El funcionario rechazó cuestionamientos a la importación de energía realizados por la oposición, a los que acusó de querer volver a un modelo donde el país era neto exportador de energía.
El subsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta, rechazó cuestionamientos a la importación de energía realizados por la oposición, a los que acusó de querer volver a un modelo “donde el país era neto exportador de energía a costa de la desaparición de la industria”.
“Los que critican la importación de energía sueñan con rebobinar a la Argentina a un esquema energético donde el país era neto exportador de energía a costa de la desaparición de la industria: 25% de desempleo y 55% de pobreza”, dijo Baratta.
El funcionario salió de esta forma al cruce de un artículo publicado hoy en “El Cronista” titulado “Importación de Energía: la extraña aritmética oficial”, firmado por Sebastián Scheimberg de la Fundación Pensar identificada con el espacio político del PRO.
Baratta sostuvo que “no resulta para nada llamativo cuando aparecen aquellos que, con una liviandad asombrosa, pretenden armar con cifras totalmente descolgadas, informes y conjeturas que no tienen ningún tipo de valor técnico. Algunos pretenden tapar el sol con una falange”.
El subsecretario, en un comunicado, explicó que “Argentina sólo importa el 8 por ciento de su consumo energético mientras que países vecinos deben importar en algunos casos más del 60 por ciento”.
Agregó que además “Argentina tiene ampliamente el consumo energético per cápita más alto de la región, lo que habla claramente de la accesibilidad y disponibilidad de la energía tanto para la industria como para los hogares”.
En ese sentido recordó que “desde el 2003, Argentina incorporó 8.700 megavatios, el equivalente a 11 centrales nucleares como Atucha II, y construyó 4.244 km de líneas de 500 kilovoltios”
Esas incorporaciones dijo “permitieron incorporar nada más y nada menos que a 10 provincias que estaban desconectadas del Sistema; sin dejar de mencionar que al mismo tiempo, 2 millones de hogares pudieron acceder al servicio de gas”.
Asimismo, indicó que “en este mismo lapso, el PBI argentino y su industria tuvieron el crecimiento más grande de toda la historia, con el dato no menor de que el interior del país creció en promedio un 15% más que los grandes centros urbanos, que la desocupación cayó del 25 a 6,8 por ciento”.
El funcionario consideró que “en la etapa de mayor crecimiento histórico con inclusión social que vive Argentina desde el año 2003, hay intereses pero indudablemente también interesados que pueden verse afectados”.
La Mañana de Neuquen