Intenta el Gobierno importar gas por barco sin gastar dólares

Primero ofreció pagar en pesos; ante el rechazo, se comenzó a analizar un canje por biodiésel
Por Oliver Galak  | LA NACION
Ante la necesidad de cuidar las divisas que arroja el superávit comercial, el Gobierno busca la forma de pagar las importaciones energéticas gastando la menor cantidad posible de dólares.
Rebajas en los precios, pagos en pesos y compensación “en especies” son algunas de las vías que comenzó a explorar Enarsa, la empresa estatal de energía, con las proveedoras del gas natural licuado (GNL) que llega por barco a las terminales regasificadoras de Bahía Blanca y Escobar. En 2011, el país contrató medio centenar de embarques, a un costo cercano a los 2800 millones de dólares, para cubrir cerca del 8% de la demanda interna de gas. Pero este año el objetivo es traer 80 barcos, a un costo que -según los precios actuales- podría superar los 4000 millones de dólares.
Las crecientes dificultades del Gobierno para hacerse de los suficientes dólares comerciales obligó a los funcionarios a intentar reducir la sangría de divisas por este tipo de importaciones. Según contó una fuente privada del sector energético, Enarsa propuso inicialmente a una de las principales proveedoras de GNL pagar parte de los cargamentos en pesos. La negativa fue rotunda y la empresa -especializada en el intercambio de commodities – sugirió explorar la posibilidad de un pago parcial en productos como la soja, o su derivado, el biodiésel.
Voceros de Enarsa confirmaron que la idea es que “una parte [del GNL] se pague con biodiésel” y anticiparon que las empresas ya se mostraron “interesadas” en el arreglo. Ayer, un cable de la agencia británica Reuters citó una fuente vinculada con la transacción, según la cual el brazo de comercialización de GNL del banco de inversión estadounidense Morgan Stanley mantiene conversaciones con Enarsa para renunciar a las tradicionales transferencias en efectivo. Y agrega que el banco -que prevé entregar al menos cinco embarques este año- una vez ya canjeó GNL por biodiésel en 2009.
En 2011, la Argentina exportó 1,7 millones de toneladas del combustible derivado del aceite de soja, por un valor que superó los 2000 millones de dólares. “El problema es que si esa exportación ahora se coloca como parte de pago de la importación de GNL, después cae como fuente de ingreso de divisas por exportaciones”, analizó el ex secretario de Energía Daniel Montamat.
De los 80 barcos previstos para este año, Enarsa aún debe adjudicar 23 cargamentos. En la última licitación, la estatal se negó a convalidar los altos precios exigidos por los proveedores, que rondan los 17 dólares por millón de BTU.
“Consideramos que el precio que estaban pidiendo es un poco elevado, así que estamos negociando. No son cargamentos que necesitamos con urgencia, porque para la primera mitad del año ya estamos cubiertos”, dijo la fuente de Enarsa. La estatal energética solicitó a sus principales proveedoras una rebaja de 2 dólares por millón de BTU, pero las empresas sólo ofrecieron descontar 0,50 dólares. A los productores locales de gas se les pagan unos 2,80 dólares por millón de BTU.
Empresas
Entre las principales proveedoras de GNL figuran, además de Morgan Stanley, Repsol YPF, Excelerate, Gas Natural, Petrobras y Marubeni. La intención de Enarsa es conseguir precios más similares a los de Europa, aunque en este último caso los contratos son por 20 años, mientras que la Argentina lo hace en el mercado spot, que compite con la demanda incrementada por parte de Japón luego del tsunami.
La pelea del Gobierno con YPF podría afectar aún más la provisión de GNL, ya que la petrolera controlada por Repsol y el Grupo Petersen es una de las que ofrecieron los precios más bajos en las últimas licitaciones que realizó Enarsa.
Aunque al principio, hace cuatro años, el Gobierno había argumentado que los barcos de GNL (cuyo costo es más de seis veces superior al del gas argentino) sólo servirían para paliar faltantes puntuales del invierno, actualmente la operación se extendió a lo largo de todo el año. A mediados de febrero, los barcos inyectaban unos 5 millones de metros cúbicos de gas por día en la terminal de Escobar y otros 3,5 millones en Bahía Blanca. Desde el 27 de diciembre, el buque regasificador Express de Excelerate Energy está en muelle de Compañía Mega en esa ciudad del sur bonaerense. El 14 de febrero ingresó en Escobar el buque Norman Lady, y tres días después hizo lo propio el SCF Arctic, ambos procedentes de Trinidad y Tobago.
Además del gas que llega por barco, la Argentina importa el fluido desde Bolivia. Pero el fuerte incremento en los volúmenes de gas natural exportado por ese país al mercado brasileño durante el último mes ocasionó una caída en los envíos a la Argentina, según destacó el portal especializado Hidrocarburos Bolivia. En febrero se importaron 9,57 millones de metros cúbicos diarios de gas de Bolivia, casi medio millón menos por día que durante enero. En cambio, los envíos a Brasil pasaron de 19,60 millones de m³ diarios a 27,63 millones en el mismo período.
Si bien la Argentina paga el gas boliviano más caro que Brasil (US$ 10,62 contra US$ 8,76 el millón de BTU), ese precio igual resulta más conveniente que el costo de tener que importar GNL por barco.
La Nación