PLAN DE ESTIMULO A PRODUCTORES MEDIANOS DE GAS NATURAL. SUBE EL PRECIO POR AUMENTO DE PRODUCCION
Los ministros de Economía y Planificación, junto a gobernadores de provincias petroleras, anunciaron el plan de incentivos a firmas del sector que hoy producen menos de 3,5 millones de metros cúbicos por día. El objetivo es la soberanía hidrocarburífera.
Imagen: Sandra Cartasso.
Por Javier Lewkowicz.- El Gobierno lanzó un plan para incentivar a las empresas hidrocarburíferas de menor peso en el mercado a que incrementen la producción de gas. A partir de un piso de producción, los precios aumentarán a medida que mejore el desempeño de la empresa que ingresa al régimen. “El objetivo es apuntalar y promover la exploración y explotación de gas natural”, explicó el ministro de Economía, Axel Kicillof, en una rueda de prensa que encabezó junto a su par de Planificación, Julio De Vido, a la que asistieron empresarios y gobernadores de las provincias gasíferas. Ya existe un plan similar que aprovechan las empresas más grandes del sector. La idea ahora es atraer a aquellas que todavía no aceptaron el estímulo, cuya producción explica menos del 20 por ciento del total. El costo fiscal estimado del nuevo plan, hasta 2017, es de 700 millones de dólares, para sustituir importaciones por tres mil millones.
Kicillof ubicó al nuevo plan en una línea de continuidad cuyo final, espera, es recuperar la soberanía hidrocarburífera, que consiste en tener una balanza comercial energética al menos equilibrada. Recordó entonces la baja en las retenciones a la exportación de crudo que se concretó en enero de este año. Esa medida garantizó a las empresas que vendan al exterior –donde sobresalen Pan American Energy, propiedad de la familia Bulgheroni y la británica British Petroleum– recibir 70 dólares por barril.
La mejora para los productores de gas vino con el Plan Gas I, que triplica el precio del gas en boca de pozo de 2,50 a 7,50 dólares por millón de BTU, para el gas “incremental”: la producción que esté por encima del nivel actual de las empresas, teniendo en cuenta la tasa de declino de las reservas de los yacimientos, se paga al nuevo precio. El esquema resultó atractivo para las firmas más importantes del sector que producen el 80 por ciento del gas en el mercado local. Entraron al régimen YPF, PAE, Total Austral, Wintershall, Sinopec, Enap, Pampa Energía, Roch y Petroquímica Comodoro Rivadavia. El ahorro de divisas que permitió la mejora en la producción es de 800 millones de dólares hasta ahora, y será de 15 mil millones hasta 2017, según los funcionarios.
Si las firmas que se comprometen empeoran su desempeño, deben importar el hidrocarburo a un precio de 17 dólares el millón de BTU. Esa penalidad, en relación con la exigencia planteada, resulta excesiva para las empresas con menos poder de mercado. Por eso el Gobierno ya evaluaba desde hace un tiempo modificar algún parámetro de la ecuación para que sea más accesible a las empresas que inyectan a la red menos de 3,5 millones de metros cúbicos diarios. Se decidió mantener la penalidad, pero en cambio establecer un piso de producción más generoso: para recibir el beneficio, la inyección de gas de las empresas no debe caer más del 15 por ciento.
Si se tiene en cuenta que en promedio las 50 empresas a las que se dirige esta medida registran una baja en la producción del 7 por ciento en promedio, según explicó Kicillof a este diario, el piso del 15 por ciento supone que manteniendo el actual rendimiento, la mayor parte de las firmas mejorará sus ingresos. La caída se calcula en función del nivel de producción hoy, teniendo además en cuenta la tasa natural de declino de los yacimientos. La producción correspondiente a una baja del 15 por ciento continuará recibiendo 2,5 dólares. El gas que supere ese nivel tendrá un precio de 4 hasta 7,5 dólares, en función de una serie de franjas que estableció el Gobierno.
El ingreso al plan es voluntario y aquellas firmas que ya estén en el Plan Gas I, pero su producción esté por debajo de 3,5 millones de metros cúbicos, podrán pasar al Plan Gas II. El plan rige hasta 2017, con la posibilidad de prórroga por un año más. En el caso de las empresas nuevas, el Gobierno evaluará cada proyecto para ver en qué medida pueden recibir los precios mejorados.
Página/12
Kicillof ubicó al nuevo plan en una línea de continuidad cuyo final, espera, es recuperar la soberanía hidrocarburífera, que consiste en tener una balanza comercial energética al menos equilibrada. Recordó entonces la baja en las retenciones a la exportación de crudo que se concretó en enero de este año. Esa medida garantizó a las empresas que vendan al exterior –donde sobresalen Pan American Energy, propiedad de la familia Bulgheroni y la británica British Petroleum– recibir 70 dólares por barril.
La mejora para los productores de gas vino con el Plan Gas I, que triplica el precio del gas en boca de pozo de 2,50 a 7,50 dólares por millón de BTU, para el gas “incremental”: la producción que esté por encima del nivel actual de las empresas, teniendo en cuenta la tasa de declino de las reservas de los yacimientos, se paga al nuevo precio. El esquema resultó atractivo para las firmas más importantes del sector que producen el 80 por ciento del gas en el mercado local. Entraron al régimen YPF, PAE, Total Austral, Wintershall, Sinopec, Enap, Pampa Energía, Roch y Petroquímica Comodoro Rivadavia. El ahorro de divisas que permitió la mejora en la producción es de 800 millones de dólares hasta ahora, y será de 15 mil millones hasta 2017, según los funcionarios.
Si las firmas que se comprometen empeoran su desempeño, deben importar el hidrocarburo a un precio de 17 dólares el millón de BTU. Esa penalidad, en relación con la exigencia planteada, resulta excesiva para las empresas con menos poder de mercado. Por eso el Gobierno ya evaluaba desde hace un tiempo modificar algún parámetro de la ecuación para que sea más accesible a las empresas que inyectan a la red menos de 3,5 millones de metros cúbicos diarios. Se decidió mantener la penalidad, pero en cambio establecer un piso de producción más generoso: para recibir el beneficio, la inyección de gas de las empresas no debe caer más del 15 por ciento.
Si se tiene en cuenta que en promedio las 50 empresas a las que se dirige esta medida registran una baja en la producción del 7 por ciento en promedio, según explicó Kicillof a este diario, el piso del 15 por ciento supone que manteniendo el actual rendimiento, la mayor parte de las firmas mejorará sus ingresos. La caída se calcula en función del nivel de producción hoy, teniendo además en cuenta la tasa natural de declino de los yacimientos. La producción correspondiente a una baja del 15 por ciento continuará recibiendo 2,5 dólares. El gas que supere ese nivel tendrá un precio de 4 hasta 7,5 dólares, en función de una serie de franjas que estableció el Gobierno.
El ingreso al plan es voluntario y aquellas firmas que ya estén en el Plan Gas I, pero su producción esté por debajo de 3,5 millones de metros cúbicos, podrán pasar al Plan Gas II. El plan rige hasta 2017, con la posibilidad de prórroga por un año más. En el caso de las empresas nuevas, el Gobierno evaluará cada proyecto para ver en qué medida pueden recibir los precios mejorados.
Página/12