El mundo demanda cada vez más gas y más carbón pero menos petróleo. La revolución del “shale gas” y el resurgir del carbón marcan las tendencias energéticas globales.
A lo largo de 2012 el mundo se decantó por el gas natural y fue dejando de lado –con cierta timidez, eso sí– al petróleo. Los datos del BP Statistical Review of World Energy 2013, presentado ayer en Madrid, así lo atestiguan. En este año el consumo global de gas natural creció un 2,2% impulsado por la fuerte demanda en Estados Unidos y China. La revolución del gas de esquisto, ya en plena producción en países como EEUU, está cambiando la cara al sector energético haciendo del gas una de las principales energías primarias.
El crecimiento de consumo se dio en todas las regiones, en algunas con mucho impulso. Solo Estados Unidos quemó un 4,1% más gas en 2012 que en 2011. En China han aumentado esa diferencia hasta llevarla a un 9,9% sobre el año anterior. Las expectativas para esta materia prima son muy positivas. La producción sigue creciendo año a año. En EEUU creció incluso más que la demanda –un 4,7%– mientras que en otras áreas el gas se extrae en cantidades nunca vistas antes. En Qatar la producción aumentó en 2012 un 7,8%, en Noruega un 12,.6% y en Arabia Saudita un 11,1%.
Y lo mejor de todo es que hay gas para rato. Las reservas probadas de gas en el mundo ascienden a 187 trillones de metros cúbicos que, al ritmo actual de producción, tardarían en extraerse 55 años. Estas reservas no son fijas. Hace veinte años las reservas probadas eran un 60% inferiores a las actuales, luego esos 187 trillones podrían ser muchos más dentro de dos décadas. El país con mayores reservas probadas de gas natural es Rusia con 33 trillones de metros cúbicos y un 33,6% del total, seguido de Rusia y de Qatar.
La segunda juventud del carbón
El carbón va a la par del gas natural. Su consumo aumenta de un modo sostenido desde hace años. Solo el 2012 se quemó un 2,5% más que en 2011. Es el combustible fósil cuyo consumo crece más deprisa. Cada año se extrae más carbón de la tierra. En China su producción aumentó el año pasado en un 3,5% aunque disminuyó significativamente –un 7,5%– en EEUU motivado por el auge del gas de pizarra.
Las ventajas del carbón son su bajo precio, su disponibilidad y el hecho de que sea el combustible fósil del que se conocen más reservas. Con la producción actual queda carbón en las minas para los próximos 109 años, es decir, hasta el año 2121. Esto le ha llevado a vivir una segunda juventud. En 2012 alcanzó, con un 29,9%, la mayor cuota de consumo mundial de energía primaria desde 1970.
El petróleo en horas bajasEl patito feo de la energía global durante el año pasado fue el petróleo. Su consumo sigue creciendo a nivel mundial, pero menos de lo que solía hacerlo en el pasado. En 2011 se quemaron 890.000 barriles diarios más que en 2011, un número aparentemente grande pero que, en realidad, se trata solo de un incremento del 0,9% sobre su promedio histórico. En 2012 el petróleo tuvo la tasa de crecimiento mundial más débil entre los combustibles fósiles por tercer año consecutivo.
El gran responsable de esta caída son los miembros de la OCDE. Los países del primer mundo consumen cada vez menos petróleo y ya sólo representan el 50,2% del consumo mundial. Es la cuota más pequeña de la historia. Eso a pesar de que las reservas probadas de oro negro no hacen sino aumentar. Actualmente son un 40% mayores de las que había en 1992, la mitad de las cuales se encuentran bajo el suelo de Oriente Medio.