El pasado 12 de octubre, en cumplimiento de una orden de desalojo dada por la jueza María Cecilia Paskevicius, a cargo del Juzgado Civil de Tercera Nominación (Santiago del Estero), personal policial junto al oficial de justicia Luis Scillia y el empresario sojero Néstor Quesada ingresaron violentamente al domicilio de Héctor Reyes Corvalán en el paraje Suncho Pampa (departamento Pellegini) con disparos de bala de goma, matando los perros, haciendo desaparecer 200 cabezas de ganado e incendiando la casa; como resultado del accionar conjunto de funcionarios judiciales, policiales y empresario, Corvalán se encuentra en terapia intensiva con heridas de bala y su cuerpo con graves quemaduras.
El Pueblo Diaguita Cacano se solidariza con la lucha y resistencia en defensa de la tierra del compañero Héctor Corvalán y su familia, integrante de la Mesa Parroquial de Tierra de Nueva Esperanza, quienes desde el año 2012 junto a otras familias campesinas vienen sufriendo ataques y amenazas del empresario sojero Quesada en su intento de apropiarse de la tierra campesina.
Exigimos el juicio político contra la jueza Paskevicius por su reiterada conducta manifiesta contra comunidades campesinas e indígenas de Santiago del Estero, y la inmediata detención de Quesada, Scillia, y el personal policial interviniente por el delito de homicidio en grado de tentativa agravado por su condición de funcionarios judiciales.
El 12 de octubre sigue siendo la nefasta fecha donde se continúa desgarrando la carne y la vida de campesinos e indígenas. Ayer fue el asesinato del cacique de Chuschagasta en Tucumán (12 de octubre de 2009), hoy el intento de asesinato del dirigente campesino Corvalán, ambos con el mismo propósito, la apropiación del territorio indígena-campesino por parte de empresarios terratenientes con protección de funcionarios judiciales y policiales.
Junto al Mocase la USC hace suyo el grito de lucha campesino “¡Ni un metro más, la tierra es Nuestra!”.
Unión Solidaria de Comunidades
USC
Pueblo Diaguita Cacano