La alianza de De Vido con los gobernadores para frenar a Kicillof

El ministro contiene a los mandatarios de las provincias petroleras, enfurecidos por la comisión que controlará precios e inversiones del sector. Consideran que vulnera su derecho constitucional sobre los yacimientos, reglamentado en 2006. El ofuscado es Sapag, quien para no confrontar acordó que proteste la oposición y Sosbisch. Y consiguió que Pereyra convocara a un paro. El rol expectante de Galuccio.
Julio De Vido decidió auxiliar a los gobernadores de las provincias petroleras, quienes por estas horas están que trinan ante la creación de una comisión nacional presidida por Axel Kicillof encargada de definir los precios e inversiones de los hidrocarburos.
El decreto 1277 reglamenta la ley de “soberanía energética”, que trasladó al Gobierno la mayoría accionaria de YPF. A ese articulado le agregó una comisión a cargo del secretario de Política Económica arrebata a los gobernadores la soberanía de sus recursos naturales.
Estos derechos están contemplados en la reforma constitucional de 1994 y regulados por la “ley cota de Hidrocarburos”, que en 2006 transfirió a los estados productores la titularidad de los yacimientos, la autoridad de aplicación y el poder de policía de la industria.
Sólo después de esa norma los mandatarios tuvieron espaldas para negociar por su cuenta con las petroleras sin avisar en la Casa Rosada. Con su comisión, Kicillof avanzó en su idea de monitorear todas las inversiones petroleras. YPF sólo representa el 30% de esa porción.
El secretario, protegido por Cristina, apunta a responsabilizar por el déficit energético a De Vido y a su subsecretario de Coordinación de la cartera de Planificación, Roberto Baratta. Ambos, ahora, tienen en los gobernadores un escudo para protegerse.
Uno de los más enfurecidos es Jorge Sapag, gobernador de Neuquén, quien a través de la empresa estatal (Gas y Petróleo de Neuquén) está hace semanas buscando inversores en Estados Unidos. Con este decreto su lobby no tendría sentido.
Así se lo hizo saber a De Vido, quien el sábado lo citó a él y a todos los gobernadores petroleros para calmarlos. Ese mismo día, Sapag lanzó un operativo para repudiar la comisión de Kicillof a través de la oposición y de su antecesor y aún titular del Movimiento Popular Neuquino (MPN), Jorge Sosbisch.
A todos les avisó que tiene razones para no confrontar con la Casa Rosada: espera dos giros de 400 millones de pesos para lanzar un plan de 1200 viviendas. El resto de los gobernadores tendría motivos similares para no expresar su furia.
También por gestión de Sapag, Guillermo Pereyra, director de YPF y titular del sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, sorprendió el sábado al anunciar un paro en rechazo a la polémica comisión, “para proteger lo que no defienden los gobernadores”.
Expectante quedó Miguel Galuccio, presidente de YPF. El entrerriano mantuvo roces con Kicillof por el manejo de la compañía y se enfrentó a De Vido por el nombramiento de directores. La pelea entre ellos lo dejaría fortalecido.
LPO