Por Cristian Carrillo | Página/12
La Comisión Nacional de Valores (CNV) oficializó ayer la convocatoria a asamblea de accionistas de YPF para el viernes 4 de junio. El llamado se enmarca dentro del artículo 13 de la ley 26.741, que declara de interés público nacional el autoabastecimiento de hidrocarburos. Es el primer paso operativo en el camino a la recuperación de la compañía, luego de que el Congreso aprobara por amplia mayoría la expropiación del 51 por ciento del paquete accionario de la petrolera en manos de la española Repsol. La asamblea permitirá revocar a la totalidad de directores y síndicos y designar a sus reemplazantes. De esta manera, la compañía dejará de estar intervenida para continuar operando como sociedad anónima, con control estatal. “Hay muchas razones para celebrar este desafío”, dijo el titular de la CNV, Alejandro Vanoli, tras rubricar la resolución.
La convocatoria –que lleva el número de resolución 16.808– recibió ayer un tratamiento especial, dada la relevancia del caso. En general, estos llamados se firman y envían a la autopista informativa de la Bolsa y la CNV. La firma de ayer se realizó en el salón de actos del organismo, con un importante número de asistentes que colmaron las instalaciones. A esto se sumó la participación de trabajadores enrolados en la CTA, que dieron color al evento.
Tal como anticipó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la asamblea se realizará el 4 de junio a las 11 en la sede de YPF. El segundo llamado, de no concretarse este primero, será a las 12. La asamblea estará presidida por Vanoli. Finalizada esta instancia, la empresa deberá informar a las respectivas Bolsas en las que opera, como en el caso de Wall Street. No bien finalizó la lectura de los considerandos de la norma irrumpió un aplauso cerrado, con cánticos de los representantes de la CTA. Mientras, los directivos de la CNV –Vanoli, Fardi y Heiman– firmaron la resolución.
“Es un día histórico, en lo personal e institucional”, expresó el titular de la entidad reguladora. Celebró además el hecho de que se reconozca la “responsabilidad de un organismo, como es la CNV, en una decisión histórica, y de poder ser partícipe”. “No es una cuestión ideológica. A lo largo de todo el mundo es una cuestión de Estado, sin importar el signo político”, subrayó el funcionario. La empresa –según explicó– va a tener un control público, pero seguirá siendo una sociedad anónima, por eso la entidad reguladora del mercado continuará actuando como contralor. “El público inversor puede estar tranquilo de que la CNV va a velar por los intereses de los argentinos e YPF será supervisada como todas las empresas que cotizan en Bolsa”, agregó.
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