Golpe de efecto: levantan cepo cambiario e “inundan” mercado de gasoil importado

Autorizará una importación de gasoil exento de impuestos, que Repsol no pudo concretar por falta de dólares. Y no limitará a otras empresas para abastecer al mercado
Por Pablo Fernández Blanco | Cronista.com
A mediados de febrero, cuando la pelea entre el Gobierno y la YPF de Repsol estaba en un terreno cada vez más caliente, el secretario de Energía, Daniel Cameron, le envió una sugestiva carta a la conducción de la empresa, en manos de Sebastián Eskenazi, que había anticipado una futura situación de desabastecimiento debido a que el Gobierno no le autorizaba a comprar dólares para pagar importaciones de naftas y gasoil. A pesar de las trabas tácitas a la compra de dólares, el funcionario sostenía que “ante cualquier síntoma de desabastecimiento” en el mercado de combustibles, esa cartera actuaría “con la más absoluta firmeza en defensa de los derechos de los consumidores”.
El cerrojo oficial que rige el mercado de cambios es otro de los escollos que la YPF de bandera nacional no tendrá siquiera que enfrentar. Así, contará con las divisas que requiera para importar combustibles y mantener abastecido el mercado, explicó una fuente oficial. Es que uno de los grandes objetivos inmediatos de la estatal será mostrar una gestión eficiente sin faltante de producto en surtidores.
Una semana después de la puesta en marcha de la intervención a la empresa, que conducen el ministro de Planificación, Julio de Vido, y el viceministro de Economía, Axel Kicillof, la nueva conducción se puso en contacto con la Secretaría de Energía para pedirle que emita un nuevo certificado para importar gasoil. Es un paso obligado incluso para la YPF estatal, dado que la cartera de Cameron es la encargada de habilitar las compras en el exterior de cupos sin impuestos, aunque ambas dependencias respondan a las órdenes de De Vido.
Se trata de 50.000 metros cúbicos (m3) de gasoil que llegarán al país en los próximos días. Su precio de mercado ronda los u$s 900 el m3, pero recibe un subsidio de u$s 180 el m3. Por lo tanto, ese embarque representará una erogación en torno a los u$s 36 millones.
La importación de combustibles, que astilla los números de la balanza comercial –se estima que las compras al exterior superarán este año los u$s 12.000 millones– irrita al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, pero son fundamentales para mantener la oferta en los surtidores.
La sequía, las trabas cambiarias para YPF y la avanzada contra la empresa redujeron el volumen de importaciones en la primera parte del año. Según números oficiales, en el primer trimestre de 2011 ingresó al país producto por poco más de u$s 182 millones, un 38% más que los casi u$s 131 millones de este año.
La caída en importaciones fue también notoria para la ex compañía de Repsol: en total, concretó entre enero y marzo de este año importaciones por u$s 86,36 millones, un 35% menos que los casi u$s 134 millones de 2011.
La paz kirchnerista
La estatización de YPF trajo vientos de cambio en el sector de combustibles que superan por mucho los límites de acción de la empresa. El objetivo es uno: mantener bien abastecido al mercado.
Una de esas olas llegó a las costas de Shell, la compañía que conduce Juan José Aranguren –el único empresario que manifestó públicamente sus diferencias con el Gobierno cada vez que no estuvo de acuerdo– y sufrió, en 2005, un boicot por parte del ex presidente Néstor Kirchner, que llamó a no comprarle “ni una lata de aceite” a la petrolera.
Fuentes del mercado aseguraron a El Cronista que Roberto Baratta, coordinador del Ministerio de Planificación, le hizo llegar a Aranguren un mensaje claro: la estatización de YPF implica un punto de inflexión en la relación entre el Gobierno y la empresa.
A diferencia de YPF, esa compañía, Esso y Petrobras, las otras grandes del mercado, no tuvieron problemas para importar combustibles.
Cronista.com