Por Ezequiel Orlando.- Se terminó de sancionar la ley de expropiación de YPF. El Estado Nacional se hará cargo de 26% de las acciones de la compañía, mientras que las provincias consolidarán un 25%. Hoy día explota el 34% del petróleo y el 23% del gas en el país. La renacionalización salda deudas abiertas en 1992, cuando se privatizó gran parte de la petrolera. Durante la gestión ibérica no subió la producción, ya que la explotación fue de yacimientos descubiertos previamente.
Desde el oficialismo, Carlos Heller admite que la expropiación “pasará a la historia como un acto reparador de esa triste sesión en la que se festejó la privatización de YPF”. El diputado del Frente Nuevo Encuentro calificó de depredatorio al accionar de Repsol. “La caída de la producción y reservas, disminución de la actividad de exploración y maximización del giro de utilidades al exterior configuran, sin duda, un comportamiento depredatorio del recurso y de virtual vaciamiento de la empresa”.
Mariano Lamothe, economista en jefe de ABECEB.com, opina lo contrario. Para él no es prioritario si las corporaciones que participan en el rubro sean públicas o privadas, sino que destinen utilidades a la producción. “El tema es si la expropiación va a resolver el problema energético. Esto fue autogenerado en los últimos años por un inconveniente regulatorio, además de por una decisión propia de Repsol”. El director de la consultora económica cree que se llegó a la situación actual por una decisión de la española de no profundizar su exposición en Argentina; “pero además porque había señales de precios bajos que no permitían rentabilidad en las inversiones”.
Respecto al futuro del mercado, Lamothe opina que, de una manera ordenada o desordenada, con el tiempo los precios van a tener que subir. En ese sentido, entiende que “el Estado va a tener que decidir qué señal de largo plazo quiere dar con la expropiación, para ello es clave poner delante de la empresa a un hombre de negocios. Además, tendrá que rever las políticas de subsidios y el precio de los combustibles”.
La Vaca Muerta del gas no convencional
Vaca Muerta es la formación geológica con mayor cantidad de recursos no convencionales de gas y petróleo del país. La magnitud de hidrocarburos que posee ha convertido a Argentina en la tercera mayor acreedora de gas no convencional en el mundo, según un informe del Departamento de Energía de Estados Unidos el año pasado. Con el 11,7% del total global (es decir, 774 billones de pies cúbicos de gas no convencional), nos ubica luego de China y Estados Unidos, que poseen el 19,3% y 13%, respectivamente, de 6.609 billones de pies cúbicos de gas.
Su relativamente reciente descubrimiento llevó a Repsol a argumentar que la expropiación del 51% de sus acciones se debe a los yacimientos que YPF tiene en la zona. De hecho, el 40% de la formación, localizada principalmente en Neuquén, está concesionada a esta histórica compañía.
Pero el problema de este tipo de gas es su extracción. Desde el Observatorio Petróleo Sur, que forma parte de la red internacional Oilwatch, Diego Di Risio acusa que la extracción de yacimientos no convencionales requiere una ocupación más extensa e intensa del territorio. Además de utilizar grandes cantidades de agua y químicos de alta toxicidad, las tecnologías empleadas para su extracción redoblan el impacto generado por las explotaciones tradicionales. Por ello, sostiene el politólogo, se ha prohibido la explotación de gas no convencional en varios países del globo.
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