debe suponer el final de las exploraciones de petróleo en aguas profundas.
En declaraciones a la BBC, Hayward declaró que el vertido “no debería” resultar en una prohibición de estas exploraciones, “lo mismo que el Apollo 13 no detuvo el programa especial, ni los accidentes de avión graves han evitado que la gente vuele”.
Hayward admitió no obstante que la gigantesca fuga de crudo causada por la explosión en una plataforma petrolífera el mes pasado debería ser “un evento transformador para la exploración y para las actividades de producción en aguas profundas de todo el mundo, en particular en las aguas profundas de los Estados Unidos”.
“No puedes tener un incidente de esta gravedad y no esperar cambios significativos como consecuencia. Lo que tenemos que hacer es asegurar que los cambios que realicemos se centren en el riesgo que se ha producido aquí”, añadió el directivo de BP.
Sobre la vehemencia contra las petroleras del presidente estadounidense, Barack Obama, que anunció este viernes el final de la “cómoda relación” con este sector, Hayward dijo “entender y compartir el sentimiento de urgencia del presidente” por lo mucho que se tarda en reparar la fuga causante del desastre.
“BP trabaja estrechamente con científicos e ingenieros de toda la industria petrolera, con agencias del Gobierno y con las autoridades locales de la costa del Golfo para hacer todo lo que está en nuestra mano para detener el flujo de petróleo, eliminarlo de la superficie marina y proteger la costa”, aseguró.
Hayward también subrayó que los permisos que concede el Gobierno de EEUU para explorar en aguas profundas son tan estrictos como en cualquier otra parte del mundo y pidió que se espere a conocer la investigación final del accidente para sacar conclusiones.
Once personas murieron en la explosión que destruyó el 20 de abril la plataforma Deepwater Horizon, propiedad de la compañía Transocean, que operaba para BP el pozo afectado en aguas del golfo de México, a 77 kilómetros de la costa del estado de Luisiana. (EFE)
MDZ