Han empezado a producir de modo experimental biocombustible a partir de azúcares vegetales, que, a diferencia del bioetanol, podrá utilizarse en vehículos con motores de gasolina ordinarios, informa una nota de prensa de ambas empresas.
La producción se desarrolla en la planta de Virent en Madison, en el estado de Wisconsin (Estados Unidos) que tiene una capacidad para producir 38.000 litros anuales de dicho biocombustible, que se utilizará inicialmente en pruebas de nuevos motores y flotas de vehículos.
El nuevo biocombustible puede mezclarse en altas concentraciones con gasolina y suministrarse en gasolineras ordinarias sin necesidad de equipamiento especial, a diferencia de lo que ocurre con las gasolinas que tienen un porcentaje superior al 10% de etanol.
Esto es posible gracias a la tecnología desarrollada por Virent para la transformación de los azúcares presentes en las plantas en hidrocarburos de estructura similar a los del petróleo.
Este tipo de biocombustible también tiene un rendimiento energético superior al etanol.
Actualmente se está produciendo a partir de remolacha azucarera, pero el objetivo de Shell y Virent es obtenerlo de los residuos de ciertos vegetales, como el trigo o el maíz, tras ser procesados para la obtención de alimentos o piensos.
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