Novela de unos papeles sin sello ni firma

Varios medios de comunicación atribuyeron al oficialismo un proyecto de ley de expropiación de YPF. Informaron que el Ejecutivo lo había enviado al Congreso, pese a que no tenía firma, membrete ni sello y finalmente nunca ingresó por la Mesa de Entradas
Por Fernando Krakowiak | Página/12
Desde que comenzó el conflicto entre el Gobierno e YPF, cada vez que Cristina Fernández de Kirchner está por dar un discurso recrudecen los rumores sobre el anuncio de un desembarco oficial en la compañía. La declaración que el martes formuló el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, anticipando que estaba en estudio convertir a la petrolera en una empresa mixta, y la audiencia de la Presidenta con los gobernadores petroleros incrementaron la expectativa. Pero lo que terminó generando aún más atención fue la difusión de un proyecto de expropiación de la firma que algunos medios de comunicación atribuyeron al oficialismo. Informaron que el Ejecutivo lo había enviado al Congreso después del mediodía, pese a que no tenía firma, membrete ni sello y nunca ingresó por la Mesa de Entradas. Finalmente, la Presidenta ni siquiera mencionó a YPF en su discurso y el suspenso sobre el futuro de la compañía continúa.
Pese a que el Gobierno, tal como informó Página/12 ayer, había dejado trascender que no habría anuncios relevantes sobre YPF luego de la audiencia de Cristina Fernández de Kirchner con los gobernadores de las provincias petroleras, varios analistas dieron por hecho desde temprano que sería una jornada de definiciones. Pasado el mediodía esa especulación pareció confirmarse cuando Radio Mitre informó que el Ejecutivo había enviado al Congreso un proyecto de ley declarando de utilidad pública y sujetas a expropiación el 50,01 por ciento de las acciones clase D de la empresa YPF. Además, se informó que un Tribunal de Tasaciones de la Nación sería el encargado de valuar los activos a expropiar, con la colaboración de la Secretaría de Energía.
La versión circuló rápido por las redes sociales y a los pocos minutos el portal del diario Clarín y la agencia de noticias DyN, todos medios del mismo grupo, dieron más detalles sobre la supuesta iniciativa oficial, amplificando aún más su difusión. Luego la “noticia” fue retomada por otros medios nacionales y extranjeros, pese a que ninguna fuente oficial había confirmado la veracidad de la información y en la Mesa de Entradas del Congreso negaban que hubiese ingresado. Ni siquiera pareció haber llamado la atención el hecho de que el proyecto, de 62 artículos, no tuviese membrete, sello o la firma de ningún funcionario.
El el ex subsecretario de Combustibles Gustavo Calleja salió rápidamente por Radio Mitre a dar su opinión sobre la iniciativa y luego se sumaron varios referentes de la oposición. El dirigente radical, Ernesto Sanz, por ejemplo, escribió un tweet criticando el proyecto. “¿Incoherencia o corrupción? En un rato anuncian la estatización de YPF”, afirmó.
La versión recién comenzó a perder fuerza con el paso de las horas porque en el Congreso seguían negando que hubiese ingresado ese proyecto. Además, fuentes oficiales desmintieron en off the record que ésa fuese la iniciativa del Ejecutivo. Para relativizar el anuncio, varios medios comenzaron a referirse al hecho con términos condicionales. Por ejemplo, la agencia DyN primero emitió un cable titulado “Cuáles son las acciones de clase D que se declaran sujetas a expropiación” y más tarde mandó otro cable donde cambió “declaran” por “declararían”. Luego fue más allá y responsabilizó a la oposición. “La oposición hizo circular durante toda la jornada un proyecto sobre YPF que atribuía al Gobierno”, fue el título que eligió DyN para un cable enviado después de las 20, en el que buscó eludir su responsabilidad, pese a que fue esa misma agencia la que le había atribuido el proyecto al Gobierno sin hacer referencia a la fuente de la información. “Diputados del FAP, el radicalismo y la Coalición Cívica contaban con el texto de la norma que, según indicaron a DyN, había sido distribuido por la presidencia de la Cámara, lo que fue negado por voceros del cuerpo”, afirmaron en el desopilante cable donde también dieron lugar a versiones que atribuyeron la difusión del proyecto a “una operación de Repsol”. Más tarde difundieron otro cable donde le apuntaron al legislador del GEN Gerardo Milman porque supuestamente había enviado un tweet confirmando el ingreso del proyecto al Congreso.
Página/12

El proyecto que no fue
El Congreso se transformó en una usina de rumores a partir de un texto sin membrete que parte de la oposición le atribuyó al kirchnerismo. El FpV lo desmintió
Por Miguel Jorquera | Página/12
La versión comenzó a circular poco después del mediodía y convulsionó los pasillos del Congreso. El “proyecto” de 62 artículos que declaraba de “utilidad pública y sujeta a expropiación” el “50,011 por ciento” de las acciones de YPF circulaba por medios de comunicación y sorprendía por igual a legisladores del oficialismo y la oposición, aunque algunos opositores daban por hecho a través de las redes sociales que el mismo ya había ingresado al Parlamento. Luego, el archivo pdf comenzó a recorrer los despachos de varios diputados opositores, y el proyecto mutó a “un borrador” sin firmas ni membrete. En tanto, desde el oficialismo desmentían la especie y aseguraban desconocer la iniciativa, pero por lo bajo le apuntaban a la compañía en manos de la petrolera española Repsol. Al cierre de esta edición ningún proyecto del Ejecutivo había pasado por las mesas de entrada de las Cámaras del Congreso.
A primera hora de la tarde, desde todos los bloques opositores de la Cámara de Diputados afirmaban desconocer el “proyecto” que se difundía desde algunos medios de comunicación. Incluso, el presidente de la bancada radical, Ricardo Gil Lavedra, se sorprendió cuando lo consultaron por éste mientras participaba de la rueda de prensa en la que los diputados opositores difundían la inflación que miden las consultoras privadas.
Gil Lavedra sólo atinó a arriesgar que la iniciativa podría también ingresar por el Senado, “por el interés federal que tiene el tema y que incluye a las provincias petroleras”. Sus propios colaboradores luego comprobaron que la iniciativa a esa hora de la tarde no había ingresado a la Cámara baja.
Fue entonces cuando el diputado del GEN Gerardo Milman quedó en el centro de las miradas. “Ingresó el proyecto de expropiación del 50 por ciento de YPF del PEN al Congreso”, twitteó el diputado a las dos de la tarde desde su cuenta @gmilman de la red social. Luego fue desgranando mayores datos en sucesivos tweets: “El proyecto de expropiación plantea que el Estado se quede con todas las acciones clase B (grupo Ezkenazi) y completar hasta llegar al 50” y “El proyecto plantea que el Estado designará el presidente de YPF”.
Los diputados oficialistas consultados por Página/12 reiteraban su sorpresa mientras se preparaban para subirse a los automóviles para llegar a la Casa Rosada, donde la Presidenta sólo anunció beneficios impositivos para el sector de industrialización de la carne. Antes de partir, varios de ellos repasaban la metodología que habitualmente utiliza el Gobierno cuando envía una iniciativa importante al Parlamento: “Nunca se anticipan detalles. Cristina hace el anuncio y después se envía el proyecto al Congreso”.
Mientras que entre sus compañeros del interbloque del FAP en Diputados también insistían en que desconocían el proyecto, Milman arriesgaba en tono irónico su posición en otro tweet: “Está bien que el Estado intervenga en un recurso como el petróleo, pero muy mal privatizar la impresión de billetes”.
A la caída de la tarde, el borrador ya circulaba por los despachos de varios bloques opositores, donde comenzaron a elaborase opiniones políticas que nunca vieron la luz. Sólo Claudio Lozano, del FAP, especificó que “cualquier hipótesis de compra de la empresa YPF exige definir cuál es el valor de la empresa”.
Cerca de Milman justificaban los tweets del diputado afirmando que “reproducía” datos que surgían desde los medios de comunicación. Ya avanzada la noche, Milman colgó de su propia cuenta de Twitter el “borrador al que tuve acceso” sobre la expropiación de YPF.
Sin ningún anuncio presidencial sobre el tema y ya más serenos, los legisladores oficialistas comenzaron a soltar alguna opinión, aunque siempre off the record. La mayoría de ellos apuntaban a la propia compañía petrolera en manos de Repsol. Pero nadie arriesgó a ponerle el mote de “operación” al borrador que circuló con múltiples precisiones redactadas en 62 artículos a modo de proyecto oficial, aunque no llevaba membrete del PEN ni firmas de ministros que lo avalen.
A las nueve de la noche, los empleados de las mesas de entradas de ambas Cámaras legislativas terminaban su jornada laboral con el “alivio” de que, al menos ayer, nadie volviera a preguntarle si había ingresado algún proyecto del Ejecutivo.
Página/12