EE.UU.: Obama desafía a los ecologistas con un plan para extraer petróleo offshore

FINAL de UNA PROHIBICION QUE REGIA DESDE HACE DOS DECADAS

Dio luz verde a la explotación en la costa del Atlántico.Críticas demócratas.
Al poner fin ayer a la prohibición de explorar off shore en el Océano Atlántico que regía en Estados Unidos desde hace dos décadas, el presidente Barack Obama comenzó a preparar el terreno para el duro debate que tendrá lugar en los próximos meses en el Congreso sobre la política energética y el cambio climático.
En un intento por obtener el apoyo republicano que le faltó a su reforma de salud, el plan anunciado por Obama incluye muchas de las propuestas realizadas por su predecesor, George Bush. Pero también desafía a grupos ecologistas y residentes de los Estados afectados que se resisten.
Fundamentalmente da luz verde a la exploración petrolífera en la plataforma continental que va desde Delaware hasta Florida, en Alaska y en nuevas áreas del Golfo de México. Algo que siempre han pedido las corporaciones petroleras. Obama dejó bien en claro, sin embargo, que este plan hace parte de una política energética más amplia que incluirá previsiones sobre el cambio climático.
“Habrá quienes estarán muy enojados con esta decisión, incluyendo aquellos que piensan que no deberíamos abrir ninguna nueva área para la exploración”, dijo Obama. “Pero quiero enfatizar que este anuncio es parte de una estrategia más amplia que nos permitirá ir de una economía que depende de los combustibles fósiles y del petróleo extranjero a una que dependerá de los combustibles domésticos y la energía limpia. Y que la única manera de que esta transición tenga éxito es si reforzamos nuestra economía”.
Lo que está en juego es una nueva ley patrocinada por el senador demócrata John Kerry, el senador republicano Lindsey Graham y el senador independiente Joe Lieberman, que por primera vez fijará límites a la emisión de gases de efecto de invernadero. Graham dejó en claro que no apoyará la ley si “no contiene exploración off shore de una manera significativa”.
El anuncio de ayer de Obama cumple con ese requisito. De hecho, miembros de la base del partido demócrata y representantes del movimiento ecologista pusieron el grito en el cielo. “Como dijo el propio presidente en varias ocasiones, el país que lidere en la creación de una economía de una energía más limpia será el país que lidere la economía global del siglo XXI. Pero abrir las costas para nuevas exploraciones de petróleo es continuar con las políticas fracasadas del pasado y no hará nada para crear nuevos puestos de trabajo en energías alternativas”, dijo Gene Karpinski, el presidente de una liga de organizaciones ecologistas de mucho peso. “Esto es muy decepcionante”, sentenció.
Los republicanos, sin embargo, consideran que el anuncio de Obama no es suficiente. “El permitir la exploración frente a la costa de Virginia es un paso positivo, pero el dejar la costa del Pacífico, la costa Bristol en Alaska, como también algunas áreas muy prometedoras de México, no tiene sentido en momentos en que los precios de los combustibles están tan altos y cuando los estadounidenses se preguntan dónde están los empleos”.
Así las cosas, Obama se encuentra entre la oposición republicana que critica todo lo que hace y miembros de su partido, que lo acusan de hacer demasiadas concesiones. “Tenemos que ir más allá de los debates entre la derecha y la izquierda; entre los líderes de la industria del petróleo y los que defienden el medio ambiente; entre los que dicen que las nuevas exploraciones serán la cura de todos los males y los que se oponen a todo tipo de nueva exploración”, dijo Obama siempre en busca de consenso. “Sé que podemos unir esfuerzos para aprobar una amplia legislación energética y climática que impulsará a nuevas industrias”, concluyó.

Clarín

Vuelve el petróleo costero

La Casa Blanca espera que el anuncio les ayude a cosechar el apoyo republicano para que el proyecto de ley del cambio climático pase por el Senado de Estados Unidos. La moratoria había durado casi tres décadas.
Por David Usborne*.- Barack Obama se ganó la inmediata ira de los ambientalistas y muchos del núcleo de sus partidarios liberales ayer al declarar su intención de abrir vastas áreas de aguas costeras para las futuras perforaciones de petróleo y gas, revirtiendo décadas de política de dejar las olas para los peces, las gaviotas y los veraneantes. El plan, revelado en la base de la Fuerza Aérea de Andrews, podría, con el tiempo, darles acceso a las empresas multinacionales de energía al lecho marino a lo largo de gran parte de la costa Este desde Delaware hasta Florida en el Sur, en las áreas orientales del Golfo de México hasta el norte de Alaska.
Mientras el presidente a menudo se burló de los republicanos durante la campaña de 2008, incluyendo a Sarah Palin, por ofrecer la explotación marítima como respuesta a la escalada de los precios del petróleo con su grito “Drill, Baby, drill” (perfora, bebé, perfora), había dejado entrever insinuaciones durante meses, de su intención de cambiar de posición.
La Casa Blanca espera que la ayude a cosechar el apoyo republicano para que el proyecto de ley del cambio climático pase por el Senado de Estados Unidos. Sus asesores catalogaron el cambio como parte de un esfuerzo mayor para reducir la dependencia de Estados Unidos del petróleo extranjero. “Se trata de darle la seguridad energética al pueblo estadounidense”, dijo el secretario de prensa, Robert Gibbs, señalando que actualmente Estados Unidos depende en un 60 por ciento del petróleo extranjero. Obama, dijo rápidamente, apoya por igual las opciones solares y de viento y la construcción de nuevas plantes nucleares de energía.
El impacto sería visto primero como una franja en un territorio oceánico en la costa de Virginia donde los contratos saldrán a la venta para las empresas energéticas dentro de dos años. Mientras tanto, los geólogos del gobierno comenzarán a evaluar la viabilidad de perforaciones en otras áreas a lo largo de la costa Este.
Salvo en una parte del Golfo de México no se permiten más perforaciones offshore desde 1980, cuando Geoge Bush padre dispuso la moratoria a través de una orden que fue extendida durante el gobierno de Clinton y anulada por Bush hijo pocas semanas antes de dejar la presidencia.
“Esta no es una decisión que tomé a la ligera”, dijo Obama, parado frente a un jet de combate que volará con biocombustible. “Pero la verdad es ésta: dadas nuestras necesidades de energía, para sostener el crecimiento económico, producir empleos y mantener nuestra competitividad empresaria, necesitaremos aprovechar las fuentes tradicionales de combustible aun si crece la producción de nuevas fuentes de energía renovable producida en casa”.
“Habrá quienes estén fuertemente en desacuerdo con esta decisión, incluyendo aquellos que dicen que no deberían abrir nuevas áreas para perforaciones”, añadió. “Pero quiero enfatizar que este anuncio es parte de una estrategia mayor que nos llevará de una economía que funciona con combustibles fósiles y petróleo extranjero a una que descansa más en combustible producidos en el país y energía limpia.”
La respuesta de los ambientalistas fue rápida. “¿Este es el plan de energía limpia del presidente Obama o la campaña de Palin de ‘Drill, Baby,drill’?”, preguntó un director ejecutivo de Greenpeace, Phil Radford. “Mientras China y Alemania están ganando la carrera de la energía limpia, este acto promueve la adicción de Estados Unidos al petróleo. Expandiendo las perforaciones marítimas en áreas que han estado protegidas durante décadas, amenaza nuestros océanos y nuestras comunidades costeras que dependen de ellos con devastadores derrames de petróleo, más polución y cambios climáticos.”
Otros grupos reaccionaron de manera similar. “La perforación marítima, especialmente tan cerca como cuatro millas de las playas del Atlántico de Florida, tiene mal gusto sin importar qué presidente ni qué partido lo hace”, dijo Mark Ferrulo, de Environment Florida. “El apoyo del presidente no cambia los hechos: expandir las perforaciones no reducirá el precio del gas y representa una actividad sucia y peligrosa que puede provocar daños catastróficos en nuestras amadas playas.”
No es una agachada total a la industria del combustible fósil, ni a los conservadores. La prohibición permanecerá para la costa del Pacífico desde California a Washington, donde la oposición política fue más fuerte, y una planeada venta de contratos en la sensible ambientalista área de Bahía de Bristol de Alaska fue cancelada.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
Página/12