La territorialidad indígena está estancada y amenazada por gobiernos de derecha e izquierda

– La amenza es principalmente ideológica y sostiene que los indígenas “tienen mucha tierra” y son “un freno para el desarrollo”.

Servindi, 25 de junio, 2012.- El proceso de territorialización de los pueblos indígenas es un proceso que se encuentra estancado y amenazado advirtió el especialista Chris van Dam en un artículo publicado en el portal web Territorio indígena y gobernanza.
Van Dam sostuvo que la principal amenaza es la ideológica, que se expresa en el discurso que se instala en la opinión pública y que sostiene que “los indígenas tienen mucha más tierra de la que requieren” y que por esto son “un freno para el desarrollo”.
Se trata del artículo: Territorios Indígenas en América Latina: lecciones aprendidas y desafíos a futuro, escrito por Chris van Dam,  consultor asociado en Manejo de Recursos Naturales y Desarrollo Rural  de Helvetas Swiss Intercooperation y coordinador de la Iniciativa Territorio Indigena y Gobernanza.
Precisó que los exponentes mas conocidos de ese pensamiento son el expresidente del Perú Alan García Pérez con su tesis del “perro del hortelano” y el economista Hernando de Soto con “La Amazonia no es Avatar”.
Sin embargo, advirtió, que dicho discurso, se alimenta desde distintas orientaciones políticas e ideológicas, incluyendo “a los gobiernos progresistas de la región” y va tomando cuerpo a nivel de los medios y de sectores urbanos.
La Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA) criticada cómo un proyecto neoliberal al servicio de capitales transnacionales, ha sido retomada como proyecto por la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), que impulsan los “gobiernos progresistas de la región: Brasil, Argentina, Venezuela, Ecuador”.
Los conflictos que provoca la explosión de la megaminería, la construcción de carreteras o hidrovías cruzan por igual países con gobiernos de derecha cómo países con gobiernos progresistas.

Un proceso estancado… y amenazado

El proceso de territorialización indígena se ha estancado, entre otras razones, por el incremento de la demanda de tierras para proyectos agrícolas, ganaderos, extractivistas y de agrocombustibles.
Los gobiernos, presionados por inversores nacionales y capitales extraregionales, buscan incorporar los territorios indígenas al mercado de tierras.
En tal contexto, los grupos ambientalistas y pro indígenas que promueven la defensa de los territorios indígenas “son percibidos como estratagemas de los países del Norte para frenar el proceso de desarrollo e industrialización del Sur”.

Grandes desafíos


El gran desafío, afirma Chris van Dam, es cómo contrarrestar el discurso que argumenta que los pueblos indígenas no tienen la capacidad, el interés, el capital ni las cualidades empresariales para “poner en valor” sus territorios.
Uno de los mayores desafíos políticos que enfrentan los pueblos indígenas es resolver las tensiones que enfrentan para la administración, el buen gobierno o gobernanza -interna y externa- de sus territorios.
Ello supone la construcción de “una nueva institucionalidad” sin un marco legal de referencia en la mayoría de países y que puede estar en construcción  donde la autonomía indígena está contemplada constitucionalmente, como en el caso de Bolivia o Ecuador.
El especialista analiza diversos aspectos que se desprenden del problema de gobierno indígena y también aborda un tema transversal prioritario: la Valorización Económica del Territorio, cuyos matices y complejidad son diferentes entre pueblos andinos y amazónicos o de tierras bajas.
La puesta en valor económico de los recursos del territorio parece una cuestión central a resolver en corto plazo por las organizaciones territoriales indígenas ya sea en función de la propia economía indígena o en función del mercado.
Una de las razones para ello responde a que es una de las formas de hacer frente a las amenazas, mediante el ejercicio de la soberanía y resguardo de la integridad del territorio.
Además, porque en contextos de pobreza material, puede ser una herramienta para mejorar las condiciones de vida de las comunidades, financiar pequeñas obras de infraestructura y promover las políticas sociales que decidan promover las comunidades.
Chris van Dam observa la falta de una estrategia de acompañamiento a procesos de gobernanza territorial por parte de las organizaciones no gubernamentales, con excepción de un grupo de instituciones nicaragüenses.
El especialista concluye en señalar la necesidad de incidir políticamente a nivel de los gobiernos de la región para que comprendan que existe una problemática de gobernanza territorial no resuelta y que se necesitan políticas públicas para acompañar estos procesos.
También se requiere “instalar” la gobernanza territorial en las agendas de las organizaciones indígenas, especialmente las nacionales y regionales; y buscar generar capacidades para el acompañamiento a la gobernanza territorial.
Ello incluye -entre otras acciones- promover experiencias piloto, programas de investigación, talleres para validar metodologías y establecer escuelas de gobernanza para dirigentes indígenas.
Servindi