El viernes pasado circuló un informe de JPMorgan donde alertaba sobre un default de Edenor el año próximo ante el congelamiento de tarifas. Ayer el mercado reaccionó y hubo ventas masivas del papel. La ola hizo que Transener también derrapara casi 7%. Incertidumbre con la distribuidora controlada por los Mindlin, que pierde 32% en el año
El castigo a los papeles energéticos en la Bolsa de Comercio continuó ayer con Edenor como epicentro de la caída. Los papeles de la mayor distribuidora de energía del país se hundieron 6,8%, luego de que el viernes pasado JPMorgan advirtiera sobre un posible default de los bonos de Edenor el año próximo. El argumento del banco de inversión tiene que ver con las pérdidas de la compañía ante la falta de aumento de tarifas y la endeble situación financiera de la empresa.
“La caída en las acciones de Edenor afectó al mercado, provocando fuertes desarmes en acciones de servicios, en especial las eléctricas y en las bancarias, esto tras el informe del JPMorgan de un default”, afirmó Marcelo Paccione, analista de ConsultCapital. En la misma línea, Ricardo Maied, operador de Federal Bursátil, señaló que “el derrumbe de las acciones de Edenor, por los temores a un default, contagió al resto de las acciones líderes, sobre todo hacia el resto del sector eléctrico”. De hecho, Transener también sintió el cimbronazo y tropezó 6,8%.
Los papeles de Edenor cayeron a 96 centavos de peso cada uno, y acumulan una merma de casi 32% en lo que va del año y del 55,76% en los últimos doce meses. Es por lejos la de peor performance dentro de los papeles del Merval. La secunda en el fatídico ranking Transener, que vale 89 centavos de peso por cada acción. Cede en el año 22,6%. Luego un poco mejor pero igualmente en negativo, otro emblema del sector en la bolsa como Pampa Energía (que tiene participación y control sobre Edenor) pierde casi 12% este año. La acción vale $ 1,73.
Estas empresas llegaron a ser en la bolsa toda una promesa por su potencial upside. La idea de un aumento de un “inminente” de tarifas era el driver. Marcelo Mindlin, presidente de Pampa y otrora con buena llegada a la Casa Rosada, había lanzado un holding de empresas energéticas que pretendía capturar toda esa efervescencia. Pero pasaron los años y la recomposición de tarifas nunca llegó, algo que terminó haciendo mella en los balances y por ende en el apetito de los inversores.
Ahora el sector está inmerso en una nueva ráfaga negativa con bancos de primera línea hablando de un default. ¿Será cómo el caso de TGN, el primer incumplimiento de pagos de la era K? Pocos lo saben. Lo concreto es que la compañía está en una situación delicada, algo que no esconden sus directivos que fueron explícitos en el último balance presentado por la compañía. “De continuar el congelamiento tarifario vigente…el Directorio entiende que la situación financiera continuará deteriorándose”, decían para rematar que “el Directorio entiende que existe un grado de incertidumbre respecto de la capacidad financiera de la Sociedad, para afrontar el cumplimiento de las obligaciones”.
Estos nubarrones hicieron que el índice Merval perdiera 0,74%. Además de las energéticas, los bancos también perdieron hasta 4,6% con Macro a la cabeza. Los bonos, por su parte, terminaron en terreno positivo con el Boden 12 y 13 liderando subas de hasta 1,5%. Los cupones ganaron 1,7%.
Cronista Comercial