Por David Hill*
24 de enero, 2013.- La empresa de gas Pluspetrol admite que generará “temor” y posiblemente “estrés” y una “sensación de invasión” entre los pueblos indígenas de la Amazonía peruana que tienen poco o ningún contacto con el exterior. Pluspetrol hace estas admisiones en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de su plan para expandir el proyecto de gas de Camisea, que fue aprobado por el Ministerio de Cultura hace dos días.
La expansión incluiría la perforación de 18 pozos y la realización de pruebas sísmicas en una reserva para pueblos indígenas en “aislamiento voluntario” y “contacto inicial” (PIAVCI), como los denomina la legislación peruana. De acuerdo con el Capítulo 5 del EIA:
“Debido a la imposibilidad de establecer contacto directo con las poblaciones en aislamiento presente dentro de la RTKNN es difícil conocer la magnitud de los efectos que podrían ocasionar en ellas las acciones del proyecto. Para la evaluación de impactos se asume que cualquier actividad diferente a las que puedan desarrollar en su vida cotidiana generará temor, preocupación; y cambios en sus formas de ver y concebir el mundo”.
El EIA afirma en al menos 16 ocasiones que las operaciones planeadas generarán o podrían generar “temor” entre los habitantes de la reserva. Las razones dadas incluyen: la presencia y el movimiento permanente de los trabajadores del proyecto y la posibilidad de contacto con ellos; el uso de helicópteros; la llegada de “maquinarias desconocidas”; el transporte de materiales y equipos; el desbroce y desbosque; el movimiento y la nivelación de los suelos; la construcción de campamentos, plataformas para pozos y una línea de conducción; y el ruido generado por la perforación.
El EIA también indica en al menos siete ocasiones que las operaciones previstas podrían causar “estrés” entre los habitantes de la reserva, y, al menos en una ocasión, afirma que “pueden generar en las familias en aislamiento desconfianza, aprehensión y una sensación de invasión”.
La reserva fue establecida en 1990 y se le dio una mayor protección legal en 2003 mediante una ley que establece, entre otras cosas, que “aquellos derechos de aprovechamiento de recursos naturales actualmente existentes deberán ejercerse con las máximas consideraciones para garantizar la no afectación de los derechos de las poblaciones indígenas que habitan al interior de la Reserva Territorial”.
A pesar de esto, Pluspetrol sigue adelante con sus planes de expandir sus operaciones y admite numerosas veces en su EIA cómo serán o podrán ser afectados los habitantes de la reserva. Además de sentirse atemorizados, estresados, aprehensivos y que están siendo invadidos, estos impactos incluyen: una alejamiento temporal de los animales de caza forzando a los PIAVCI a pasar más tiempo cazando o a tener menos para comer, limitar su uso de rutas y/o caminos, y tener graves impactos negativos en su salud.
En julio del año pasado, el Viceministerio de Interculturalidad (VMI) del Perú, organismo estatal responsable de los pueblos indígenas, emitió un informe que indica que la planeada expansión de Pluspetrol podría “devastar” a los Nahua que viven en la reserva y “extinguir” a los Kirineri y Nanti. Sin embargo, este informe fue dejado sin efecto rápidamente y otro informe mucho menos crítico fue escrito por un equipo especial contratado fuera del ministerio y hecho público en noviembre pasado.
El informe de noviembre puso en relieve el hecho de que Pluspetrol declara que sus operaciones generarán, entre otras cosas, “temor, preocupación o diferentes grados de estrés”, y pidió que la empresa explique cómo evitaría tales impactos. Pluspetrol respondió afirmando que haría una serie de cosas, incluyendo la vacunación de sus trabajadores y capacitarlos en su Código de Conducta, apoyar al Ministerio de Salud, prometer que sus helicópteros cumplan “las rutas de vuelo especialmente establecidas para el proyeccto”, y difundir “un cronograma especialmente diseñado para la población asentada en aislamiento y/o contacto inicial”- medidas consideradas satisfactorias por el VMI.
Las pruebas sísmicas involucrarán detonar miles de explosivos a unos 15 metros bajo tierra, aproximadamente. Pluspetrol ha acordado excluir 8.198 hectáreas de las pruebas después de que el VMI expresó su preocupación por la “posible presencia de población en situación de aislamiento” en un área específica, pero el área excluida es relativamente pequeña, y la empresa continúa su plan de hacer pruebas -así como perforar pozos y construir un ducto de 10,5 kilómetros- en otras regiones utilizadas por los PIAVCI.
Casi las tres cuartas partes de la concesión de Pluspetrol, llamada Lote 88, se superponen a la Reserva Kugapakori- Nahua-Nanti, y todos los 18 pozos planeados estarían en la reserva, así como la mayoría de las pruebas sísmicas.
Pluspetrol es el líder de un consorcio que incluye a Hunt Oil, Repsol y SK Corporation.
Ni Pluspetrol ni la Viceministra de Interculturalidad, Patricia Balbuena Palacios, respondieron a las preguntas sobre el EIA y sus admisiones sobre el ‘temor’, ‘estrés’, y la ‘sensación de invasión’.
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*David Hill es periodista. Puede seguirlo en su página web: www.hilldavid.com y en su cuenta de Twitter: www.twitter.com/@DavidHillTweets