Medios españoles apuntaron ayer que Repsol YPF busca cumplir con las exigencias del gobierno argentino mediante una alianza con empresas petroleras internacionales que alivien la presión que recae sobre sus espaldas por el creciente pedido de inversiones
La compañía se encuentra en negociaciones con “gigantes” de los Estados Unidos, Rusia, China y otros países para que aporten dinero en el megaproyecto de Vaca Muerta, un yacimiento ubicado en la provincia de Neuquén que cuenta con posibilidades de producir hidrocarburos a gran escala. La novedad se conoce en momentos en que tanto Neuquén como otras provincias decidieron quitarle áreas de explotación a YPF por el incumplimiento de la empresa en los planes inversores acordados en las concesiones.
La explotación del yacimiento de Vaca Muerta, que según la compañía contiene casi 23 mil millones de barriles equivalentes de petróleo, supondría una fuerte inversión de 25 mil millones de dólares por año durante toda una década. Los chinos Sinopec, CNPC y CNOCC, los rusos Lukoil y Gazprom, el estadounidense Exxon y el italiano ENI figuran entre los posibles socios citados por la empresa de capitales hispanoargentinos.
El descubrimiento se había anunciado en noviembre del año pasado y fue presentado por Antonio Brufau, máxima autoridad de Repsol, como una de las reservas de hidrocarburos no convencionales “más grandes y con mayor calidad de todo el mundo”.
De lograr una alianza, Repsol no sólo lograría compartir el esfuerzo inversor que exige el proyecto que se desarrolla en tierra neuquina, sino que también aportaría socios dispuestos a invertir en la Argentina, cuestión que provocaría el aumento de la producción de hidrocarburos tal como empezó a exigir el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner con el objetivo de que el área energética comience a acompañar el desarrollo económico del país.
Tiempo Argentino
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Fitch le bajó la calificación a Repsol-YPF
La agencia de calificación crediticia Fitch rebajó el viernes en un escalón, a BBB, la nota a largo plazo del grupo petrolero Repsol-YPF. La noticia se conoce en medio del conflicto con el Gobierno que lo acusa de no cumplir sus compromisos de inversión en el país. La agencia bajó la nota de largo plazo (IDR) a “BBB” desde “BBB+” y la de corto plazo a ‘F3’ desde ‘F2’.
“La degradación deriva del anuncio hecho el 21 de marzo por el directorio de YPF, propiedad a 57% de Repsol, de transformar en acciones sus dividendos de 2011”, explicó Fitch.
El grupo defiende que con esta decisión los dividendos no saldrán de Argentina, pero el Gobierno la rechazó por considerar que no garantiza una mayor inversión.
Cristina Kirchner reclama a Repsol-YPF un aumento de sus inversiones para atenuar el impacto del fuerte incremento de las importaciones de hidrocarburos del país, que en 2011 llegaron a 9.000 millones de dólares.
Después de que tres provincias petrolíferas reaccionasen a estas acusaciones retirando la concesión de seis áreas de explotación a Repsol, Fitch había advertido el martes que existe “el riesgo de una abierta nacionalización” de YPF.
“Dados los recientes acontecimientos en Argentina y la presión del gobierno sobre YPF para que reinvierta el flujo de capital en operaciones en el país a medio plazo, Fitch decidió desconsolidar YPF del flujo de capital y deuda de Repsol”, afirmó la agencia este viernes.
Esta degradación tiene lugar una semana después de que otra agencia de calificación, Moodys, rebajase también en un grado la nota de Repsol-YPF, a “Baa”, debido principalmente a unos resultados inferiores a lo previsto.
Ámbito.com