Política energética: una mirada al exterior

Gran Bretaña, protegiendo al consumidor

Los británicos son los primeros que liberalizan el mercado de la electricidad en Europa. Hablamos del año 1989. Su regulador es la OFGEM, similar a nuestra C.N.E. pero con muchas más atribuciones. La principal, velar por que la competencia en ese mercado sea limpia y que el beneficiado de esa competencia sea el usuario final, el ciudadano. Como es normal en el mudo de tiburones de la gran empresa capitalista moderna, las grandes eléctricas británicas son como las grandes eléctricas españolas, insaciables. El sector energético británico, controlado por seis grandes compañías, es constantemente criticado por los frecuentes aumentos de los precios del gas y la electricidad, que las empresas atribuyen al incremento de los costes en el mercado mayorista. Nos suena mucho, verdad.
¿Cuál es la diferencia con España? En la Gran Bretaña, David Cameron, primer ministro, conservador, ante las críticas de los representantes de los consumidores declaró recientemente que dijo que las empresas serían obligadas por ley a pasar automáticamente a sus clientes a las tarifas más baratas. En España, Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, conservador, ante las críticas de los representantes de los consumidores no sabe y no contesta. ¿Ven la diferencia?
De acuerdo con estos planes de reforma anunciados por Mr. Cameron, que serán sometidos a consulta pública con el objetivo de que entren en vigor en 2013, las empresas tendrán que clarificar su estructura de precios a fin de conseguir un mercado energético “más simple, más claro, más justo y más competitivo”. Es decir, las compañías británicas suministradoras de gas y electricidad deberán comunicar claramente a los clientes sus tarifas más baratas.
Mientras tanto, en España hemos de hacer un master para entender las ofertas de las empresas suministradoras.
Portugal, apostando por las renovables

Portugal ha sido el país pionero en reducir drásticamente su dependencia de los combustibles fósiles. Cerca del 45 por ciento de la electricidad en la red de suministro de Portugal procederá de fuentes renovables este año, en comparación con el 17 por ciento de hace sólo cinco años. Sin duda esta política de fomento decidido a la generación mediante fuentes renovables ha tenido impacto en el consumidor, los precios se han incrementado un 15% en los últimos cinco años, aunque aún están lejos del incremento español: un 70% en el mismo periodo. Y se ha de mencionar también el gran valor añadido que tiene el hecho de que decenas de miles de portugueses trabajan en este sector.
En definitiva, esta política de fomento REAL a las energías renovables ha hecho que el año pasado el país se convirtiese por primera vez en exportador de energía neta -envió una pequeña cantidad de electricidad a España- y que la portuguesa EDP Renováveis sea la tercera empresa mundial de electricidad generada por energía eólica.
¿Cómo apoya España a las renovables? De ninguna manera. Las primas se han retirado, levantando una enorme indignación entre los inversores nacionales y extranjeros, que se habían creído que España apostaba por las renovables. Las leyes que fomentan el autoconsumo están aplazadas sine die. Las renovables se demonizan injustamente acusando a estas tecnologías de ser causantes del disparatado aumento de los precios finales de la electricidad, mentiras difundidas sin cesar por muchos políticos, medios afines y departamentos de propaganda de las corporaciones energéticas.
Las cosas se pueden hacer de otra manera. No valen excusas como “estamos en crisis” o “nuestro sector energético tiene características diferentes”…Nada de eso. Se pueden hacer de otra manera. Dejen de mirarse el ombligo, señores políticos, dejen de pensar en el puesto en ese consejo de administración tras el cese, y empiecen a hacer política. Política con mayúsculas, sin mezquindades, por el bien de los ciudadanos de ahora y por el bien de los ciudadanos del mañana.
 
Guía de la Energía