Entrevista exclusiva con Carlos Jiménez López, director de Repsol
El directivo de Repsol sostuvo que la petrolera española espera que el Gobierno de Cristina Kirchner los convoque a un “diálogo abierto, siempre y cuando exista voluntad” para encontrar una solución al conflicto. A su vez, admitió que la expropiación de sus acciones en YPF obligó a Repsol a vender el negocio de GNL a Shell. Y cuestionó la performance productiva de YPF a un año de la renacionalización.
Carlos Jiménez López, director de Repsol, señaló que si bienno hay ninguna negociación oficial en marcha con el Gobierno argentino por la expropiación del 51% de las acciones de la española en YPF, la compañía “está dispuesta a sentarse a negociar” con las autoridades locales “siempre y cuando exista voluntad” para encontrar una solución al conflicto.
En diálogo con Revista Petroquímica, Petróleo, Gas & Química, que lo entrevistó en un alto de la conferencia Arpel 2013, realizada en abril en Punta del Este, el directivo –que integra la unidad Actuaciones YPF de Repsol– admitió que la renacionalización de la petrolera argentina “hizo mucho daño”.
“Por la expropiación, tuvimos que modificar el plan estratégico de la compañía y nos vimos obligados a vender, en un mal momento, el negocio de GNL, que era uno de los negocios estrella, porque si no los mercados financieros nos podrían penalizar”, explicó Jiménez López.
Tras varios meses de negociaciones, Repsol anunció en febrero la venta de todo su negocio de gas natural licuado (GNL) al grupo angloholandés Shell, a cambio de u$s 6.653 millones. Aun así, Jiménez advirtió que “en la Argentina estuvimos muchos años. Es uno de los países donde han habido cosas en común y puede seguir habiéndolas”.
“No es un problema con Argentina en general, sino con este Gobierno, que dio este paso tan brutal (laexpropiación) pocos meses después de saludarnos por la celebración de Navidad e inaugurar juntos el descubrimiento del primer yacimiento de Vaca Muerta”, señaló el directivo.
Jiménez López cuestionó la performance productiva de YPF a un año de la renacionalización. “Si se analizan los números del cuarto trimestre, se ven pérdidas de la producción de hasta un 6%”, advirtió. “Además, ninguna de las inversiones que se hablan para Vaca Muerta se han concretado, porque los inversores evidentemente saben que van a tener que enfrentarse al sistema jurídico que posee Repsol sobre esos activos”, agregó.
YPF firmó memorandos de entendimiento (MOUs, por sus siglas en inglés) para desarrollar yacimientos no convencionales en Neuquén con Chevron, Bridas y Dow.
Menos oferta
El directivo puso en duda la reducción de las importaciones de YPF durante 2012, presentada como un logro de la gestión del equipo liderado por el CEO de la compañía, Miguel Galuccio. “Se habla de que han reducido las importaciones cuando, en realidad, lo que sucede es que están ofreciendo menos gasoil al mercado. La demanda se frenó el año pasado por el menor consumo del campo. Y frente a ese escenario, el descenso de las ventas de YPF fue más acentuado, por lo que perdió cuota de mercado frente a sus competidores”, analizó el director de Repsol.
Por eso, añadió que la performance de YPF “no termina de levantar”. También cuestionó el congelamiento de los precios de los hidrocarburos, uno de los pilares de la política energética aplicada por la Casa Rosada durante los gobiernos kirchneristas.
“El Ejecutivo está decidido a controlar los precios, y mantener valores bajísimos para el gas. Tampoco aplicó medidas para lograr un uso eficiente del fluido, con medidas racionales que hubiesen ayudado a alcanzar reducciones de consumo”, criticó.
Jiménez López indicó que la puesta en producción de Vaca Muerta, señalada en la industria como una de las grandes reservas no convencionales de hidrocarburos del planeta, es la única alternativa para revertir el escenario actual de declinación.
Inversiones se buscan
En esa dirección, afirmó que durante 2011 desde YPF –que era controlada por Repsol y la familia Eskenazi– trabajaron en forma conjunta con el Gobierno para encontrar un plan para recuperar la producción de petróleo y gas. “La solución estaba. Vaca Muerta viabiliza un nuevo horizonte de reservas, pero para poner en marcha se necesita capital”, aseguró.
El ejecutivo ubicó los
desembolsos necesarios para desarrollar el megayacimiento en torno a los u$s 30.000 millones. “Los números que dio YPF son razonables, pero nosotros contábamos con una ventaja porque teníamos mayores facilidades para atraer inversores”, indicó.
Además –agregó–, la Argentina todavía caminaba por un sendero de confianza, que encontró un freno con la expropiación, debido a la incertidumbre generada sobre los inversores. “Hoy en día, los inversores se preguntan si no les pasará lo mismo. Hace dos años había una recuperación de todas las inversiones de YPF, no sólo en petróleo sino que también analizábamos proyectos en minería. Teníamos más de 10 empresas interesadas en invertir, pero después de la expropiación en forma de confiscación, el escenario cambió radicalmente”, advirtió Jiménez.
A su entender, las expropiaciones son lícitas, siempre y cuando se establezca un precio por los activos tomados por el Estado y se lo pague. “La manera en que avanzó el Gobierno argentino incluso va en contra de las leyes argentinas que establecen cómo se deben realizar esas expropiaciones”, cuestionó.
Aseguró, en tanto, que la situación financiera de Repsol es firme –a partir de la venta de su negocio de GNL– y la empresa está ahora en una situación de estabilidad económica, sin un ratio de deuda alto, que es razonable.
Revista Petroquímica, Petróleo, Gas & Química