El gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, defendió el fin de semana el acuerdo petrolero con la norteamericana Chevron, al admitir que la estatizada YPF ya no puede más y necesita socios que aporten capital.
Sapag justificó así el convenio con Chevron cuestionada por contaminación en Ecuador, al admitir que si la Nación, YPF y la provincia tuviesen dinero, no se estaría discutiendo nada de esto. Hay que reaccionar: YPF había invertido 900 millones (de pesos) el año pasado y este año 2.700 (millones de pesos), pero ya no puede más. Necesita socios que aporten capital, argumentó el mandatario neuquino.
El gobernador hizo estas declaraciones en momentos en que la legislatura de Neuquén está debatiendo una medida que allana el camino para ejecutar el plan con Chevron. La semana pasada, los legisladores dieron el primer paso para extender a YPF la concesión de Loma Campana por 35 años (hasta el 2.048), condición para que pueda concretar el acuerdo. Ahora el proyecto pasará, algunos dicen que de manera exprés, por las restantes comisiones para ser tratado el próximo 28 de agosto.
En este contexto, Sapag defendió, la extensión de la concesión del yacimiento para YPF y Chevron. El mandatario neuquino dijo que la provincia tiene yacimientos no convencionales que le abren una perspectiva excepcional, pero se necesitan las inversiones.
El gobernador, a su vez, admitió que la Argentina destina un récord de u$s 12.000 millones para importar gas y petróleo, por lo que resulta necesario producir hidrocarburos. Esto es una verdad absoluta y no hay quien pueda discutir esto en términos racionales, sí en términos electorales, porque es más fácil esgrimir un falso nacionalismo, ir contra los norteamericanos, contra Chevron, que ponerse a trabajar y gestionar, disparó.
El acuerdo entre YPF y Chevron viene siendo cuestionado por ambientalistas, luego de que la empresa estadounidense fuese acusada de contaminación en la Amazonia ecuatoriana. El yacimiento Vaca Muerta necesita miles de millones de dólares de inversiones para extraer el gas que, se estima, está atrapado a gran profundidad entre las rocas, a través de un polémico sistema denominado fracking, que está dando muy buenos resultados en EE.UU.