Entusiasmado por la posibilidad de que haya crudo y gas en Entre Ríos, el gobierno de esa provincial litoraleña firmará el 9 de febrero próximo un convenio de exploración petrolera con YPF. Grupos ambientalistas se oponen porque -dicen- es alto el riesgo de contaminación del acuífero. Representantes de la oposición hablan de un nuevo capítulo en la “entrega” de los recursos en manos privadas. Una organización especializada dijo a RENA que ese tipo de actividad es de “altísimo riesgo” y puso en duda la verdadera vocación de las autoridades provinciales para proteger el medio ambiente.
El plan entrerriano
La provincia de Entre Ríos firmará el próximo 9 de febrero un convenio de exploración petrolera con YPF, el primer acuerdo en el contexto del anunciado plan de la empresa para desarrollar reservas en la Argentina, que prevé una inversión de 500 millones de dólares.
“En Entre Ríos es muy probable que haya petróleo y esa es una industria poderosa con unos vectores de inversión y desarrollo tremendamente importantes. Si le sumamos industria y regalías petroleras a nuestra capacidad especializada para producir agroalimentos, Entre Ríos sí que no tiene techo en su economía y en su desarrollo humano, porque justamente el desafío es que todo eso desarrolle un círculo virtuoso que impacte positivamente en las personas y en las familias”, anunció el gobernador Sergio Urribarri, al presentar la iniciativa.
“Estamos muy entusiasmados con esta decisión de YPF de comenzar su plan de exploración nacional por la provincia de Entre Ríos y estimo que no lo harían si no pensaran que van a tener éxito”, agregó el mandatario.
“La industria petrolera debió adaptarse a nuevos estándares ambientales en todo el mundo, así que descartamos eventualmente cualquier tipo de problemas al respecto y hay decenas de ejemplos en el mundo donde zonas de producción primaria conviven perfectamente con desarrollos petroleros”, aseguró.
Para acompañar esa decisión, y como el recurso es de propiedad provincial, el Poder Ejecutivo entrerriano presentó en noviembre de 2008 el proyecto de Ley de Hidrocarburos, que autoriza la búsqueda del recurso y las modalidades de la explotación a través de terceros. Este fue aprobado en la Cámara de Diputados y espera ser tratado el mes próximo en el Senado.
Los intentos de exploración en Entre Ríos se refomentan a las primeras décadas del 1900, cuando se abrió con fines exploratorios un pozo en cercanías de Gualeguay, y continuó a mitad del siglo, con una perforación realizada por Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) en El Pueblito, una localidad cercana a Nogoyá. Allí se detectó la ‘roca madre’, que es aquella donde se forma el petróleo, pero sin embargo, en ese lugar de la cuenca chaco-paranaense no se encontró nada.
Hay esperanzas
Según publicó El Diario de Paraná, los estudios geológicos avalan los trabajos que están a punto de comenzar. Entre Ríos se encuentra ubicada en la denominada cuenca Chaco-Paranaense, que integran también Corrientes, Misiones, Santa Fe, Chaco, Formosa, algunas zonas de Córdoba y La Rioja, la República Oriental del Uruguay, centro y sur del Brasil y Paraguay; y está probado que fue invadida por el mar en el Devónico, un período que dejó rastros de la presencia de fauna marina, por lo que se cumplirían dos condiciones para la formación de hidrocarburos.
El geólogo Florencio Aceñolaza, investigador del Conicet y secretario general de la Universidad Nacional de Tucumán, explicó a ese medio que “la materia orgánica que es el petróleo quedó depositada dentro de los estratos y el espesor del sedimento de alguna manera la licua y acumula, siempre y cuando haya una estructura sedimentaria adecuada”.
Aceñolaza, quien representó a la Argentina ante la ONU en la exposición de los argumentos científico-técnicos para demandar sus derechos sobre la Antártida y la plataforma marítima atlántica, que incluye a las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, estimó que “la zona de mayor prospectiva en la provincia está entre las localidades de Cerrito, Estacas, Los Conquistadores, Federal y la cuenca del río Gualeguay”.
Los estudios geofísicos que se hicieron “muestran que la cuenca se profundiza y tiene mayor espesor de sedimentos en la región centro-norte de Entre Ríos. Por el contrario, al sur hay un paquete de rocas graníticas muy antiguas que estaría limitando el desarrollo potencial de una cuenca petrolera”, explicó.
“Lo primero que hay que hacer es una exploración geofísica muy profunda a través de un método que permite contabilizar la cantidad de estratos geológicos que hay entre la superficie y las rocas más profundas que suelen ser de tipo graníticas. Si en el fondo de nuestro subsuelo se detectan estructuras adecuadas para el almacenamiento de gas o petróleo se haría un pozo de exploración de 4 mil o 5 mil metros de profundidad y que cuesta varios millones de dólares, de manera que no es una cosa tan simple”, analizó.
“No es algo remoto que haya petróleo porque Entre Ríos está en la mitad de camino entre dos cuencas y es casi una lógica que se repitan las condiciones de generación y almacenamiento. La cuenca Chaco-Paranaense está vinculada en la llanura pampeana con la cuenca brasileña de Iratí, que ya tienen probada la existencia fundamentalmente de gas pero también de petróleo, y la cuenca andina del borde salteño que tiene ambos. Si en la provincia se determina que existe ese espesor sedimentario y las rocas madres en las que se inicia el proceso de licufacción del petróleo o del gas, habría buenas perspectivas. Pero eso se sabrá recién cuando se hagan las perforaciones”, aseveró.
Un vasto programa
El plan de YPF plantea realizar la búsqueda en las zonas del país que ya están exploradas y también en las que nunca se exploraron. Entre estas últimas está Entre Ríos, con siete bloques ubicados al norte de la ruta nacional 18, que es la zona que geológicamente tiene más posibilidades de poseer reservas de petróleo o gas.
El programa de exploración de la firma se iniciará a comienzos de 2010 hasta 2014. Apunta a conocer el potencial de reservas de petróleo y gas del país, además de verificar las posibilidades de hallazgo de hidrocarburos en el Mar Argentino.
La compañía tiene previsto financiar todas las actividades que fueran necesarias para obtener información de la totalidad de bloques exploratorios que aún no fueron asignados por la Nación o las provincias a ninguna compañía y que podrían contener nuevas reservas petroleras y gasíferas.
Se trata de 250 puntos exploratorios, de los cuales 135 son de offshore, y otros 39 están ubicados total o parcialmente en la provincia de Neuquén (sur); 21 en Santa Fe (litoral); 18 en Santiago del Estero (norte); 16 en Buenos Aires (centro); 12 en Santa Cruz (extremo sur); 12 en Formosa (norte); 12 en Chaco (norte); 11 en La Pampa (centro) ; 11 en Corrientes (NEA); 10 en Jujuy (NOA); 9 en Córdoba (centro); 8 en San Juan (oeste); 7 en Entre Ríos (litoral); 6 en Catamarca (NOA); 5 en Tucumán (NOA); 4 en Misiones (NEA); 3 en Salta (NOA); 3 en La Rioja (NOA) ; 3 en Chubut (sur), 1 en Tierra del Fuego (extremo sur) y 1 en Mendoza (oeste).
En referido a bloques operados por YPF, la compañía invertirá en 2010 más de 500 millones de dólares en exploración y 1.200 millones en la producción de crudo y gas, totalizando así 1.700 millones, contra 1.300 millones de dólares invertidos en 2009. En lo que hace al programa de exploración, se explicó que en función de los resultados, que demandarán 24 meses de trabajos, la compañía avanzará en la realización de pozos exploratorios. Estas acciones estarán supervisadas por la Secretaría de Energía.
Temen por el acuífero
La Asamblea Popular Ambiental de Colón se preguntó. “¿En qué lugar del mundo existe alguna explotación petrolera que no tenga serios problemas ambientales y en lugares áridos casi desérticos donde es menos posible que se desparrame la contaminación oleosa a diferencia de nuestro lugar surcado por todos lados por cursos de agua?”
“A no ser que quieran que en nuestros ríos y arroyos empiecen a aparecer manchas en la superficie por todos lados. Y ni hablar de las consecuencias para el Acuífero Guaraní que subyace debajo nuestro y que seguramente tiene un valor futuro mucho mayor como gigantesco reservorio de agua dulce (sino piensen cuanto vale actualmente 1 litro de agua dulce envasada y compárenlo con 1 litro de combustible refinado)”.
Mientras tanto, el dirigente de la organización M´Biguá, Jorge Daneri, dijo a la agencia AIM que existe “preocupación” ya que “toda perforación petrolera, conforme un sinnúmero de antecedentes que hay en el país, ha producido una diversidad de impactos ambientales y sociales muy grandes”.
“Con toda la historia y la evolución que hay en los sistemas de control y mitigación vamos a intentar hacer un seguimiento de todo el proceso para que se haga de la manera más seria que sea posible”, anunció.
Críticas de la oposición
Para el diputado provincial, José Artusi, el proyecto de ley para la exploración y explotación de petróleo “significaría, por parte de la provincia, convalidar el modelo de saqueo y entrega de nuestra renta petrolera”. El legislador manifestó que la decisión de Uribarri es “por lo menos, apresurada”.
“Nosotros vamos a condenar esto” dijo a RecintoNet. El legislador, durante los debates y el posterior tratamiento del proyecto, objetó varios puntos de la iniciativa oficial y llegó incluso a proponer, junto con sus pares, un nuevo proyecto que no prosperó.
“Es un hecho negativo y produce contradicciones con el proyecto que en su artículo 23 establece la obligación de convocar a una licitación“, marcó, y criticó que el gobierno avisa su decisión “sobre la marcha”.
Según Artusi, “la gran diferencia” de su iniciativa con la del Ejecutivo “es que el nuestro impide -siguiendo la línea histórica del modelo nacional y racional de YPF y Gas del Estado hasta la ley de hidrocarburos de Onganía (ex dictador que gobernó el país en la década de los ’60)- la posibilidad de otorgar concesiones de explotación a empresas privadas. Hacerlo significaría, por parte de la provincia, convalidar el modelo de saqueo y entrega de nuestra renta petrolera que inició (el ex presidente Carlos) Menem y que continúa vigente”.
“Anuncio sustentado en los número rojos”
“El anuncio y entusiasmo manifestado por el gobernador Urribarri no se diferencia substancialmente de las intenciones de su par bonaerense, Daniel Scioli, que concesionaría las cuencas Claromecó, Salado, Colorado, Macachín y Paranaense para su exploración; similares anuncios se hicieron en Catamarca y Corrientes”, aseguraron a RENA desde el Observatorio Petrolero Sur.
“No hay que olvidar la necesidad de dinero de las provincias –Entre Ríos es una de las que cerró el 2009 en rojo- y el salvavidas que encarnan las regalías petroleras. El traspaso de la propiedad de los hidrocarburos a las provincias dio la señal de partida para esta carrera exploratoria en la que se ha dejado totalmente de lado las vocaciones productivas de las diferentes regiones -en este caso, la agroindustria”, manifestó la organización.
El mandatario entrerriano declaró que “la industria petrolera debió adaptarse a nuevos estándares ambientales en todo el mundo, así que descartamos eventualmente cualquier tipo de problemas al respecto y hay decenas de ejemplos en el mundo donde zonas de producción primaria conviven perfectamente con desarrollos petroleros”. Pero “una rápida recorrida por la prensa patagónica desmiente esas afirmaciones; la exploración y explotación de hidrocarburos son actividades de alto riesgo, con fuerte impacto, no sólo ambiental”, salió al cruce el observatorio.
Un caso paradigmático, recordaron, está Neuquén, “donde los hidrocarburos constituyen el sector que más aporta al presupuesto provincial, y donde las autoridades muestran una inusitada renuencia a realizar estudios sobre los impactos de esta industria en la salud de la población y obrar en consecuencia”.
“Ante este panorama nos reservamos el derecho a dudar y preguntamos, ante el rojo financiero y las salvadoras regalías hidrocarburíferas, ¿Entre Ríos va a estar dispuesta a aplicar dichas estrictas normas ambientales? Es decir, no se trata de un tema de legislación sino de voluntad política”.
“La situación de Entre Ríos se repite en todo el país. Está el ejemplo de la explotación de hidrocarburos en un área protegida como el Parque Nacional Calilegua, en Jujuy, y la reciente concesión de la Cuenca Ñirihuau a la UTE YPF-Pluspetrol en Río Negro -vecina al Parque Nacional Nahuel Huapi y a la Reserva de Biósfera Norpatagónica”.
Los asambleístas de Colón advierten sobre el peligro que corre el acuífero Guaraní con la exploración/explotación de hidrocarburos. Ese riesgo “se replica en Zapala (Neuquén), donde también se ha conformado una asamblea socio-ambiental para denunciar estas amenazas”.
“No dudamos que esta situación que hoy comienza a darse en Entre Ríos se va a repetir a lo largo de todo el país, en tanto vaya instalándose cada vez más la agenda ambiental en la población y los gobiernos, en lugar de planificar políticas productivas sustentables y de largo aliento sigan avanzando con una visión cortoplacista”, finalizó la organización.
Fuente: Agencia de Noticias Rena