Gesualdo afirma que actualmente en Río Negro la explotación de hidrocarburos es “convencional”. Y para marcar una distinción dice que, en estos momentos, lo “no convencional” está trazado por el yacimiento neuquino de Vaca Muerta, que necesita metodologías extractivas específicas que en Río Negro no se practican.
El titular de la Secretaría de Energía piensa que las iniciativas legislativas que se han promovido en Cinco Saltos y Allen para prohibir el fracking no tienen ningún asidero. “Es generar una discusión que en Río Negro no tiene sentido. Ojalá en Allen, Cinco Saltos u otras ciudades hubiera un yacimiento no convencional, que vengan inversiones de 1.000 millones y que haya trabajo para la gente relacionada con el petróleo y para muchos más. Pero no lo hay. Como pasa en Neuquén hay intereses, algunos defienden el agua, otros cuestiones políticas (…) Los asambleístas están para estar preocupados y desde el Estado hay que controlar y hacer cumplir con lo que corresponde”
De acuerdo al análisis de Gesualdo, las empresas petroleras no son las mismas de hace 40 años atrás. “Hoy por sus condiciones y estándares de calidad no se permiten contaminar. En general todas tienen sistemas integrados de gestión, de medio ambiente y todas cotizan en bolsa. Sería muy burdo pensar que las empresas contaminan o hacen las cosas mal apropósito. Puede que haya un derrame como cualquier incidente pero hay que controlarlo, acondicionarlo y que no se vuelva a producir”, detalló.
Gesualdo está convencido de que la actividad frutícola es totalmente compatible con la hidrocarburífera, siempre y cuando se cuiden aspectos vinculados con la contaminación de los acuíferos y se acentúen los controles. Para demostrar que esa relación menciona el caso de Allen (EFO), localidad donde Apache perfora en la zona de las chacras, entre el paisaje de perales y manzanos. “Por la escala que poseen no creo que una actividad pueda avanzar sobre la otra. En el Valle la fruticultura tiene 100 veces más de volumen que la actividad hidrocarburífera”.