Raúl Sendic es el presidente de Ancap, la petrolera estatal de Uruguay. Al menos hasta octubre, cuando el directivo planea dejar su cargo en la empresa para abocarse tiempo completo a su carrera política (su nombre integra la lista de posibles candidatos a vicepresidente para las elecciones del año que viene). Al frente de la empresa trazó un programa para levantar el perfil de Ancap, en especial en el área de exploración y explotación de hidrocarburos, dado que la empresa no posee producción propia de petróleo y gas.
Ancap licitó el año pasado 15 áreas offshore a fin de evaluar el potencial hidrocarburífero de la plataforma marítima. Las compañías británicas BG (bloques 8, 9 y 13) y BP (bloques 6, 11 y 12), la francesa Total (bloque 14) y la irlandesa Tullow Oil (bloque 15) resultaron adjudicatarias para desarrollar operaciones exploratorias en aguas profundas de tres cuencas marinas: Oriental del Plata, Punta del Este y Pelotas.
Las operaciones comprenderán un pozo exploratorio en aguas ultraprofundas (3.500 metros de profundidad), 33.240 km² de sísmica 3D, 13.080 km² de electromagnetismo 3D, 3.000 kilómetros de sísmica 2D, análisis de muestras de sedimentos, entre otros trabajos comprometidos para los primeros tres años de exploración. Las unidades de trabajo fueron valorizadas en u$s 1.561,96 millones.
“Ancap está desplegando un conjunto de inversiones muy importantes en varios bloques en exploración y producción. Hay 8 áreas donde se están realizando trabajos de sísmica 3D y estamos preparando una nueva licitación para el año 2015 de los campos que quedaron sin adjudicar”, señaló Raúl Sendic, presidente de la petrolera uruguaya, en diálogo con Revista Petroquímica, Petróleo, Gas & Química, que lo entrevistó durante la conferencia Arpel 2013, realizada en Punta del Este. “Somos muy optimistas en poder encontrar petróleo en la plataforma marítima que sea económicamente explotable”, enfatizó.
Articulación oriental
Sendic entabló una buena relación con Miguel Galuccio, CEO de YPF. De hecho, indicó que, a su entender, ”la nacionalización de YPF fue una buena noticia” y destacó “el profesionalismo de esta nueva gestión”. “Ojalá en un futuro cercano podamos hacer más cosas en conjunto con gasoductos y ríos que nos unen. Tenemos más de 20 años de trabajo y hoy hay muchas posibilidades más por explorar”, destacó.
El directivo agregó que se están evaluando distintas oportunidades de sinergia entre ambas empresas. Ancap está dispuesta a reactivar campos “maduros” de explotación de hidrocarburos en Argentina (algo similar a lo que está haciendo en Venezuela). La petrolera uruguaya también tiene interés real en explorar formaciones no convencionales en Vaca Muerta, en la cuenca Neuquina.
“Estamos conversando la posibilidad de ir a hacer inversiones tanto en petróleo convencional como no convencional. La intención es reactivar campos maduros en Neuquén. Hemos tenido varias reuniones de trabajo con Galuccio y su staff. Nuestras posibilidades de inversión son acotadas, por lo que la idea es sumarnos al programa de inversión diseñado por YPF”, explicó Sendic, que al mismo tiempo descartó la posibilidad de retornar al negocio local de refinación de combustibles (era titular de las estaciones de bandera Sol). “Esa alternativa no está en estudio”, añadió.
A su vez, afirmó que YPF está por reactivar los trabajos de exploración en un área onshore adjudicada en Uruguay. La petrolera argentina firmó un contrato en 2011 para prospectar un bloque de aproximadamente 10.000 kilómetros cuadrados que comprende los departamentos de Artigas, Salto, Tacuarembó y Rivera. “En este momento están por reactivar los trabajos de exploración en el área adjudicada”, aseguró el presidente de Ancap.
Refinación
La empresa destinó buena parte de sus recursos en la modernización de la refinería La Reja, emplazada en las afueras de Montevideo. A un costo de u$s 330 millones, Ancap está construyendo una unidad desulfurizadora que permitirá una altísima mejora en la calidad de los combustibles. Los trabajos comprenden la puesta en marcha de una planta desulfurizadora de gasoil, otra de nafta y una unidad recuperadora del 99,5% del azufre existente.
“Estamos fortaleciendo el sector de refinación con dos plantas desulfurizadoras y modernizando la infraestructura para la importación de crudo y derivados medios. Todo el proyecto demandará una inversión de unos u$s 400 millones”, cuantificó Sendic.
Actualmente el obrador –en manos de AESA, empresa subsidiaria de YPF de Argentina– se encuentra concluido en un 96%. En la actualidad, el gasoil común marca Ancap cuenta con entre 3.000 y 4.000 partes por millón (ppm) de azufre, casi veces más que el diesel importado (50 ppm). “El objetivo de estas obras es procesar gasoil con 50 partes por millón”, precisó Sendic.
Biocombustibles
Con una participación del 90%, Ancap se asoció con la venezolana PDVSA (10%) para crear Alcoholes del Uruguay (ALUR), la empresa encargada de producir y distribuir biocombustibles en el país. Según la Ley 18195 de agrocombustibles sancionada por el Congreso uruguayo, a partir del año pasado Ancap está obligada a comercializar gasoil con, al menos, un 5% de biodiesel. Sin embargo, la meta es más ambiciosa, según precisó Sendic.
“Apuntamos a procesar, para el año que viene, gasoil con un 10% de biodiesel (conocido como B10 en la jerga petrolera) y naftas con un 10% de etanol”, indicó el directivo. La construcción de la planta de etanol estará a cargo de la española Abengoa, en tanto que la firma sueca Alfa Laval participó del montaje –que demandó u$s 20 millones de inversión– de una unidad de biodiesel en la base de Capurro, la antigua planta de Alur.
Para lograr ese objetivo, Alur deberá producir alrededor de 90.000 metros cúbicos anuales (m³/año) del biocarburante, dado que la demanda de gasoil ronda los 900.000 m³/año.
En el exterior
Puertas afuera, Ancap está relanzando su política internacional. “Hemos evaluado varias áreas en Perú. Incluso hicimos una oferta por un bloque pero nos ganaron los chinos. Ahora estamos estudiando participar de licitaciones en Angola. Y queremos iniciar la explotación de dos campos maduros en Venezuela”, comentó Sendic.
El año pasado Ancap conformó una empresa mixta junto con PDVSA –la petrolera uruguaya posee una participación del 40%– con la meta de extraer 6.000 barriles diarios de petróleo en la faja del Orinoco (un 10% del consumo la destilería La Teja).
La sociedad explotará los campos bloque Oveja y Yopales Central, en el estado venezolano de Anzoátegui, a 100 kilómetros de la faja del Orinoco.
Asimismo, Ancap integra una UTE con la petrolera venezolana y Enarsa para desarrollar en conjunto el bloque 6 de Ayacucho, en la cuenca del Orinoco, que cuenta con recursos estimados por 37.000 millones de barriles de crudo. “Pero ese proyecto está prácticamente parado”, admitió Sendic