LOS ACCIONISTAS DE REPSOL DESACTIVAN SU PELEA
El nuevo presidente de la constructora Sacyr Vallehermoso, Manuel Manrique, y el máximo ejecutivo de Repsol YPF, Antonio Brufau, mantuvieron ayer su primera reunión luego de los cambios de directorio dentro de la constructora española. Sacyr controla el 20 por ciento de Repsol y a fines de agosto firmó un acuerdo con Pemex, que tiene otro 9,8 por ciento. El objetivo era tomar el control dentro de Repsol, a partir de un acuerdo de sindicación de acciones. Quien impulsaba esta acción era su ex presidente, Luis de Rivero, quien fue destituido anteayer. De ahí la relevancia del encuentro entre el nuevo titular de Sacyr y Brufau, quienes aseguraron que fue una charla “sin tensiones ni enfrentamientos” con el objetivo de encauzar las relaciones entre ambos.
Los dos directivos estuvieron reunidos durante una hora y media. En los últimos meses, la relación entre las compañías se había resquebrajado a partir de los intentos de Sacyr de alcanzar un mayor protagonismo dentro de la petrolera hispano-argentina. La tensión había comenzado cuando Del Rivero empezó a buscar el apoyo de sus pares para sindicar los derechos de votos con la mexicana Pemex, y de esa manera llegar al 29,8 por ciento accionario, muy cerca del límite del 30,0 por ciento que obliga a lanzar una OPA, según la legislación española. El objetivo solapado era correr de la gestión a Brufau. Del Rivero creía que contaba con el apoyo de Manrique, hasta que a último momento éste se puso del lado del titular de Repsol.
Sacyr ingresó dentro de Repsol en 2006, a un precio de 26,7 euros por acción. La valoración de ese paquete era de 6525 millones de euros, frente a los 5290 millones que vale ahora (a 21,67 euros por título). Para acceder a la compra de esos papeles, la constructora tuvo que endeudarse. Sus pasivos ascienden hoy a 5000 millones de euros. La idea de De Rivero era tomar el control de Repsol para obtener más fondos frescos de la compañía y así saldar parte de su pasivo. Además de los conflictos internos, De Rivero estaba enfrentando la oposición de los bancos para refinanciar los pasivos de Sacyr. Incluso, algunas entidades habían amenazado con ejecutar las garantías.
Más allá de este conflicto, actualmente se mencionan otras opciones para que la constructora pueda cubrir parte de sus pasivos. En este sentido, fuentes del mercado financiero español sostienen que si la compañía vendiera un 5 por ciento de Repsol podría obtener a precios de mercado más de 1300 millones de euros. “De esta manera estaría en mejores condiciones para compensar la parte del crédito que eventualmente no pudiera refinanciar”, indicaron las fuentes financieras. Si bien durante las últimas horas analistas de mercado especularon con la posibilidad de que Sacyr rompiera el pacto de sindicación luego de los cambios en el directorio, desde la compañía indicaron que no habría cambios por el momento.
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La batalla por Repsol
Luis del Rivero, presidente de la constructora española Sacyr, fue destituido ayer por el consejo de la compañía. Sacyr controla el 20 por ciento de Repsol y a fines de agosto firmó un acuerdo con Pemex, que tiene otro 9,8 por ciento, para intentar tomar el control de la petrolera y desplazar a Antonio Brufau. La iniciativa fracasó y sus socios dentro de la constructora se lo facturaron. Además, le cuestionaron los escasos resultados obtenidos en la negociación con los bancos para refinanciar la deuda que la compañía contrajo para ingresar en Repsol. De hecho, algunas de las entidades acreedoras se niegan a refinanciar y amenazan con ejecutar las garantías. Rivero estaba enfrentado dentro de la empresa con Demetrio Carceller, directivo de la petrolera Disa que, junto con Satocán, tiene un 15,9 por ciento de Sacyr, y con Juan Abelló, que controla otro 9,6 por ciento. Su principal aliado era Manuel Manrique, vicepresidente de Sacyr, pero este empresario modificó su postura y dejó a Del Rivero sin respaldo. Ahora Manrique será el nuevo presidente y Carceller y Abelló ocuparán las vicepresidencias. Los medios españoles especulaban ayer con la posibilidad de que Sacyr rompiera su acuerdo con Pemex e incluso algunos no descartan que la constructora venda su participación en Repsol para pagar sus deudas.
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